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Cuando terminaron de comprar el muérdago, Sana se había ofrecido a invitar unos helados, sin embargo, Tzuyu se adelantó, pues creyó que debía devolverle el gesto por obsequiarle el muérdago

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Cuando terminaron de comprar el muérdago, Sana se había ofrecido a invitar unos helados, sin embargo, Tzuyu se adelantó, pues creyó que debía devolverle el gesto por obsequiarle el muérdago.

Pero no podía negarse que los nervios la estaban se la estaba comiendo de adentro hacia afuera.

──¿Cómo sabes que mi sabor favorito es la frutilla? No se lo he dicho a nadie. ──cuestionó Sana lamiendo la bola de helado mientras tomaba asiento en una banca del parque.

──Intuición supongo, me arriesgué y parece que gané. ──respondió Tzuyu juguetona con una sonrisa, Sana la imitó arrugando su nariz.

Ambas se sentaron y comenzaron a comer sus respectivos conos.

Tzuyu estaba algo dudosa. Lo que dijo en Twitter y las respuestas de sus amigas le dejaron con mil preguntas en la cabeza que no era capaz de hacerle a la mayor.

¿Y si era cierto que Sana quería besarla?

¿Por eso le regaló un muérdago?

Había visto en las películas de navidad que las parejas o enamorados tenían la tradición de besarse bajo estos para perdurar su lazo y que su relación se mantenga estable por mucho tiempo.

Oh por dios... ¡¿Acaso le gusto a Sana?! ──pensó y dejó de lamer el helado para mirar de reojo a la japonesa, quién tenía su vista fija al frente mientras se comía el suyo.

Parecía estar de lo más tranquila y como si no supiera el dilema que ha creado en ella con solo comprarle ese ridículo muérdago.

Debo estar delirando, eso es... ──nuevamente se dijo a sí misma en mente.

──Esos niños nos miran raro, será porque estamos comiendo helado en pleno invierno supongo. ──comentó Sana con una sonrisa y Tzuyu salió de sus pensamientos gracias a esto.

──Uh si... ──rió nerviosa.

Es ahora o nunca podré salir de duda. ──sentenció en su mente antes de hablar.

──Sana ──la mencionada volteó mientras masticaba lo que quedaba de su cono, haciendo un leve gesto con las cejas, incitando a la menor que continuase. ──¿por qué me compraste este muérdago? ayer por mensajes me dijiste que querías comprarlo para ti y de repente me lo has obsequiado.

Intentó no titubear, aunque fuera tan evidente lo temblorosa que sonaba su voz cuando estaba nerviosa.

──Mmh, tómalo como un regalo de navidad.

──¿Eh?

──Un regalo tontita ──repitió burlesca. ──, estás muy rara, ¿de casualidad te picó algo? y tus mejillas están rojas otra vez, ¿tienes fiebre acaso? ──el tono fanfarrón y cómico de Sana no se iba y solo ponía peor a Tzuyu. La menor negó y cubrió sus mejillas nuevamente, luego tocó su frente.

──No tengo fiebre, el viento frío de invierno me está quemando la cara, es eso. ──se excusó desviando la mirada. ──pero, me parecía extraño... ya sabes, como en las películas... ──se detuvo un segundo dudando en si mencionarlo o no. Se había hecho muchas interrogantes a causa de su delirio, era una fiel creyente a su enamoramiento con la japonesa pero no quería sonar tan imprudente al cuestionarle el por qué de su obsequio y que la mirase como un bicho raro.

──Tierra llamando a Tzuyu~ ──Sana movió su mano frente al rostro de Tzuyu, sacándola de su pensamiento, de nuevo. ──¿es una nueva costumbre tuya dejar las oraciones a medias y entrar en viajes astrales?

──L-lo siento... No sé si decirte esto...

──Adelante, sabes que estamos entre amigas, no sientas vergüenza.

Tzuyu asintió de acuerdo y prosiguió.

──Bueno, te decía que en las películas hay tradiciones donde las parejas se besan bajo un muérdago, así refuerzan su lazo amoroso.

──Okay. ──Minatozaki entrecerró su mirada fija en la menor, escuchando atentamente cada palabra que decía ésta.

──Y yo creo que tú...

Sana alzó sus cejas sorprendida, había comprendido de inmediato a qué se refería. ──¿crees que te voy a besar?

Tzuyu carraspeó.

──Uhm... ¿S-si...?

Sana adoraba a Tzuyu, tanto como gustaba de ella y jamás haría algo para lastimarla, le tenía mucho aprecio. Tampoco podía negar que le dolió saber que gustaba de otra persona y no tener idea de quién se trataba era aún más duro.

La mayor parte del tiempo, su relación de amistad se basó en confianza mutua y un poco bromistas.

Sana pensó que tal vez hoy no sería la excepción.

──Pues claro Tzu, qué otra función tendrían los muérdagos.

Pero recuerden que, entre broma y broma, la verdad se asoma.

Mi helado favorito es el de frutilla, Sana es mi bias y por ende yo quiero que también le guste 😽

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Mi helado favorito es el de frutilla, Sana es mi bias y por ende yo quiero que también le guste 😽

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⏰ Última actualización: Nov 03 ⏰

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mistletoe kiss ; satzu auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora