ºCapítulo 3: ¿Quién le dejó a Chaos el control?º

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Chaos a pesar de ser un villano, no se considera a sí mismo alguien vil y cruel que lastimaría a los pobres e inocentes seres humanos. Según él, era todo lo contrario en su cabeza, que a veces parecía estar llena de mucho aire. Sí, mató a mil quinientos millones de humanos en el pasado, casi hace cinco siglos.

Sí, les arruinó la vida a miles de familias sin ningún remordimiento y solo por diversión, pero también cuido de los niños humanos que encontró solos y sin padres. Sí, envenenó ríos y fuentes públicas como una broma de mal gusto, pero siendo una buena e ingeniosa broma solo para él y su retorcido sentido del humor, en donde humanos adultos salieron afectados de forma irremediable por su culpa.

Y sí, acababa de secuestrar a su némesis y encerrarlo en el sótano hacía unas horas porque tenía planes para él, planes muy divertidos y beneficiosos, pero que solo eran beneficiosos para Chaos, y quizás para los demás compañeros de Chaos. Si es que estos querían participar y usar a Leo para cualquier cosa.

Actualmente, debido a la emoción que sentía recorriendo todo su cuerpo, sus hombros temblaban ligeramente como una mesa coja. Casi podría mover sus piernas de manera infantil y balancearlas desde el asiento de terciopelo rojo en donde se encontraba sentado, mirando la pantalla de la televisión colgada en la pared. Pero no iba a hacer eso.

La imagen del circuito cerrado de las cámaras de seguridad le daban una vista muy divertida de su némesis durmiendo en el suelo en un charco de sangre seca. Era casi divertido. Pero Leo ahora no era la prioridad más importante en esos momentos para Chaos, sino que era el límite de tiempo que tenía para pagar una multa muy importante que había acumulado por idiota, y que sabía perfectamente que lo tenía y que se le estaba agotando el tiempo para poder reunir el dinero y pagarla.

Por unos momentos, Chaos se llevó su mano llena de cicatrices a la barbilla, pensando en lo que debería hacer cuando Leo estuviera en mejor forma para poder jugar como en los viejos tiempos. Sus ojos verdes dirigieron su mirada al techo semi derrumbado y lleno de telarañas tan densas que podían soportar los escombros y yeso pegado que poseían en aquellos instantes.

Se recostó un poco más en el asiento, poniendo todo su peso sobre su espalda mientras pensaba. El material, ya viejo y más seco que una hoja en otoño, crujió levemente.

Él sabía que solo tenía todo el mes de octubre para conseguir el dinero que le pidieron para pagar la multa que le habían dado y que le había llegado por correo al buzón de su casa, y aquel problema lo hizo frotarse las sienes durante dos días completos mientras miraba el papel todo el tiempo.

Su mente estuvo en blanco durante mucho tiempo, Hasta que un día, mientras limpiaba su habitación llena de basura y latas de sopa, se le ocurrió una brillante idea, y esa idea fue hacer un show de televisión en vivo en donde Leo sería la estrella principal, y él, Chaos, sería el presentador y quien llevaría a cabo todas las actividades para el programa.

Y si conseguía reunir 30 millones de Escarlinas antes del treinta y uno de octubre, podría pagar su multa por haber roto hace dos semanas una ventana del castillo en el Reino de las Rosas, cuando fue de visita al tercer continente por órdenes del Rey Andrew para hacer algo de suma importancia que le habían pedido que hiciera. Y le habían pedido expresamente que no rompiera nada y que siguiera el protocolo.

Obviamente, ese último detalle se le olvidó, pues acabó rompiendo una ventana. Cosa que le pidieron explícitamente que no lo hiciera, y que le repitieron más de veinte veces, algunas de ellas se la repitieron dentro del carruaje y otras antes de cruzar la frontera. Y la última advertencia recibida fue antes de cruzar las puertas de aquel palacio lleno de rosas.

Ahora, en esos momentos de reflexión, hundiéndose en sus pensamientos, no pudo evitar recordar ese regaño que recibió nada más volver al primer reino, y que vino de su rey y segundo jefe.

The horror: Nyver Sur +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora