︵⌣ ིྀ ⌣︵
Después de aquel café, los días de Ni-ki comenzaron a cambiar por completo. Su rutina habitual, la que siempre había sentido como una secuencia repetitiva y vacía, ahora tenía una nueva vibración. Las mañanas ya no eran solo el inicio de un día más, sino una oportunidad para saber de Jungwon. Cada mensaje que intercambiaban, cada llamada, lo llenaba de una emoción que nunca había experimentado antes.
No pasó mucho tiempo antes de que Ni-ki y Jungwon comenzaran a verse con más frecuencia. Lo que comenzó como paseos ocasionales y cafés se transformó en largas noches conversando, en cenas improvisadas y momentos compartidos en la intimidad de sus lugares favoritos. Había una sensación de inevitabilidad en su relación, como si todo lo que había ocurrido hasta ese momento los hubiera llevado a estar juntos.
Para Ni-ki, cada momento con Jungwon era una revelación. El era más que el chico perfecto que había imaginado. Era humano, con sus propias inseguridades y miedos, pero también con una fuerza interior que lo cautivaba. Jungwon se mostraba tal como era: honesto, directo, y con una capacidad de empatía que Ni-ki admiraba profundamente. En poco tiempo, se dio cuenta de que ya no podía imaginar su vida sin el.
Una noche, mientras caminaban por el parque después de una cena tranquila, Jungwon rompió el silencio que los envolvía.
"¿Alguna vez has sentido que estás destinado a algo más, Ni-ki?" preguntó, mirando hacia las estrellas que apenas se asomaban en el cielo nocturno.
Ni-ki lo miró, pensando en la magnitud de su pregunta. Claro, había pensado en eso antes. En las noches solitarias, cuando se preguntaba qué estaba haciendo con su vida, había sentido que faltaba algo. Pero ahora, mientras caminaba junto a Jungwon, esa sensación se había desvanecido. Con el, sentía que había encontrado algo más grande, algo que lo completaba de una manera que nunca antes había conocido.
"Creo que sí," respondió finalmente, su voz suave. "Siento que te he encontrado a ti, y eso lo cambia todo."
Jungwon se detuvo, sus ojos buscando los de él en la penumbra. La intensidad de su mirada hizo que el corazón de Ni-ki latiera más fuerte.
"Sabes que no soy perfecto, ¿verdad?" dijo el, casi en un susurro. "Tengo mis propios demonios. A veces, siento que te idealizas la idea de quién soy, pero no soy ese chico de la portada de una revista."
Ni-ki se acercó, tomando sus manos entre las suyas. Sabía que Jungwon había notado esa chispa de fascinación que había sentido al principio, esa imagen idealizada que había construido en su mente. Pero lo que Jungwon no entendía era que, con el tiempo, esa imagen había cambiado.
"Ya no te veo como ese chico de portada," dijo Ni-ki, sus ojos fijos en los de el. "Eres mucho más que eso. Eres real, con todo lo que eso implica. Y es por eso que... te amo."
Las palabras salieron antes de que pudiera detenerse, pero no se arrepintió. Había pensado en ese momento durante semanas, pero siempre había temido que fuera demasiado pronto, que ella no estuviera lista para escucharlo. Sin embargo, en ese instante, no podía evitarlo. Necesitaba que Jungwon supiera lo que sentía, lo que había sentido desde el momento en que lo vio.
El silencio que siguió a su confesión fue corto, pero se sintió eterno. Jungwon lo miró, y por un momento Ni-ki pensó que tal vez había sido un error. Pero entonces, una suave sonrisa se dibujó en sus labios, y el se acercó más a él, envolviéndolo en un abrazo cálido.
"Yo también te amo," susurró Jungwon contra su pecho, su voz temblando ligeramente. "Desde hace tiempo, pero no sabía cómo decirlo."
Ni-ki lo abrazó con fuerza, sintiendo una ola de alivio y alegría que lo envolvía por completo. Estar con Jungwon, escuchar esas palabras de sus labios, hacía que todo en su vida tuviera sentido. En ese momento, bajo el cielo nocturno, con las luces de la ciudad brillando a lo lejos, supo que no había otra persona con la que quisiera compartir el resto de sus días.
Las semanas que siguieron a esa confesión fueron como un sueño. Jungwon y Ni-ki se volvieron inseparables, y cada día juntos era una nueva aventura. Pasaron fines de semana explorando la ciudad, descubriendo rincones escondidos, compartiendo secretos y risas. Ni-ki no podía dejar de sorprenderse por lo bien que todo encajaba entre ellos, como si hubieran estado destinados a encontrarse desde el principio.
Sin embargo, a pesar de la felicidad que sentía, Ni-ki no podía evitar notar una pequeña sombra en Jungwon. Había momentos en los que, incluso cuando estaban riendo o disfrutando de la compañía del otro, el parecía ausente, perdido en sus pensamientos. Cada vez que Ni-ki intentaba preguntarle, Jungwon lo desviaba con una sonrisa, asegurándole que todo estaba bien.
Pero una tarde, mientras estaban juntos en su apartamento, Jungwon finalmente decidió abrirse.
"Ni-ki" comenzó el, su voz seria. "Hay algo que necesito decirte, algo que he estado guardando."
Ni-ki sintió una ligera punzada en el estómago. Sabía que algo venía, pero no tenía idea de lo que estaba a punto de escuchar.
Jungwon tomó aire profundamente y miró a Ni-ki con una mezcla de tristeza y resolución.
"Me voy de la ciudad," dijo, sus palabras colgando en el aire como una sentencia. "Es un proyecto de trabajo. Una oportunidad única, pero requiere que me mude a otro país."
Ni-ki sintió como si el suelo bajo sus pies se desmoronara. ¿Jungwon se iba? Todo lo que habían construido juntos, todo lo que habían compartido, ¿terminaría así? No podía imaginar su vida sin el, y la idea de que se alejara lo aterraba.
"¿Cuándo?" fue lo único que pudo preguntar, su voz apenas un susurro.
Jungwon bajó la mirada, incapaz de sostener su mirada por más tiempo.
"En un mes," respondió. "No quería decírtelo porque... porque no sé cómo manejarlo. No quiero perder lo que tenemos, pero tampoco puedo dejar pasar esta oportunidad."
Ni-ki se quedó en silencio, procesando la noticia. Había tantas cosas que quería decir, pero ninguna de ellas parecía suficiente. Finalmente, tomó la mano de Jungwon y la apretó suavemente.
"Te amo, Jungwon" dijo, su voz firme a pesar del dolor que sentía. "Y voy a amarte hasta el final, sin importar dónde estés."
Jungwon lo miró, sus ojos llenos de lágrimas, y supo que Ni-ki lo decía en serio. Aunque el futuro era incierto, había una cosa que ninguno de los dos podía negar: su amor era real, y ese amor sería lo que los mantendría unidos, incluso cuando estuvieran separados.
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𝓕𝓻𝓸𝓶 𝓪 𝓬𝓸𝓿𝓮𝓻 𝓸𝓯 𝓶𝓪𝓰𝓪𝔃𝓲𝓷𝓮 ༉‧
Romance︶︶︶ 𑁯 ︶ Think I'm gonna love you till I'm dead. ︵‿︵‿ ── .✦ Wonki