" Roseanne Park y Kim Jisoo tenían un relación de sexo sin compromiso.
¿Pero que pasa cuando una de ellas quiere algo más? "
- original.
- angst, smut.
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Tiempo Atrás.
En el primer año de la carrera medicina, Kim Jisoo decidió salir del closet como parte de la comunidad queer. Al principio estaba nerviosa y no quería mencionar nada de eso a nadie. No tenía con quien hablar del tema debido a que todo su círculo social era abiertamente heterosexual o —heterocuriosos—.
Termino recurriendo a su compañera de carrera, Roseanne Park, a quien conocía desde bachillerato pero nunca había sido cercana. Era la única persona safica (ya que no sabía si era hetero o bisexual) que conocía. Para su fortuna la mayor fue bastante cordial y amable, escuchándola y aconsejandola de una manera muy atenta. Fue incómodo por momentos ya que la extranjera era algo callada y Jisoo trataba de mantener un ritmo movido en la conversación.
Pero fuera de eso, ambas lograron mantener una experiencia cordial. ¡Incluso intercambiaron números! Lo cuál era algo bueno teniendo en cuenta que tenían personas en común.
Jisoo decidió comprarle un café a la neozelandesa en forma de agradecimiento por haberla ayudado con los estudios del examen de matemáticas, también por haberla apoyado tanto el día que decidió ser tan honesta.
Bueno, su problema principal era que no sabía que sabor comprarle un caramel latte (que suponiendo por las vibras de la contraria le gustaría) mientras que ella se compraba el clásico de vainilla. Estaba algo perdida por el campus, no sabía en que sitios solía frecuentar la rubia, ya que, nuevamente, ellas no eran cercanas en lo absoluto. Jisoo busco unos minutos hasta que diviso un semblante leyendo unos cuantos cuadernos con ensalada cerca.
Camino ligeramente para comprobar si era ella, aseguró sus sospechas cuando pudo ver el pequeño gesto de tener la nariz fruncido que había notado que Park hacía cada que se estresa ligeramente (detalle que había notado debido a sentarse cerca de ella en la clase de química).
—¿Park? Te traje algo eh… —Se calló unos segundos al sentir la mirada caramelizada de la contraria posarse en ella. — En forma de agradecimiento por haberme tranquilizado, en verdad lo necesitaba en esos momentos. También por lo del examen. No sabía si tenías un sabor favorito.
Los ojos de la azabache se iluminaron en el momento en que vio una linda sonrisa hermosa posarse en los carnosos labios contrarios. Ella jamás había entendido porque la gente se atraía tanto a los hoyuelos hasta que vió esos pequeños huecos hendidura en la sonrisa radiante de Roseanne. Por un momento pudo sentir como el calor subía a su cara solo por ese pequeño e inocente gesto, que, en verdad, no significaba nada.
—¡Muchas gracias, Unnie! De hecho, es mi favorito. —La rubia aceptó la bebida dándole un gusto gustoso al café que Kim había traído. Hablando de Kim, la azabache se vio obligada a sentarse en el banco cerca a la rubia para calmarse, estaba desorientada y algo aturdida, provocando que sus piernas flaquearan. Suspiró fuerte preguntándose si una sonrisa podría causar tantas cosas en alguien.
O estaba volviéndose loca.
—¿Te molesta si me quedó aquí? Mi mejor amiga tiene una exposición súper importante y no creo que salga a tiempo para que desayunar. — Esto era mentira, en realidad Minhee (su mejor amiga) estaba rodeando por el campus junto a su novio, sí, tenía una exposición algo importante, pero esa era después del tiempo de receso.
