"Lia"
Ya estaba despierta para el amanecer, no dormí mucho pensando en lo que dijo Adalia. Cuando estaba por salir alguien tocó la puerta de mi habitación, como no esperaba a nadie me acerque con cautela a la entrada.
–Señorita Lia, la señora Adalia pidió esto para usted. –Una voz dulce sonó del otro lado de la puerta, por lo que no dudé en abrirla lentamente, cuando me asomé vi una tina de cobre y varias cubetas de agua caliente. –¿Podemos pasar?
Abrí la puerta confundida, había dos mucamas preparando el baño, no sabia como reaccionar. Estoy acostumbrada a que me preparen el baño, pero también a que me bañen, no sé cuál es el límite aquí. Una vez la tina estuviera lista, una de ellas tenía un par de ropas y me las tendió.
–Tome, Adalia me las dio para usted, dijo que una vez acabe con su baño la fuera a ver a su cuarto, es la habitación 13. –Me dijo mientras tomaba la ropa y la otra se acercaba a la salida, cuando les agradecí por traer las cosas miré el nuevo ambiente en el cuarto y no pude evitar agradecer por tener un baño caliente después de tanto.
Traté de tomarme mi tiempo, pero la idea de mi primera clase de defensa me llamaba mucho la atención. Cuando acabe y volví a sentir mi pelo suave de nuevo, me cambié y las ropas me quedaban un poco mejor que las prestadas de las chicas, tendré que preguntar donde puedo mandarlas a lavar.
Cuando llegué al cuarto 13, toque dos veces y la voz de Adalia se escuchó desde lejos.
–¿Quién es? –Creí que me esperaba, le respondí con el nombre de Lia. –Ah llegaste antes, pasa.
Cuando pase vi que ella también tenía una bañera, pero el detalle que me hizo pasar más rápido y cerrar la puerta fue el hecho de que ella se estaba bañando. Me volteé hacia la puerta, pero no pude evitar notar que tenía varias cicatrices en la espalda y tenía unas cuantas heridas en las manos que no pude ver bien.
–Perdón, en verdad creí que tardarías más en el baño. –escuchaba como ella salía de la tina y caminaba por el cuarto. ¿Qué le habrá pasado en la espalda? –Listo, ya puedes voltear.
Voltee lentamente, ella tenía un camisón de algodón, mi mirada seguía en el suelo.
–Ay por favor, como si nunca hubiera visto cicatrices en su vida. Veo que te quedo bien la ropa, el mercado seguirá abierto para cuando termines tu entrenamiento con Erion, así podrás comprar ropa que te quede bien.
No quería hablar, lo único que podía pensar en ese momento era en el cómo se hizo esas cicatrices. Ella noto mi silencio, y soltó un suspiro.
–Son latigazos princesa, cortesía de Moriarty, ya son antiguos así que no te preocupes por el dolor. –Dijo mientras se volteaba y se ponía un pantalón y un pequeño corsé. Cuando se hizo los nudos en la parte de la espalda pude ver bien las heridas de las manos, ella al voltear vio mi reacción y rápidamente se acercó hacia los guantes. Que estaban colocados en la cama
–¿Puedo preguntar qué te pasó en las manos?
Ella tenía la vista puesta en la cama, sus manos ya estaban cubiertas por los guantes de cuero.
–¿Alguna vez has escuchado el refrán de poner las manos al fuego por alguien princesa? –Asentí con la cabeza. –Bueno yo me lo tomé literal, solo que la otra persona terminó muriendo. Lo bueno es que no fue una gran exposición y aun tengo movilidad en las manos.
No tenía palabras, era lógico que tuviera heridas en el cuerpo, se expone mucho en las batallas, pero no creí que tuviera esa cantidad y calidad de heridas. Tenía muchas preguntas al respecto, pero decidí callarlas, si ella quisiera que supiera de las heridas, me lo habría dicho.

ESTÁS LEYENDO
The Truth Untold
Fiksi RemajaLa vida se reduce a decisiones. Algunas son fáciles, otras desgarradoras. Vivir o morir, confiar o dudar, seguir o abandonar. Nunca imaginé que, siendo la princesa heredera, mi vida estaría marcada por tantas mentiras. Pero el destino tiene una form...