1-Ana

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Un dragón un hermoso dragón traerá consigo el amanecer de el principe lo salvará y lo amara será una mujer salvaje para muchos el diablo pero es tan hermosa e inteligente.

-¿Para que principe será?-pregunto la sultana pelirroja.

-Para el próximo sultán-contesto la adivina.

-¿Quien será?

-No lo se sultana no lo veo pero será uno de sus hijos

La sultana hizo una mueca y con su mano la adivina se fue.

-Sultana el sultán está a punto de llegar-dijo Sumbul aga fiel trabajador de la sultana.

-¿Mehmet y Mihrimah ya están ahí?

-Asi es mi sultana ellos ya lo vieron.

-Esta bien iré ahora mismo.-dijo la mujer y salió de sus aposentos.

-dijo la mujer y salió de sus aposentos

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-Ojala me muera-dijo la de ojos azules.

-Que dices tenemos suerte estamos en el palacio de el gran sultán-dijo la otra esclava.

-Que se derrumbe sobre el sultán-hablo la ojiazul

Los anteriores meses no fueron los mejores para Ana habían atacado especialmente su casa dándole oro a su familia diciendole que un príncipe la quería al rechazar la oferta mataron a sus padres dejando desamparados a Louis y Olivia los pequeños hermanos de Ana.

-Bendito sea allah-dijo un hombre que caminaba raro-el principe estará muy contento.

-Bienvenida-le dijo otra mujer anciana-soy la señora Afife el es Sumbul aga, estarás en el harem de el principe Mehmet.-le dijo y la encaminó a los baños.

¿Hare que?

La prepararon y le pusieron un lindo vestido ahora se la llevaban a los aposentos de la sultana Hurrem esposa legítima de el sultán y madre de 4 príncipes y una sultana.

Ana había escuchado historias de Hurrem, todos decían que era una bruja o algo asi solo por haber enamorado a el sultán.

-Sultana aquí está la muchacha-dijo Sumbul aga mientras hacia una reverencia e indicándole a la otra hacer lo mismo.

-¿Cómo te llamas señorita?-pregunta la sultana fue cuando Ana levantó la cabeza y se cego con la belleza de la peliroja.

-Ana-dijo seriamente-¿Me puede ayudar?

-¿Que necesitas?

-Necesito volver a mi hogar mis hermanos están solos además me trajeron a la fuerza.

-Escúchame bien, ahora eres propiedad de el imperio otomano una vez que entras al harem no sales amenos que estés muerta y arrojen tu cuerpo al mar, para los peces.

-Hablas bien nuestra lengua mañana mismo irás con mi hijo pero recuerda que tu dueña soy yo cualquier cosa me avisarás ¿Entendiste?

-Si sultana-dijo Ana con miedo y se fue haciendo una reverencia.

Harika Sultan - Principe MehmetDonde viven las historias. Descúbrelo ahora