15. linaje

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Pasaron 5 meses desde que al fin parecía que ambas casas pudieron llegar a la paz, faltaba poco para que se cumpliera el año y yo no podía darle un hijo a Max... En mi mente solo podían pasar imágenes de mi mamá "sufriré su mismo destino" pensaba todas las noches... Sinceramente no creía que mi esposo pudiera criar a un hijo solo si yo moria, yo tuve la dicha de tener hermanos Pero... Aquí ni siquiera tendría a sus tíos.
Daniel.. con quién intercambie algunas palabras, no parece alguien capaz de soportar criar a otro niño en su corazón.
George... Quien sorprendió a todos por su compromiso con Lewis, algo inesperado que ni yo me esperaba, ahora tenía una vida.
Lando... Estaba en espera de su hijo, quizás el y mi hermano podrían darle un hogar pero dudo que Max le permita a alguien llevarse a su primogénito.
Lance... De el no sabía nada, las únicas veces que lo ví fueron: en mi boda y cuando se lo llevaron, Max intento reconciliar su relación con el pero este se nego rotundamente exclamando que jamas volverá a verle la cara o saber de el.
Si traía un ser al mundo.
"estaría solo".
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Abrir mis ojos está mañana fue algo bastante difícil, sentía mis párpados pesados, mi cuerpo adolorido y mis emociones por el suelo, levantarme se sintió como si me golpearan con un martillo... Desde la semana pasada me siento de esta manera, todo por qué Max se enfado ante otro fallo, gritando y reclamando mi fertilidad para el colmo al contarle la historia de mi llegada a este mundo fue la gota que derramó el vaso ya que para el fue como decirle "No puedo darte lo que quieres" .
A diferencia de otros días, no merendé con Yuki y Kelly al contrario me encamine al despacho de mi marido en busca de su compañía, al tocar la puerta de una manera única para que todos supieran que era yo, el "pase" del otro lado se escuchó tan seco que me hizo dudar de mis acciones, Pero al final me arme de valor e ingresé, los ojos azules de mi esposo me observaron con molestia, una acción que me erizo toda la piel y con timidez susurre --Ma.. Max, puedo estar contigo, no me encuentro bien-- no hubo respuesta --Sa... Sabes, mi madre me dijo que la fé nunca la perdió y... Y nací yo-- el solo seguía mirando todos esos papeles en su escritorio --Yo... -- al final trague mis palabras para cerrar la puerta y dejar de molestarlo, con un animo aún peor que antes tome rumbo al patio tracero.
Me sente debajo del sauce llorón que estaba cerca del canal suministrador de agua y me concentre en buscarle formas a las nubes en un intento de olvidar todos los malos pensamientos, perdí la nocion del tiempo hasta que una mano toco mi hombro --MAX!-- pero al voltear - perdón.. yo te vi y quise saludarte antes de partir- ver a mi cuñado me desilusionó pero no podia demostrarlo --ho.. Daniel, no te preocupes pero ¿por qué dices despedir?-- el se vio sorprendido por mis palabras -Como? No lo sabes? Pensé que Max te había contado- ante mi negativa el prosiguió - me dirijo a la casa Lec para solucionar unos inconvenientes financieros- asentí para desearle un buen viaje Pero el se acomodo a mi lado quedando ambos en silencio... - No dejes que la actitud de Max te afecte, el solo está frustrado y tiene miedo- eso me tomo por sorpresa - Si quieres ser feliz tendrás que aprender a dejar solo a mi hermano de vez en cuando, de lo contrario "te volverás loco"- el rostro de Daniel se mostraba tan serio que me hizo entender que hablaba desde la experiencia --Gracias-- fue lo único que pude decir acompañado de una sonrisa, el me observo con tranquilidad, acaricio mi cabeza como todo hermano mayor haria y luego se puso de pie para marcharse... La verdad necesitaba la compañía de alguien como Daniel, el irradiaba una aura de protección e indudable confianza que te calmaba cualquier duda... Algo que mi corazón necesitaba en estos momentos.
Después de esa charla con mi cuñado empecé a meditar alguna solución y concluí que a lo mejor necesitamos tiempo, con todo el valor enfrente de nuevo ese muro de roble oscuro y en vez de tocar la puerta entre directamente encarando al alfa que de nuevo me miró de manera molesta, sin dejarlo reclamar mi actitud le exijo --Quiero ir a mi hogar por un tiempo-- la manera en que sus ojos se oscurecieron provoco un ligero temblor en mi cuerpo --Hace mucho que no veo a mi familia y ya los extraño, a demás creo que, me vendrá bien visitarlos-- el cerro con fuerza el cuaderno que revisaba mirándome fijamente -NO- arrugue mi frente en enojo --¿Porqué?-- se levantó lentamente, rodeo su escritorio y me abrazo -No me dejes- mis párpados casi tocan mis cejas de la impresión "¿estaba llorando?" -se que me porte mal contigo, pero es que estoy tan frustrado... Y saber los riesgos me carcomen día a día, a veces me cuestionó si soy egoísta o solo alguien normal deseando jugar a la casita con una niña o a los cazadores con un niño y...... no sé si estoy dispuesto a perderte- correspondí a su abrazo para responder --yo me preguntó si seré tu maldición-- reímos bajitos.
Después de eso pasamos el resto del día charlando y disfrutando el uno del otro como nunca.
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1 año
Un año paso sin poder lograr que me embarazara, era tan frustrante al punto de causarme una fuerte depresión, a veces me preguntaba como hizo mi madre para sobrellevar todo esto... Ver a mi sobrino de 4 meses "Oliver" como lo bautizo Carlos, era como mi terapia además el permiso de Lando al dejarme cuidarlo de vez en cuando nos daba mucha felicidad a max y a mi, le compramos regalos e incluso lo llevamos a pasear o a cazar Pero, todo con el permiso de Lando, Carlos no contaba como figura para dar permiso.
Por otro lado George y Lewis adoptaron a un niño que se ganó su respeto en las competencias de caballería, su nombre era Kimi, un chico muy agradable con mucho talento.
Sinceramente era frustrante ver cómo todos podían hacer sus vidas en total tranquilidad mientras el y Max parecían ser los únicos atorados, quizás el es joven pero su marido no, ya tenía más que la edad para ser padre, llegando a la conclusión de que era su culpa una tarde donde disfrutaban el cantar de los pájaros, la brisa de la primavera, el delicioso sabor del té, ambos tuvieron una discusión.
--Max... Tal vez si... Tienes-- trague secamente antes de terminar --otra esposa.. podrías ten-- el quebrar de la taza no me dejó terminar, todavía recuerdo como el aroma de mi alfa se torno amargo del enojo y la agresividad con la que contesto -NO SE TE OCURRA TERMINAR DE PRONUNCIAR TAL ABERRACIÓN SI QUIERES SEGUIR VIVIENDO- lo mire incrédulo --SOY REALISTA, MIRAME, No.. no puedo-- el pateó la mesa enojado -¡NO ME IMPORTA! si no eres tu, no quiero nada- esas fueron sus palabras, unas que jamás se borraran de mi mente.

Ojos Azules - Chestappen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora