02|Mi pueblo

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02
MI PUEBLO
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-¡Niños! ¡Niños! -exclamó Jocabed desde la puerta- Vengan, es hora de almorzar.

Miriam y Aaron corrieron hambrientos a la casa, pero los otros dos niños, los más pequeños, parecían estar en su mundo de juegos, un mundo libre de esclavitud y dolor donde sólo eran ellos dos contra el mundo.

-¡Samira! ¡Moisés! -Los llamó- vamos, vengan a comer.

-No quiero comer, me gusta jugar contigo -Expresó el pequeño Moisés.

-A mi también me gusta jugar contigo, pero tengo hambre -se sinceró la niña, agarrando sus juguetes de madera.- vamos -le extendió su pequeña mano.

Moisés suspiró, la tomó y ambos corrieron al interior de la casa. Samira pasaba mucho tiempo en casa de sus amigos, porque su madre estaba trabajando en los campos y solo la veía por las noches.

Pero con tan solo 3 años, era muy feliz pasando tiempo con sus amigos, comiendo la deliciosa comida de Jocabed, escuchando las historias de Num y jugando con su mejor amigo, Moisés.

Todo cambió cuando Moisés fue llevado al palacio. Fueron noches donde el pequeño príncipe de 3 años, no podía dormir ni dejar de llorar por su mamá.
La princesa Henutmire tenía la esperanza de que, con el tiempo, Moisés pudiera acostumbrarse al palacio y a que ahora ella era su madre.

Todo cambió un poco cuando conoció a Ramsés, pero el giro de 180 grados se dió cuando el pequeño príncipe conoció a Nefertari.

-¿Te agrada Nefertari, querido?-sonrió la princesa, al verlos jugar tan a gusto.

-Si -asintió- es igual a mi mejor amiga de la villa, me recuerda mucho a ella -miró a su madre- ¿Podremos visitarla pronto?

-Me temo que eso no será posible, pero Nefertari puede ser tu mejor amiga ahora.

-Y yo también -Ramsés estaba jugando con ellos, siempre siendo los 3 inseparables.

-Claro que , los tres pueden ser mejores amigos -Henutmire dejó un besito en la cabeza de su hijo.

-¡No quiero!-se levantó molesto- ¡Samira es mi mejor amiga, no ustedes!

Moises se fue corriendo del harem, y la princesa se vió destrozada por esta actitud del niño. Él no aceptaba vivir en palacio, pero era muy pequeño como para recordar todo eso para siempre y, con el tiempo, olvidó por completo toda su vida en la villa. Olvidó a su madre, a sus hermanos, a sus tíos y a su mejor amiga.

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⏰ Última actualización: Sep 23 ⏰

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𝗛𝗘𝗦𝗘𝗗: siempre fue usted | Moises y los Diez MandamientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora