LOLA - Bangchan One Shot.

only one.

___ era conocido por su manera de vestir y la manera en la que hacía presencia, parecía la atracción número uno en cada uno de los antros, discotecas y bares en los que hacía presencia.

Un joven delicado con una energía femenina impotente, algo que atraía a cualquier extrangero desubicado y con ganas de aventurarse con algún latino de la zona.

___ no era un prostituto, no me confundan. Era un simple joven universitario que amaba divertirse en fiestas y llamar la atención, ya que en su universidad tenía que ocultar todo lo que salía a la luz de la luna. Tampoco se metia con cualquiera; tal como una joya poco accesible, difícil de manipular y de encontrar, él no podía dejar que cualquier mano lo manipulara, tenía que ser lo mejor que estuviese presente en la noche, o simplemente ninguna.
¿Y qué era lo mejor para ___? Hombres mayores.

De esos que tienen empresas a su nombre, están divorciados o no aman a sus esposas, tampoco tienen hijos pero sus mismas amantes insisten demasiado con ello, viven de la lujuria fuera de su empresa, y ni hablar de sus colegas de trabajo los cuales estaban en la misma situación en busca de divertirse a sus treinta/cuarenta años. Ese tipo de hombres eran como una manada, lo que le pase a uno, incumbe a todos, jamás se les ve en grandes grupos, pero sí que tienen algo más que grande en aquellas ropas interiores de marca.

___ no tenía su grupo de lobos, eran más que todo pequeños conejitos; todos los conocen pero es difícil encontrarlos en su hábitat natural. Diganme, ¿cuando han visto a un conejo silvestre? Pocas veces. Son fáciles de pasar desapercibidos si eso es lo que quieren, pero cuando las luces y la música  llenan sus sentidos, tantos los atuendos como los movimientos brillan y atraen a cada tipo de especie, desde zorros hambrientos y como máximo, un par de tiburones en busca de entretenerse.

Tanto los tiburones como los zorros eran toscos, buscan lastimar a los conejitos, quieren que sea a su manera y no toman el poder de la lujuria, al contrario, son agresivos y bruscos, algo que a los conejitos no les satisfacía. En cambio esos lobos alfa, que siempre llevaban trajes caros y pulcros a pesar de estar en un hábitat lleno de animales salvajes, seguían manteniendo su aura y acciones en control. Ellos tienen el control que se requiere en sí mismos, el resto no.

Esa era la teoría de ___ que se repetía cada día antes de entrar a algún antro a ser una pequeña estrella, pero siempre la más brillante, delicada y deslumbrante.

El propósito de su manada era atraer lobos y rebajar a los zorros y tiburones que solo querían lastimarlos.

Y Christopher definitivamente era un lobo alfa.

Un hombre multi millonario con mas de cinco empresas a su nombre, siendo el CEO de cada una de ellas, un tipo pulcro de cabello negro y traje del mismo color, un anillo plateado en su dedo anular de su mano derecha y una fina argolla en su oreja izquierda, nada de tatuajes, mucho menos perforaciones en su rostro, de vez en cuando usa collares de plata si ta ocasión lo merece, pero en l amayoria del tiempo se le ve en traje y sus gafas plateadas paar proteger su vista de la luz adictiva de su telefono y computadora. No tiene ningún tipo de vicios, no fuma, no se droga, y toma únicamente en las reuniones de su empresa o en cenas especiales. Tiene una esposa con un solo hijo, actualmente tanto ella como su hijo están de vacaciones en París, ambos disfrutando a la luz de la luna tras acabar un negocio que casi colma la relación entre ambos.

Eran y siguen siendo una hermosa pareja.

La esposa tiene la misma ocupación que su esposo, es por eso que ambos trabajan juntos; sin embargo, ella se dedica al marketing de sus cuatro empresas. Es ama de casa de medio tiempo, pues tras el embarazo, Christopher le prohibió volver a sus doce horas de trabajo y ahora solo trabaja cuatro. El niño no hace nada, es un simple sol que adora a ambos de sus padres, pero por el saturante trabajo de Christopher, él no puede verlo muy seguido, solo de siete de la noche a cinco de la mañana, de resto, es un hombre perdido.