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¿No les ha pasado que se vuelven ignorantes hasta que la vida se los restriega en la cara?


Escuchen las palabras sabias de quienes tienen más recorrido que ustedes


Háganlo


Porque la vida se los recordará con el tiempo. 

Cuando éramos pequeños, siempre escuchábamos las típicas frases: "Te acordarás de mí cuando te pase" o "Aprovecha ahora que después te arrepentirás".

Yo las he escuchado muchas, pero muchas veces. Tanto de mis padres como de mis tutores y familiares. Y en medio de la terquedad natural de un joven, siempre decía: 

"Eso no me va a pasar". O simplemente, cada vez que presentía que iban a comenzar con el mismo discurso, me llenaba de fastidio, pensando que ya empezarían otra vez.

Ciertamente los escuchaba, pero hay una línea que separa la diferencia entre escuchar y entender lo que te dicen. 

Podría recordar muchas ocasiones en que solo escuché por escuchar. Sin embargo, hoy me di cuenta de algo que me motivó a compartir esto.

Suelo dejar de lado los típicos clichés o como quieran llamarlos, las promesas o deseos.

El año pasado, en una charla, observé con fastidio a un señor que decidió dar una conferencia justo a la hora de la salida. Era diciembre y, claramente, lo que más queríamos era ir a casa para dormir o hacer cualquier actividad ociosa.


Estuvo hablando durante unas tres horas...


Tengo la habilidad de mirar a la persona sin escuchar absolutamente nada, solo asintiendo con la cabeza mientras pienso en cualquier otra cosa. Sin embargo, en uno de los temas que trató, habló de la importancia de trazar metas. Y claro, volvió a la típica frase otra vez:


"Háganlo, aprovechen que están jóvenes".


En ese momento, esa palabra hizo que el fastidio se apoderara de mi mente; ya tenía hambre y sueño. Pero lo que dijo después resonó en mi cabeza por un buen tiempo.


"Hagan una lista de las cosas que les gustaría cumplir el próximo año"


Estuve pensando en eso todo el camino de regreso y durante varios días. Como suelo ser competitiva, decidí ponerme a prueba y coloqué las metas más difíciles de alcanzar para mi yo de ese entonces.

Sí, eran alcanzables, pero en mi cabeza me tomaría años cumplirlas. 

A regañadientes, escribí la lista. Llegó el año nuevo y, con él, tantas cosas nuevas que olvidé esa lista por completo. Sin que me diera cuenta, poco a poco empecé a hacer muchas más cosas de las que había escrito, incluso algunas que nunca pensé en dominar o que se me harían dificiles de manejar.

Pero no fue así, si hablara con mi yo de diciembre... No me lo creería.

Hace poco quería distraerme leyendo esas notitas que guardaba por ahí y dije: "Leeré esto en otra ocasión".

Pero esa ocasión no duró, porque me encontré el conferencista de nuevo cuando caminaba por las instalaciones de una empresa, en cuanto lo ví, recordé esa lista y en lo que había cumplido hasta ese momento.

"No me jodas", pensé sorprendida porque había una meta en específico que creí que nunca se cumpliría. De regreso inmediatamente la busqué, ¿adivinen qué? habían varias, pero solo había cumplido dos.

Pero eran las dos metas más inesperadas para mí.

Yo tenía presente esa lista al inicio del año, pero irónicamente cuando la olvidé... Dos de esos deseos se cumplieron. 

Así que me permito decirte que no es una mala idea escribir esa lista de metas imposibles y tal como dijo el conferencista: 


"No es necesario que se cumpla inmediatamente, puede tardar años. La idea es que lo escriban y confíen en ustedes. por más imposible que sea la vida da muchas vueltas"


Háganlo, no pierden nada. 


Pueden hacer una al final de este año o una lista para cumplir hasta diciembre. Llegará un momento dónde lo olvidarán y el destino se encargará de recordarselos con acciones.

Haganlo, todavía pueden hacer su lista; Porque todavía tienen la oportunidad de vivir más días...




Att: Palabras de S.




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