Su cabello es negro como la noche,
su sonrisa es cuadrada,
sus lunares caóticos,
que me dan ganas de fundirme y besarlos de nuevo.
Lo veo por las noches,
en historias creadas,
en mi mente desbocada,
y en mi corazón.....
El enciende mi mente,
la mantiene contenta,
expectante,
llena,
pero despierto y entonces recuerdo que no existe.
Recuerdo que lo conocí en un lugar muy lejano,
que sus manos cubrían las mías,
sus labios rosados como una frutilla,
y sus ojos profundos,
de nuevo estaba soñando.