13: ¿Alguna vez piensas en ti?

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[Michelle]

Lentamente abrí mis ojos, al principio todo estaba bien borroso, pero luego las cosas tomaron más sentido a mi alrededor.

Me senté como pude con un leve dolor de cabeza y volteé a ver donde estaba.

A mi alrededor estaba la habitación que compartíamos Five y yo. Él salía del baño con su gesto serio de siempre, pero al ver que ya había regresado del más allá, su cara expresó preocupación y se acercó a mí.

Se sentó en el borde de la cama a mi lado y me agarró la mano.

——¿Estás bien? ¿Cómo te sientes?

Toqué mi nariz y apenas la sentía, estaba algo adormecida.

——No te preocupes, tienes papel para detener el sangrado.

——¿Qué me pasó?

——Cuando jugábamos voleibol te distrajiste en no sé qué y bueno... La pelota confundió tu cara con la red.

Bueno, nada que no me haya pasado antes.

——Tienes suerte de que no te hayas roto la nariz y solo te hayas desmayado, yo sé cómo duelen los balonazos de Luther y no son nada lindos.

Asentí levemente tocando el puente de mi nariz.

——¿Te duele?

——¿Qué exactamente? ——bromeé al recordar la paliza que he llevado estos días.

Soltó una suave risa——La nariz.

——Nada que no pueda resistir.

Lo más parecido a lo que sentía era que palpitaba de dolor, pero no a nivel de ser insoportable.

——Lo siento, la gente viene a Hawái a relajarse y divertirse. Pero por alguna razón solo has sido el saco de boxeo de la isla.

——Empiezo a creer que la muerte no me soporta y cada vez que me ve cerca, huye. Por eso he sobrevivido a todo esto.

Una linda sonrisa apareció en sus labios.

Rayos, ¿El golpe me dejó más retardada que nunca o por qué se ve tan lindo de repente?

——Me sorprendes, jamás había conocido a alguien tan terca como tú.

——¿Terca?

——Caíste de un acantilado, colgaste de una montaña, rodaste por la montaña y te dieron un pelotazo en la cara... Eres realmente terca como para seguir como si nada a pesar de tu mala suerte.

——De hecho, tengo tan mala suerte que ni puedo morirme bien.

Nos reímos como cómplices, se sentía agradable.

Levantó su mano y acarició mi mentón para subir un poco mi cabeza y ver mi nariz.

——Está algo hinchada, pero se quitará pronto.

Quedamos a pocos centímetros de distancia, tanto que podía sentir nuestras respiraciones mezclarse.

La verdad, ya no podía identificar con claridad que estaba pasando en mi cuerpo ahora.

Los rasguños de ayer ardían, más los moretones de las costillas, sumándole mi nariz malita y además como sus suaves dedos sostenían con delicadeza mi mentón.

¿En Hawái van a relajarse? A mí solo me ha hecho entrar en una crisis de emociones por las que no había pasado antes.

Sus bonitos ojos pasaron de mi nariz a mis labios, y entonces todos los lugares que no sabía que me podían temblar, temblaron.

Finge ser mi novia - Five Hargreeves ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora