My Beta, My Destiny. History Omegaverse Larry Stylinson (Colaboración)

6

Después de amarse un par de veces más, terminó el celo de Harry. Se durmieron, pero el alfa hasta en ese momento era posesivo y tenía firmemente aferrado a su beta. Cuando despertaron, cerca del mediodía, estaban un poco desorientados, perdidos. 

—Buenos días amor, —saludó Harry, sonriendo y perdiéndose en el cuello de Louis.

—Buenos días alfa...

—Hueles delicioso, creo que no me voy a mover de aquí.

Louis sonrió y suspiró. —¿No crees que es extraño?

—¿Qué cosa?

—Mi olor... Yo no tenía aroma, ahora huelo a leche condensada y anoche lubriqué...

—¿Lo hiciste?

—Creo que no tenías cabeza para nada que no fuera penetrarme, —dijo riendo.

—No te vi quejarte...

—No lo hago, pero cuando te comenté me dijiste que no te importaba, —rio una vez más. —Fue muy divertido.

—¿En serio hice eso? No quiero que pienses que es verdad, me importa todo lo que te pase, lo sabes, ¿verdad?

—Sí, lo sé, no te preocupes.

—Pero tienes razón, es por decir lo menos, extraño. Quizás deba revisarte un médico, ¿quieres ir?

—Sí, quiero, necesito saber que está todo bien conmigo, aunque me parece que tenemos que esperar hasta poder tener seguro médico y todas esas cosas nuevas. Tenemos que pedirle ayuda a tu tío, lo más rápido posible.

—Ahora apenas lo veamos le preguntamos. Pero amor, quiero que sepas algo...

—¿Sí? —preguntó Louis acariciando sus mejillas.

—Fue lo mejor de la vida tenerte a mi lado en mi celo, nunca había disfrutado tanto de uno y tú... Eres increíblemente hermoso y sensual, y Dios, me estoy excitando de nuevo...

Louis no pudo contestar. Estaba siendo devorado otra vez por el insaciable de su alfa y él no se iba a negar, ni en ese momento, ni nunca.

Cerca de una hora después pudieron salir de la habitación, bañados y vestidos.

—Hey, ¡nunca vi un celo tan largo! —dijo molestando Jhon, mientras Ryne le pegaba con la mano en el brazo.

—Déjalos en paz, —rio. —No le hagan caso, aunque tenga razón.

—Solo puedo decir que era primera vez que pasaba un celo con Louis, y no sé si fue más largo que los que pasé solo.

—Entiendo, puede ser por eso.

—Jhon, Ryne, tenemos que hacer algunas preguntas, —dijo Louis poniéndose serio.

—Claro, déjanos servir el almuerzo para que conversemos.

Con unas deliciosas hamburguesas se sentaron a almorzar.

—Necesito ir al médico, pero no sé cómo funciona el sistema de salud. ¿Qué tengo qué hacer?

—Si es urgente puedes ir a algunos lugares donde dan atención gratuita. Ahora, si puedes esperar, te lo aconsejo. Una vez que se inscriban en la universidad, de inmediato se activa un seguro estudiantil de muy buena calidad.

—Creo que puedo esperar, —dijo Louis mirando a Harry.

—¿Podemos preguntar qué pasa, sin ser entrometidos?

—Soy un beta, como ustedes saben, y sin embargo, Harry me anudó y lubriqué. No entiendo qué está mal conmigo...

Jhon y Ryne se miraron preocupados.

—¿Seguro que puedes esperar?

—Sí, no tengo más síntomas ni me siento mal, y supongo que lo de la universidad no se va a demorar tanto.

—Lo de la universidad puede que esté listo en una semana o justo antes del comienzo de clases, todo es posible.

—De todas maneras prefiero esperar. Quizás si encuentro trabajo pronto, también me sirva.

—Eso es cierto, pero chicos, no es necesario, de verdad podemos mantenerlos.

—No tío, han hecho más que suficiente recibiéndonos, en serio.

—Está bien, me doy por vencido, pero sí les advierto de que no les aceptaremos ni un dólar por vivir aquí, así pueden ahorrar para tener su propio espacio.

—Gracias, —dijo Louis conmovido.

—Tengo que advertirles de algo.

—¿Qué pasa? —preguntó Harry presintiendo algo no muy bueno.

—No sé cómo sus padres se enteraron de que estaban acá, y mi hermano me ha llamado enfurecido. Me pidió que te echara a la calle y que no te ayudara hasta que ellos viajaran para llevarte y casarte con la hija de no sé quién. Han estado en contacto con los padres de Louis y, están furiosos.

—No esperaba menos, —habló Louis, —no cambiaron ni un poco de parecer, y lo peor es que ahora se les olvida que somos mayores de edad y que ya no vivimos con ellos... ¿Por qué insisten?

—Creo que no se dan por vencidos y quieren a toda costa usarnos como moneda de cambio para algunos negocios y tener más dinero. —Suspiró Harry.

—No sé en qué momento mi hermano se volvió tan materialista, es tan distinto a cuando éramos chicos. Aunque para ser sincero, cambió cuando nuestros padres me heredaron en vida la mayoría de sus bienes, y a él apenas le dejaron dos empresas, una de las cuales, quebró a los dos meses...

—¿Por eso tienes tanto dinero?

—Por eso y porque trabajo y he mantenido todo a flote, no ha sido fácil, pero nos ha ido bien, ¿cierto amor?

—Cierto.

—Lamento de verdad que les hayan hecho pasar por tantos malos momentos, espero que acá puedan olvidar y empezar de nuevo.

—Estoy seguro de que así será, tío, —dijo Harry sonriendo mientras besaba la mano de Louis.

Dos días después, Louis encontró trabajo repartiendo volantes y limpiando mesas en un pequeño restaurant. Casi una semana después, Harry entró a preparar hamburguesas en un local cerca del puente de Brooklyn.

Se empezaron a acostumbrar rápidamente a su nuevo estilo de vida y a sus nuevas responsabilidades, era fácil cuando estabas rodeado de amor, y tenías a la persona que amabas cerca de ti, o encima de ti, como le pasaba a Louis. Era imposible que Harry se mantuviera lejos de su cuerpo y le llamaba poderosamente la atención. Quizás, pensaba, tenía que ver con que la marca en su cuello no se había borrado, seguía ahí, hermosa, reluciente...

Louis estaba feliz en un nivel difícil de explicar, y tal vez por eso se sentía más retraído. Parecía reflexionar todo el tiempo, como si pensara con calma, incluso caminara más lento. Al contrario de Harry, que parecía acelerado y que estaba trabajando horas extras como un loco y sin motivo aparente. Habían sido aceptados en la universidad, a pesar de algunos problemas con el papeleo desde la escuela en Londres, y al día siguiente, por fin, Louis podría ir a un buen médico.

Lamentablemente, le suspendieron la hora a último momento debido a que el médico había tenido un accidente de automóvil, no grave, pero que lo dejaba sin atender pacientes hasta dentro de dos semanas. Y a pesar de que le ofrecieron a Louis tomar hora con otro médico, se negó. Quería que lo revisara el que él había elegido con pinzas, por tener excelentes referencias y era el único beta de esa consulta, así es que agendó para dos semanas después.

Esos días se le hicieron muy difíciles a Louis, porque muchas veces apenas podía levantarse. Se sentía agotado, muy cansado, y trabajar le exigía mucha concentración. No podía faltar ni hacerlo mal, debía estar a la altura de la situación, pero muchas veces lloró en el baño, solo de sentirse abrumado, fatigado y exhausto.