Hometown Glory

Two

No fui a la fiesta que se ofrecía  después, yo no podía "celebrar" su vida, cuando fue tomada tan egoístamente .
La policía aún no ha encontrado a la persona que arrebató su vida, si algún dia lo encuentro juro que los mataria lenta y dolorosamente como lo hizo con Harry. Su muerte no fue justa. Sufrió muchísimo.
Quite mi vestido, y lo arroje por la habitación con enojo.
Agarre una camisa vieja de al lado, y la arroje sobre mi cabeza, tirando de ella por mi torso.
Miré hacia abajo, y me di cuenta que era una camisa vieja de Harry. No me lo quite, sin embargo,olía a él, me imaginaba que el estaba envolviendo sus brazos alrededor de mí, que me sostenia.
Me acoste en la cama, agarre con fuerza mi almohada,la abrazo, y enterre mi cara entre esta.
Seguí pensando en él, cuánto dolor debe de pasado antes de morir, el miedo que debe de sentir, que todo estaba dentro de mí, que sus sentimientos se virtieron en mi cuerpo.
Me encontré abrazando a mi almohada, llorando, no podía controlar mis emociones.
Me dolía el estómago a causa de mi llanto, mis ojos estaban crudos, todo mi cuerpo estaba lleno de dolor, quería dejar de llorar, pero yo.. yo no podía
Si Harry todavía estuviese vivo, estaría abrazandolo, no a la estupida almohada..pero por otra parte, si él estuviera aquí, yo no estaría llorando en primer lugar, estaríamos riendo y bromeando o viendo la misma pelicula de siempre que he visto cientos de veces y comiendo pizza. Mi vida parecía tan aburrida ahora, como una nube oscura que se acaba de comer el sol, Harry se fue y me dejó aquí. Suspiré con fuerza.
De repente, la temperatura en la sala bajo, un escalofrío corrió por toda mi medula espinal. Sentí una presencia,había alguien conmigo. Fue tenebrosamente reconfortante, sentía que alguien me observaba fijamente.
-¿Hola?- Pregunté con la voz quebrada por tanto llorar, agarrando la almohada más fuerte. En ese instante la temperatura del cuarto volvió a elevarse. Recorrí mi habitación. Nada. Era mi imaginación jugando de nuevo. Haciéndome sentir como un idiota. Cerré los ojos con fuerza. Necesitaba una ducha, mi rimel probablemente estaba por toda mi cara y mi pelo estaria por todos lados. Pero realmente ... ¿A quien le importa? No me importa nada. Ni siquiera la forma en que me veía.
-Te odio!- Grité hasta que me dolieron mis pulmones lanzando la almohada por el cuarto- ¿Por qué simplente no vuelves?- Lancé mi cara en mis manos. Realmente no lo odiaba, odiaba el hecho de que se había ido. El hecho de que nunca volvería a verlo.Me volvi a acostar. Sentí mis ojos cada vez más pesados, mi cuerpo se estaba cerrando, pero yo no quería dormir. Yo tenía miedo.
Pero mi cuerpo no escucho, caí en los brazos de morfeo y mi mente se lleno de pesadillas con imágenes de mi mejor amigo, muerto.