𝗕𝗔𝗞𝗨𝗚𝗢 𝗞𝗔𝗧𝗦𝗨𝗞𝗜

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Me acababa de despertar después de pasar todo el día con Recovery Girl, así que me dirigí hacia los dormitorios de la U.A. para seguir durmiendo.

Después de unos cinco minutos, llegué al salón, donde estaban Mina y Ochaco viendo la tele.

—¡Oh, Mako-chan! ¿Ya te sientes mejor? —Ochaco se giró sobre el sofá para mirarme.

—Hola, chicas. Sí, ya me encuentro mejor —me acerqué al sofá para poder hablar mejor con ellas.

—Mako-chan, yo que tú me iría ya al cuarto —Mina miró cómplice a Ochaco y se sonrieron mutuamente.

—¿Por qué? ¿Tengo mala cara? —Inmediatamente me miré en la pantalla del móvil para ver si tenía cara de muerta.

—No, no, es solo que hay algo que te está esperando y, si tardas mucho, a lo mejor explota.

Miré a Mina con una ceja levantada.

—¿Es un juego de palabras...?

Las dos se quedaron calladas mientras soltaban una ligera risa, así que decidí hacerles caso y me fui hacia la habitación, que estaba en el segundo piso.

Cuando las puertas del ascensor se abrieron, pude ver de lejos una caja delante de mi puerta.

—¿Qué es eso...? —me pregunté a mí misma, ya que que yo recordara, no había comprado nada por internet.

A medida que me acercaba, pude ver que era una caja muy bonita de color rosa y tenía una pequeña nota encima. La cogí y entré a la habitación.

—Recupérate, tonta. Espero que esto te haga feliz —leí en la nota. Ni siquiera estaba firmada, aunque la letra me sonaba algo familiar y olía ligeramente a caramelo de café.

Dejé la nota en mi mesita y abrí la caja. Dentro de ella había un pequeño cesto con ciclámenes, unas flores que resisten muy bien el frío. Me quedé mirando las flores con atención.

¿Quién me podría haber dejado este regalo en la puerta? Era lo único que estaba en mi cabeza. La nota no tenía ninguna firma, y solo tenía como pistas su letra y el perfume que había en ella.

——

Después de haberlas acomodado en mi mesa de noche, decidí salir de la habitación para investigar. Lo primero que hice fue buscar a las chicas para pedirles ayuda.

—Hola, chicas —saludé a todas las que ahora estaban en el salón.

—Mako-chan, ¿vienes a preguntar cuándo haremos la cena, no? —Jirou rió por lo bajo mientras me miraba.

Mis mejillas se pusieron de un leve tono rojo. Siempre bajaba todas las noches a preguntar cuándo haríamos la cena.

—Esta vez no —contesté sonriente.

—Me han dejado unas flores delante de la puerta y no sé quién ha sido, así que vengo a pediros ayuda.

Las chicas me miraban atentas; parecía como si ellas ya supieran quién había sido.

—¿Y bien?

—Lo siento, Mako-chan, pero esto lo tienes que descubrir tú sola, kero —Tsu fue la que respondió mientras las demás chicas asentían.

Solo suspiré con cansancio y me fui a la cocina, donde estaban Deku y Denki.

Me acerqué a ellos para poder oler sus perfumes y ver si alguno tenía un parecido, pero no parecía coincidir en absolutamente nada, hasta que se me ocurrió algo.

—Oye, Deku, ¿de casualidad no sabrás de quién es este perfume? —Le acerqué la nota a la nariz. Esto se me había ocurrido porque Deku apunta TODO en su libreta, y no me extrañaría si también apuntara nuestros perfumes. Sonreí inconsciente ante mi gran idea.

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⏰ Última actualización: Sep 29, 2024 ⏰

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