-Mime -Alberich entro a la habitacion de su pareja e inmediatamente este escondio sus brazos detras suyo-. ¿Que escondes?
-Nada -respondio rapidamente.
-Mime
-Ya te dije que no es nada
-No te creo -se acerca hasta quedar frente a él-. Por favor dime que no volviste a hacerlo
-¿Que? Claro que no ¿por quien me tomas Alberich? Ya pase por eso
-¿Por que chorrea sangre detras tuyo entonces? -pregunto mirando las gotas de sangre detras suyo-. ¿Me diras? -Mime no responde-. Sientate, te vendare antes de que te sientas mal
-Esta bien
Minutos despues
-Listo -termina de acomodar la venda-. Tendre que cambiarlas dentro de un rato pero al menos evitara que te desangres
-Gracias amatista -le sonrie.
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-Nada de gracias. ¿Por que lo hiciste? Dijiste que ya no lo harias -regaño.
-Aun me siento culpable por lo que paso con mi padre
-Eso fue un accidente
-Aun asi fui yo quien lo mato siendo que él me cuido mas que a nada
-¿Y por eso te lastimas? ¿No te parece suficiente con haber muerto?
-¿Y eso que? Yo volvi a la vida pero el sigue muerto y enterrado metros bajo tierra
-Me estas obligando a quitarte tu arpa, no puedes seguir haciendo esto, aun no le he dicho nada a la señorita Hilda pero creo que ya es momento de que lo haga
-No, si lo haces me quitara el puesto de dios guerrero
-Entonces deja de lastimarte a ti mismo, no es la primera y seguramente no sea la ultima vez que lo haces
-Esta vez si sea la ultima
-Para asegurarme me llevare tu arpa -toma el arpa que estaba a su lado sobre la cama-. La tendre hasta ver que de verdad no volveras a herirte
-No soy un niño que necesita supervision
-Tienes razon, un niño no haria eso
-No me vengas con tus frases reflexivas Alberich
-Cubrete las heridas -se levanta-. Te esperare afuera, iremos a ver a tu padre
-¿Te llevaras el arpa?
-Si
-Esta bien
-Lo hago por tu bien
-Si ya lo se, no debes repetirmelo -Alberich revuelve su cabello-. Sabe lo todo
