enemies to lovers

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Antes de empezar...

Iván/17 años          Rodri/18 años

Rodri = Top / Iván = Bottom

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   Iván estaba en el aula de clases, estudiando para uno de los parciales. De repente escuchó una voz detrás de él.

—Que haces ivancito?

   Iván se dio la vuelta y vio a Rodrigo parado frente a él, con una sonrisa burlona en su rostro. El pelinegro frunció el ceño, preguntándose qué quería Rodrigo esta vez. Iván puso los ojos en blanco y suspiró. —Rodrigo, ¿no podes dejar de molestar? Estoy tratando de estudiar. Rodrigo se acercó un poco más, sonriendo con picardía. —Ah, sí, claro. Eres el estudiante más brillante de la clase. Pero, ¿Qué tal si te desafío a un juego? Si ganas, te dejo en paz durante una semana. Iván levantó la mirada de sus libros y lo miró con recelo. "¿Qué tipo de juego?" preguntó con cautela.—Acompañame— Dijo mientras tomaba su brazo, Iván trató de zafarse, pero Rodrigo tenía una presa firme en su brazo. —¿Dónde vamos?— preguntó Iván, tratando de mantener su tono neutral. Rodrigo solo se rió y siguió arrastrándolo a través del pasillo. —Es una sorpresa—, dijo con una sonrisa picara.


   Rodrigo se giro y cerro la puerta con mucha prisa. A el pelinegro ya no le estaba gustando como iba la cosa, —Creo que ya me tengo que ir.— dijo un poco atemorizado. —Tan rápido? Todavía no hemos empezado...— Respondió el castaño. —¿Empezado qué?— Preguntó Iván, tratando de mantener la calma, pero su voz temblaba ligeramente. Rodrigo se acercó a él, con una sonrisa en su rostro. —El juego, Iván. El juego que te propuse.— 

Iván retrocedió un paso, pero Rodrigo lo siguió. —¿Qué juego? ¡No quiero jugar ningún juego contigo!—Rodrigo se detuvo frente a él y lo miró fijamente. —Ah, pero ya has aceptado. No puedes echarte atrás ahora.—Rodrigo agarro a Iván y lo acorralo contra la pared, el intentaba zafarse de el agarre pero no podía. De repente el castaño comenzó a besar desesperadamente al pelinegro, Este se sorprendió por el beso y, al principio, se quedó quieto, sin reaccionar. Pero luego, empezó a sentir una extraña sensación en su interior. Era como si su cuerpo estuviera respondiendo al beso, a pesar de que su mente estaba confundida. De repente, Iván empezó a devolver el beso, con una pasión que lo sorprendió a sí mismo. Rodrigo se alejó un poco, sonriendo, y le dijo: —No sabes las ganas que te tengo—Iván se sonrojó y bajó la mirada, sintiendo un cosquilleo en su estómago. —No... no sé qué decir—, balbuceó. El castaño se acercó de nuevo y le susurró al oído: —No necesitas decir nada. Solo déjate llevar—.Rodrigo comenzó otro beso, este con mucho más deseo. Iván llevo las manos de Rodrigo a su cintura y sus manos al cuello del castaño para profundizar el beso. Mientras se besaban apasionadamente, Rodrigo deslizó sus manos por la espalda de Iván, acercándolo más a él. Iván, a su vez, profundizó el beso, explorando la boca de Rodrigo con su lengua. De repente, Rodrigo se separó un momento y miró fijamente a Iván con una expresión ardiente. —Quiero verte—, le dijo con voz ronca. —Quiero ver todo de ti.—


   Rodrigo subió a Iván a una mesa que tenia cerca, se saco la remera e Iván hizo lo mismo. Con las remeras arriba, Rodrigo se acercó a Iván y empezó a acariciar su pecho. Iván cerró los ojos y se estremeció al sentir el tacto de Rodrigo. Luego, Rodrigo se inclinó y empezó a besar su cuello, haciendo que Iván se derritiera por completo. De repente, Iván sintió que Rodrigo lo estaba acercando al borde de la mesa. Se abrió los ojos y miró a Rodrigo con una mezcla de sorpresa y excitación. Mientras Rodri besaba el cuello de Iván llevo una de sus manos a uno de los pezones de el pelinegro, lo que hizo que este se volviera loco. El alto era una maquina de gemidos, la manera en la que el castaño lo tocaba era increíble. El mayor miro a Iván y preguntó —¿Puedo?— mientras tocaba el elástico de su pantalón, las palabras no le salían así que solo asintió con la cabeza. 

   El castaño bajo el pantalón de gimnasia que traía puesto el pelinegro y pudo notar la gran erección que tenia este. —¿Todo esto solo por unos toques? No me quiero imaginar como vas a estar cuando te rompa todo.— Dijo Rodrigo burlándose de Iván —Mejor cállate y hazlo rápido, ya no aguanto más.— Rodrigo tomó el pene de Iván en su mano y comenzó a masajearlo lentamente. Iván lanzó un gemido y trató de contenerse, pero el placer que sentía era demasiado fuerte. Rodrigo miró alto a Iván y dijo con una sonrisa maliciosa. —¿Estás seguro de que quieres que lo haga rápido?— Iván se contuvo todo lo que pudo y respondió entre gemidos —Sí, hazlo rápido. No puedo más.— Rodrigo se acercó más y le susurró al oído —¿Estás seguro? Quiero hacerte sentir todo el placer que puedas...— Iván no pudo responder, solo miró con ansia a Rodrigo, que le escuchó con picardía. 

  Rodrigo se agachó y comenzó a lamer la punta del pene de Iván. Este lanzó un gemido y le pasó las manos por el pelo de Rodrigo. Rodrigo subió la presión y comenzó a succionar y morder la punta del pene de Iván, lo que hizo que este se arqueara hacia atrás. Rodrigo seguía lamiendo y succionando, e Iván estaba a punto de estallar. De repente, Rodrigo se paró y miró a Iván. —¿Te gustaría venirte en mi boca?—, le preguntó con una sonrisa. Iván asomaba con la cabeza, incapaz de articular palabras. Rodrigo se inclinó nuevamente y comenzó a succionar con más fuerza que nunca, mientras Iván gemía y se retorcía de placer, Iván no pudo más y se vino en la boca de Rodrigo, quien se tragó toda la leche. Luego, Rodrigo se levantó y miró a Iván con una sonrisa satisfecha. —Ahora es tu turno.— le dijo, quitándose el pantalón. Iván miró con ansia al pene erecto de Rodrigo y se recostó en la mesa. El castaño alineo su miembro en el recto de el alto, sin previa preparación entro de una estocada y espero unos segundos para que el pelinegro se acostumbre a su gran pene. Rodrigo comenzó a moverse dentro de Iván, lento al principio, pero poco a poco aumentó su ritmo. El pelinegro estaba tan en su estado de placer que casi ni se dio cuenta de que rodrigo llego a un nivel de profundidad que ni siquiera el sabia que podía llegar. Iván estaba a punto de estallar por todo el placer que sentía y sus gemidos se volvieron más intensos. Rodrigo se movía con mayor velocidad y fuerza, sin poder resistirse más a la tentación de llegar al orgasmo. De repente, Rodrigo arqueó  la espalda y empezó a correrse en el recto de Iván, quien se vino en la mesa por tercera vez esa mañana. Rodrigo cayó sobre el cuerpo de Iván con él todavía dentro de él. Los dos se quedaron así por unos momentos, recuperándose de sus orgasmos.

  El castaño se levantó y tomó unas toallitas húmedas que tenía en su mochila para limpiar la mesa y le dio uno al pelinegro para que se limpiara. Sin más palabras Rodrigo se vistió y se dirigió a la puerta, cuando estaba en la puerta se giró y dijo —Gracias por esta hermosa mañana, Ivancito. Ha sido un honor ganarte.— Y salió del aula dejando a Iván muy confundido sobre la mesa.


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OLAA, perdon por tardar tanto, esk se me fue la imaginación 💔💔💔

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𝐨𝐧𝐞-𝐬𝐡𝐨𝐫𝐭𝐬 - 𝚁𝚘𝚍𝚛𝚒𝚟𝚊𝚗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora