Cap 1: Girasoles

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Era un día nublado en la ciudad de Liverpool, Reino Unido. Yo estaba tranquilamente en mi habitación, preparándome para ir a la preparatoria de nuevo, agarré mi mochila que estaba decorada con pines y salí de mi habitación pero sentí que algo me faltaba. ya tenía llaves, hidratante para labios y gel anti-bacterial hasta que me di cuenta de lo que me faltaba, mis pastillas.
Las pastillas que yo tomo son color amarillo, no son azules que me recuerda el cielo  azul despejado, para mi ni rojas que me recuerdan a la sangre o a las fresas. Son amarillas. Amarillo: un color que para muchos representa la felicidad pero a mí me recuerda a los girasoles, tulipanes, los narcisos, y lirios. me encantan las flores solo que los girasoles me dan alergia, pero ahora si, los amo. Son mis flores favoritas je también son las favoritas de mi madre , mi padre me dice que no me deberían de gustar tanto por mi alergia a ellos, pero yo  no le tomo importancia. Me hace bien o me hace mal.

Agarre mis pastillas y las metí a mi mochila, cerrándola. Otra vez volví a salir de mi habitación y cerré la puerta a mis espaldas, bajé las escaleras pero me encontré con mi padre antes de irme, así que me despedí. —oye papá, ya me voy a la escuela. Bye bye— me di la media vuelta y estaba apunto de salir hasta que mi padre me detuvo.  —Paul, hoy cuando llegues de la escuela vamos a visitar a tu madre que está en el hospital, es que se puso grave.—  Yo tarde unos segundos en contestar —Ah... si, está bien..—  dije en un tono despreocupado cuando claramente estaba más que eso. Pero ahora si, me fui en seco. cerrando la puerta a mis espaldas y yendo de camino hacia la preparatoria.

Entré por la puerta principal de la escuela, metiéndome al pasillo que estaba lleno de adolescentes de 15, 16, 17  y 18 años. Llegué a mi casillero y dejé 2 libros y un cuaderno donde anotaba canciones o cartas que hacía. Cerré la pequeña puerta de mi casillero y al lado de mí vi a Pete, mi amigo.  —hey Paul—  me saludó  —Hola Pete.—  le respondí, yo no era muy cercano a él pero ahora si me agradaba. --¿Que pasa?— pregunté con curiosidad mientras caminaba por los pasillos de la preparatoria a un lado de él. —nada... solo te quería preguntar algo—  lo miré curioso —¿Y que es?—. El guardo un pequeño silencio —Pues.... Es que te quería decir que Jacob va a dar una fiesta mañana, el sábado en la noche. Y como no tengo a nadie con quien ir, te quería preguntar si de pura chiripada vas a poder acompañarme— dijo Pete con un tono confiado. —espera, ¿Jacob?— Pregunté, un tanto nervioso de verlo, es que es el que me gustaba.  —Si, Jacob— respondió Pete.
—Ay dios, ya me puse nervioso. Pero si, si quiero ir contigo— Dije con una sonrisa. —¡Eso es todooo!, bueno, ya me debo de ir a clase, después nos vemos— Después de su pequeña despedida, entró a clase de de biología, desapareciendo de mi vista. Yo camine y entré al salón donde tenía la clase de ciencia

Después de la escuela, llegué a mi casa, recordé lo que me había dicho mi padre en la mañana. Así que rápidamente subí las escaleras hacia mi habitación y dejé mis cosas adentro. Me vestí rápidamente y luego salí de mi habitación y fui con mi padre.  —Oye papá— esperé a que respondiera. — ¿Si, Paul?— preguntó.   —antes de ir al hospital, ¿podemos pasar a una florería por girasoles?— Mi padre me miró con extrañeza —¿girasoles...?— preguntó.  —Si, girasoles— respondí.  — pero eres alérgico a ellos— dijo el mayor. —para mi no son, son para mamá—  El mayor guardo un pequeño silencio —Ahh, okey. Pero ya vámonos—   Asentí con la cabeza.

Salimos de la casa y fuimos a la florería, compré dos girasoles y salí de la tienda. Mientras estábamos en el pequeño viaje de camino al hospital, mi nariz se empezaba a poner roja por los girasoles pero no le di importancia. Cuando llegamos al hospital, estuvimos un rato en la sala de espera hasta que al final nos pasaron a la habitación donde estaba mi madre... se veía tan..pálida y sin fuerzas.. me rompio el corazón verla en ese estado. Mi madre me vio y me llamó —Paulie..?— Dijo mi mamá con una voz débil. Yo me acerqué a donde estaba recostada y la miré. —Hola mamá, te traje algo— dije con la voz quebrada, aguantándome un inmenso mar de lágrimas. Agarre el par de girasoles y se los enseñé. Ella sonrió al verlos —Mi paulie... gracias— dijo con su sonrisa débil.  —no hay de que—  Ella noto mi nariz roja   No la mencionó. Hasta que su pulso estaba cada vez más débil, se escuchaban los pitidos que indicaban como estaba su pulso cada vez más bajo. Ella con las pocas fuerzas que tenía extendió la mano para que se la agarrara. Yo no reaccioné, mis ojos se cristalizaron y no le tomé de su mano, no quería aceptar que esa era tal vez la última vez que la veía. —Pauli—... Se escuchó un pitido.. miré la máquina y vi que ya no estaba pitando. En ese momento reaccioné. Comencé a llorar fuertemente y abracé el cadaver —ALGIEN HAGA ALGO!— grité entre lloros, mi vista se había nublado por las lagrimas y alcancé a ver cómo venían doctores y enfermeras. Mi padre me agarró por atrás para sacarme de ahí. Yo estaba llorando a gritos. —NOOOO, NOOOOO!— gritaba mientras mi padre me sacaba de ahí, me intentaba safar de él pero no tuve éxito, quería decirle a mi madre cuanto la quería..

Pasaron unas horas y volví a mi casa en la madrugada, con los ojos hinchados de tanto llorar. Me preguntaba ¿por qué no tome su mano? ¿Por qué hice eso?, etc. llegué a mi habitación y me recosté boca arriba en mi cama, mirando el techo pensando en miles de cosas. Cada vez me sentía aún más y más peor. Me puse de pie y busqué mis pastillas amarillas y me tomé solo una en seco, sé que no estaba bien hacer eso pero lo hice. Además, no creo que me pase nada por tomarme solo una. Volví a mi cama un poquito más tranquilo e intenté dormirme, llorando hasta quedando profundamente dormido.




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Espero k les haya gustado, lo hice con mucho cariño 💗💗

I Want You (Mclennon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora