El imponente sol destaca de entre los cerros abriendo las puertas del nuevo día, Catalina, nombre de una mujer promedio, madre y esposa, levanta una sabana donde envolverá los hermosos niños que ah encontrado junto al río.

En la aldea cercana se dispone a buscar un orfanato, un lugar a donde dejar a los niños mientras los suyos descansan en la calidez de sus camas junto a su padre.

Las personas suelen estar despiertas desde altas horas de la madrugada, sus trabajos requieren de tiempo y mucho esfuerzo para salir a flote, ella pasa muchas veces por ahí, pero no es saludada seguido, es una mujer solitaria, una que no tiene relevancia, solo recibe saludos cordiales, sin embargo ese día, muchas mujeres con curiosidad se acercaron a saludarle, curiosas de el bulto familiar que la mayoría de ellas ya tuvieron alguna o varias veces en sus brazos.

Sus halagos ante sus hermosos "hijos" no tardan en llegar, no todos los días se observa esa clase de bellezas en un pueblo tan pequeño y alejado de la demás cavilación, tardarías dos días solo para llegar a la ciudad mas próxima.

Los hermosos cabellos largos color negro de un bebé son elogiados con mucha facilidad haciendo énfasis en el peculiar azul de sus ojos, color nada común de ver en aquella zona, su piel de porcelana es constantemente tocada por las callosas manos de aquellas mujeres campesinas que les gusta pellizcar las mejillas de los bebés.

Mientras que por el otro lado, el cabello rubio rojizo del segundo es alagado, un bebé muy inquieto, sus ojos verdes se destacan por llenarse de vida, ríe ante las voces agudas de las pueblerinas que gustosas lo pasan de brazos en brazos a sus compañeras de tarde y mañanas.

Envidian la suerte de la mujer por tener hijos tan lindos, incluso se atreven a preguntar por su esposo y la procedencia de este mismo, queriendo saber el secreto de obtener hijos tan hermosos.

Catalina nunca recibió tantos halagos , llena de orgullo decide que lo mejor será llevarse a sus nuevos hijos a casa, sus pasos se dirigen hacia la profundidad del cerro donde siempre ah vivido, decidida a convencer a su esposo para quedarse con los niños.










Tu y yo, danzamos al fuego bravo, danzamos a la sangre que se seca en las comisuras de sus labios, producto de el eterno frio de nuestra soledad, celebramos su caída, celebramos nuestra victoria, solo estamos tu yo, como siempre debe de ser, como siempre será, solo seremos tu yo, danzando al sol, danzando a la luna, derrocando a las estrellas, conquistando los planetas, destruyendo vidas, destruyendo sueños, nuestro propósito, nuestras almas que juntas lo lograran y danzaran hasta el mas allá.      

                                                                      

  ......Rll....







El cumulo de pensamientos llega a la mente de su esposo, se pregunta como lograra mantener a otros dos hijos, pero el la ama, la ah visto danzar de alegría con los dos niños, así que la felicidad de ella es su propia felicidad.

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⏰ Last updated: Sep 23 ⏰

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En el cerroWhere stories live. Discover now