Decir que la vida de Harry es feliz, es poco. Pues siempre ha sido un niño consentido, protegido, y sobre todo amado por toda su familia. Desde que tiene huso de la razón su madre siempre ha sido su "madrina" Lily. Su demás familia se conformaba por su tío Remus, su tío Sirius Black y el hermano del tío Black; Regulus Black. Todos tíos, por ser los amigos de infancia de su papá James desde que iban en Hogwarts, en donde se hicieron de una muy estrecha amistad, que traspasó décadas.
Faltando así, solo un integrante importante en la familia de Harry, una persona de la que ni su padre, ni sus tíos le querían hablar. Y de quien, solo su mamá Lily le hablaba, pero siempre a escondidas de su papá James, y siempre omitiendo detalles como su veredero nombre. No había mayor deseo para Harry que conocer algún día a su otro papá
Pero, fuera de ese pequeño detalle, su vida era más que maravillosa, y lo seria aun mas, cuando recibiera al fin su carta de Hogwarts, y para eso no tenía que esperar mucho. Faltaban solo semanas para recibirla y Harry se encontraba muy emocionado de que pronto llegará su carta del colegio de Hogwarts. Días antes de su cumpleaños número once.James le ha platicado del colegio para magos mas grande de toda Gran Bretaña. Y no puede, no estar más emocionado. Todo lo que tenga que ver con la magia, para Harry siempre era maravilloso.
La primera vez que hizo magia, tenia solamente cinco años de edad. Su mamá Lily le había regalado como cumpleaños una varita con hechizos limitado, entonces como primer hechizo, convirtió un gato en sapo. Lily quedó tan impresionada, pues los hechizos de transformación eran muy avanzados para un niño de tan poca edad. James se puso a reír al notar los dotes de su hijo, pareciendo no sorprenderse por eso (No esperaba menos de el hijo de un Riddle) pensó con orgullo.
Desde entonces, su mamá Lily, dedico tiempo a darle clases particulares al pequeño Harry. Su tío Remus, le ayudaba enseñándole Pociones y encantamientos junto a un divertido y alegre Sirius. No podían desperdiciar las habilidades de un genio como el pequeño Harry, así que todos aportaron su granito de arena para enseñarle todo lo que pudiera aprender. James solo le ayudaba a mejorar cada vez mas en el quidditch, no había nadie ahí que le ganara en la escoba a aquél pequeño niño.
-¡De grande seré el mejor inefable de la historia! -Gritó, un divertido Harry después de agarrar fácilmente la Snitch Dorada entre sus manos jugando con su papá y tíos.
James había quedado sorprendido por aquélla revelación repentina de su hijo. Le hubiera encantado que su genio hijo se convirtiera en el mejor auror de la historia, pero un inflable podía ser aun mejor. Se consoló, sonriéndole con cariño a su pequeño Harry que se dirigió a abrazarlo.
Iba tarde a desayunar porque se había quedado dormido, como siempre. Al entrar a la cocina ve a su mamá Lily preparando el desayuno.
"Buenos días mamá" Saludó un somnoliento Harry. Hace un tiempo que Lily se había resignado a qué Harry la llamará mamá. No iba mentir diciendo que no le gustaba ser llamada así por el niño que vio nacer y crecer todos estos años.
"Buenos días Harry, ¿como amaneciste?" le pregunta con una sonrisa ,mientras le servía su desayuno en la mesa.
En ese momento James, también iba entrando a la cocina adormilado y tallándose los ojos.
"Buenos días hijo" saludo, con cariño y un beso en la frente a su hijo.
"Buenos días papá, ¿como amaneciste" preguntó, viendo como su papá casi se caía de una de las sillas que había tomado para sentarse en la mesa. Tapándose la boca evitando tener que reírse.
"Perdón, amanecí con mucho sueño y no me fije. ¡No te rías Lily!" se quejó James, divertido, intentando verse enojado. "Me tengo que apurar, tengo que ir a trabajar, se me hizo tarde" dice mientras Lily le sirve el desayuno sentado se a un lado de Harry.
Mientras desayunaban animadamente, una lechuza grande color café se posa con un ulular en medio de la sala. Harry se acerca a la lechuza retirando de su boca una carta. Le da un poco de comida y la lechuza vuelve a emprender vuelo.
"Para quien es Harry" pregunta Lily curiosa. Harry se regresa a la mesa con una mirada entusiasmada y le enseña la carta con el sello de Hogwarts en frente.
"Tu carta ha llegado pequeño." Dice James orgulloso de su hijo.
"Bueno eso significa que hay que ir a comprar tus útiles, Harry revisa lo que dice la carta ahí deben de venir los materiales que necesitarás." Dice Lily amable.
"Me gustaría ir con ustedes pero el deber me llama así que me iré a alistar y nos vemos en la noche" se levanta de la mesa y sube a su habitación después de un rato baja listo para trabajar se despide de Harry con un beso en la frente y uno en la mejilla a Lily.
Harry estaba tan feliz por ir a comprar sus útiles, que no se lo podia creer. Al llegar al Callejón Diagon con su mamá, nota que hay muchos magos y brujas comprando de todo. La curiosidad le gana y se queda un poco atrás de Lily para observar una hermosa escoba de una tienda.
Cuando volvió su vista hacia Lily ella ya no estaba, se encontraba tan asustado, el nunca se había separado de su mamá cuando salian. La busco con la mirada y no la encontraba, juraba que se pondría a llorar, cuando un chico rubio le pregunto si estaba bien el no respondió solo se tapo la cara con las manos intentando retener las lágrimas, el niño rubio le acaricio la espalda.
"No llores niño, que tienes?" Le pregunto " te perdiste?" Vuelve a preguntar sin obtener respuesta, Harry solo asiente y comienza a sollozar y el niño no sabe que hacer, así que le pasa un pañuelo.
"Toma, los niños bonitos no deben llorar" vuelve a decir el niño. Harry toma el pañuelo y se limpia la cara para después ver a quien le había ayudado.
"Gracias, es que no encuentro a mi mamá." Dice entre sollozos.
"Mi mamá ya no tarda y padre anda comprando mis útiles, me dijeron que me quedara aquí así que te haré compañía" dice el niño con una hermosa sonrisa.
Harry le iba a volver a agradecer pero ve aparecer una cabellera peli roja inconfundible y sin ver al niño ni devolverle el pañuelo corre hacia ella.
"¡Mamá!" Grita Harry corriendo hacia ella.
"Hijo la próxima ves no te quedes atrás, sabes el susto que me acabas de dar." Le dice mientras lo abraza.
"Lo prometo mami" dice volviendo a llorar. Mira lo que trae en la mano Lily y le da curiosidad saber que es a lo que ella le responde que es una sorpresa.
Después de eso siguieron comprando. Harry se había olvidado por completo sobre aquel niño al igual que el pañuelo que le había prestado. Hasta que tuvo mucha calor y se quería secar el sudor de su rostro, metió la mano en su bolsillo delantero, ahí había metido el pañuelo. Tenía una textura fina y parecía bordado a mano con una "M" bordado en grande. Le pareció interesante pero se lamento de no haberle preguntado el nombre a ese chico rubio su nombre, se había portado muy lindo con el y quería ser su amigo. Con ese pensamiento paso todo la tarde.
Ya listas las compras de sus útiles y los materiales se disponen a volver a casa para preparar la cena, James no tardaría en llegar. Siguió preguntandole a su mamá que ese gran paquete que en ocasiones se movía. Ella se rindió y le dijo que era un regalo para el y que lo abriera, el así lo hizo y al destapar la caja vio una hermosa lechuza que sin pensarlo dos veces la llamo Hedwig.
*Hola hermosos lectores
Me encanta esta historia y eso que me estoy esforzando porque quedé bien, gracias a mi paciente amiga que me ayuda a editar esto bien, no se que haria sin ella😅...
Sin más que agregar espero les guste el cap y boten si les gusto*
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Verdades que parecen falsas (Drarry)
FanfictionTodo niño sueña con viajar a un mundo magico y está no es la excepcion para un chico azabache de ojos verdes, siempre ha querido conocer Hogwarts y el mundo mágico pero que pasará si todo lo que cree no es nada acertado a la realidad cuando se enter...