FRAGILE || Jude Bellingham

🌷Cap.1🌷

SINOPSIS

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Maia siempre había sido una chica fuerte, o al menos eso aparentaba. Creció en el bullicioso corazón de Madrid, una ciudad llena de vida, pero dentro de su hogar, todo era diferente. Desde pequeña, aprendió que la seguridad no existía entre las paredes de su casa. Su padre, Javier, era un hombre de carácter implacable, volátil y abusivo. Cada día era una nueva batalla emocional y, a menudo, física. Maia soportaba en silencio los golpes, las humillaciones, y sobre todo, el miedo constante de qué sería lo próximo.

Su madre, una mujer frágil que alguna vez fue el único consuelo en su vida, había desaparecido una mañana sin decir adiós. Maia tenía solo diez años cuando se dio cuenta de que no volvería. Desde entonces, quedó atrapada en ese ciclo de abuso, tratando de no hundirse bajo el peso de la violencia de su padre. Pero no era solo ella; su hermano pequeño, Marcos, de quien apenas recuerda las pocas veces que pudo verlo, había desaparecido junto con su madre.

A los 15 años, Maia intentó escapar por primera vez. Se había cansado de las promesas rotas y de las lágrimas reprimidas. Esa noche, decidió huir, pero su padre la encontró antes de que lograra salir de la ciudad. Lo que siguió fue una brutal paliza que la dejó al borde de la muerte, tanto física como emocionalmente. Sin embargo, el fuego de su voluntad no se apagó.

Con el tiempo, logró una segunda oportunidad. Gracias a una beca universitaria, se mudó al centro de Madrid para estudiar derecho, una carrera que ella misma había elegido con la esperanza de defender a quienes, como ella, no podían defenderse a sí mismos. Aunque estaba lejos de su padre, la sombra de su pasado seguía persiguiéndola. Cada vez que recibía un mensaje de texto, su corazón latía con fuerza, temiendo que fuera él con sus ya habituales amenazas.

En la capital, conoció a un chico llamado Marcos, con el que rápidamente sintió una conexión y más tarde, se hicieron novios oficialmente. Cuando Maia pensaba que por fin todo iba bien, él le puso los cuernos, y aunque le rogó a Maia que no se fuera, ella no le perdonó.

A pesar de todo, había algo que la mantenía en pie: el fútbol. El amor por el Real Madrid y los partidos en el estadio Santiago Bernabéu eran una escapatoria para ella. Maia encontraba en el fútbol algo que nunca tuvo en casa: pasión, esperanza, un sentido de comunidad. Soñaba con ser parte de ese mundo de alguna manera, tal vez como abogada deportiva, un camino que le permitiera unir sus dos amores: el derecho y el fútbol.

Pero Madrid, por muy grande que fuera, no era lo suficientemente inmensa como para ocultarse del todo. Javier nunca dejó de buscarla. Y aunque Maia intentaba reconstruir su vida, sabía que el peligro siempre estaba al acecho.

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Maia salía de la Universidad Complutense de Madrid junto a Isabella, su mejor amiga, con el agotamiento de un día interminable reflejado en su rostro. La brisa fresca de la tarde acariciaba su piel mientras se dirigían al metro.