More than a kiss.

Prologo: "Shane Bones"

Suelo despertar normalmente a las seis de la mañana para ir a la escuela;  hoy fue la excepción. Es el primer día de clases de mí último año, los nervios y la emoción – más nervios -, hicieron que despertara a la cuatro con cincuenta y seis minutos.
Y aquí estaba yo, bañada, arreglada, maquillada; estaba lista sentada en el sofá a las siete con diez esperando impaciente a que mis hermanos bajaran e irnos. Sería una larga espera ya que a ellos no les gusta llegar temprano, a mí tampoco, pero ya estaba más que impaciente, estaba aburrida y lo que quería era ver a mis amigos de una buena vez.
Éste verano estuvimos fuera de la ciudad. Al terminar mi último día escolar mi familia me esperaba frente a la entrada, montados en la Mini Van de mamá, presionando el claxon y gritando que me diera prisa, así que literalmente estuve fuera todo el verano.
Decidimos visitar a mi hermana Scarlet que vive a once kilómetros de nuestra ciudad, un año atrás se comprometió con su novio Dante y se casó al siguiente mes; tres meses después nos informó que estaba embarazada de dos semanas.
Ese último día estaban algo apurados debido a que mi hermana estaba por cumplir los nueve meses, le quedaban unos días, en cualquier momento el bebé nacería, mi mamá estaba vuelta loca, la emoción del primer nieto solo se vive una vez, se puede querer igual a los demás, pero ¡Por favor! Todos sabemos que no es lo mismo.
Como dije, a mi hermana le faltaban días para que naciera el bebé, no fueron días, fueron horas. Al llegar a su casa y tras haber pasado los minutos de besos y abrazos, estando sentados en el comedor conversando mientras cenábamos, Scarlet se puso tan blanca que creí que estaba muriendo, comenzó a reír y se fue corriendo al cuarto de baño diciendo que "Le había ganado", sus palabras, no las mías. Regresó minutos después gritando que se le había roto la fuente. Y así fue como el once de Julio fue un día de mucha adrenalina, corriendo de aquí para allá con los nervios de punta, nació mi primer sobrino, un robusto bebé al cual nombraron: "Ashton".
Pero dejemos a un lado la historia de mi hermana y su familia, ¡Eran las siete con cincuenta minutos! Se hacen diez minutos de mi casa a la escuela y mis hermanos aun no bajaban. Estaba a punto de levantarme e ir a buscarlos por mi cuenta cuando los vi bajando por las escaleras, completamente aseados y arreglados.  Mis hermanos son muy atractivos y no lo digo porque sean mis hermanos – aunque no debería decirlo porque son mis hermanos -.
Nos llevamos un año de diferencia entre los tres, no sabemos cómo fue que le hizo mi madre. Tony, que es el mayor de los tres, tiene diecinueve años y aún vive con nosotros, no es una persona muy autosuficiente que digamos. Le sigue Aaron, de dieciocho años, él debería de estar cursando su primer año en la universidad pero resulta que el pasado año no se concentró mucho en los estudios, cosa que hizo que comenzara a reprobar clase por clase, y no poder graduarse. Se llevó unas fuertes palabras de parte de mi papá diciéndole que si seguía así nunca iba a llegar a ser alguien en la vida. Aaron lo tomó tranquilo, no le importó en absoluto que sus amigos compartirían universidad, no es tan malo ya que decidieron estudiar en la universidad local, pero sospecho que no seguirá siendo lo mismo. Ahora tendré que ver a mi hermano completamente todo el día un año más y tal vez compartamos una que otra clase, no es tan mala noticia.

Una manzana recién lavada cayó en mi regazo, provocando que levantará la vista hacia arriba topándome con el cuerpo de Tony de pie a unos metros de mí.
-¿Qué haces ahí sentada Emma? - comenzó a caminar hacia la puerta principal, cuando lo perdí de vista gritó - : ¡Ya estoy en al auto!
Tan exagerado como siempre, desde que tengo memoria siempre suele alterar las cosas, como por ejemplo: Si estamos por ir a un lugar y tenemos que llegar puntual a una hora, pueden faltar cuarenta minutos pero él se pone a gritar que faltan cinco, asustándonos y provocando que llegue al lugar con solo la mitad de la cara maquillada.
Salí de la casa cerrando la puerta detrás de mí, la Mini Van de mamá y el auto de papá ya no estaban, anunciando que ya se habían ido a sus respectivos trabajos.
Tony estaba ocupando el lugar del piloto, como es costumbre y Aaron estaba en la parte de atrás con la vista en su teléfono, como es costumbre.