Evan Afton es reencarnación de Rui Ayaki la quinta luna

capitulo 24

Evan Rui, ahora completamente envuelto en su forma demoniaca, con el cabello púrpura ondulando como las patas de una araña y las garras afiladas emergiendo de sus manos como las de Wolverine, se lanzó al ataque con una furia descontrolada. Su cuerpo, marcado por cicatrices y las constantes batallas, parecía más amenazante que nunca, mientras los restos de su ropa caían, dejando su figura monstruosa al descubierto. Sus ojos brillaban con una locura salvaje, una furia incontrolable que lo empujaba a combatir a las tres Lunas Superiores con todo su poder.

Kokushibo, Douma y Azaka se prepararon para enfrentarlo, sus expresiones aún confiadas, pero sabiendo que esta batalla no sería como ninguna que hubieran tenido antes.

"¡Mira su poder!" gritó Douma, creando un escudo de hielo justo a tiempo para bloquear una ráfaga de hilos afilados que volaron hacia él. "Este chico realmente está perdiendo la cabeza... ¡qué fascinante!"

Azaka, rápido y letal, esquivó los ataques con movimientos precisos de artes marciales, acercándose lo suficiente para intentar golpear a Evan Rui, pero fue detenido por un rápido contraataque de las garras afiladas de Rui, que dejaron un corte profundo en el suelo y casi desmembran a Azaka.

"¡Tu poder es grande, pero tu mente está cayendo en el abismo!" gritó Kokushibo, balanceando su espada con la técnica de Respiración Lunar, creando ondas de energía cortante que intentaban cercar a Evan Rui. "Muzan-sama te quiere, pero si no recuperas el control, te perderás para siempre."

Evan Rui, lejos de calmarse, se lanzó aún más furiosamente, sus hilos cortantes girando alrededor de él como una tormenta, haciendo que todo en su camino fuera despedazado. La locura en sus ojos se intensificaba con cada segundo que pasaba, como si la frontera entre demonio y bestia ya no existiera.

"¡NO ME CONTROLARÁN!" rugió Evan Rui, sus garras brillando con energía oscura mientras cortaba en el aire, dirigiendo sus ataques simultáneamente hacia las tres Lunas. "¡No soy su peón, no soy su juguete! ¡Soy un demonio libre!"

Kokushibo apenas logró bloquear los ataques con su espada, mientras Douma y Azaka esquivaban lo mejor que podían. La fuerza de Evan Rui había aumentado exponencialmente, pero lo mismo ocurría con su pérdida de control. Era una fuerza destructiva, imposible de detener.

"¡Si no hacemos algo pronto, esto terminará mal para todos nosotros!" gritó Azaka, mientras sentía cómo la fuerza de Rui lo empujaba hacia atrás.

En ese momento, Enmu llegó al lugar de la batalla, viendo a su amigo Evan Rui a punto de perder completamente el control. La locura se reflejaba en su rostro. Sabía que tenía que actuar antes de que Evan Rui cruzara el punto de no retorno.

"¡Evan, detente! ¡No puedes dejar que la oscuridad te consuma!" gritó Enmu, tratando de llegar a él. Pero ¿sería suficiente para detener al monstruo en que Evan Rui se estaba convirtiendo?

Enmu, usando su habilidad para inducir sueños, logró que Evan Rui finalmente cayera dormido después de una feroz batalla en la que había logrado herir a las tres Lunas Superiores. Kokushibo, Douma y Azaka, conscientes del peligro que Evan Rui representaba en su estado descontrolado, se retiraron rápidamente gracias a la intervención de Nakime, quien utilizó su habilidad para teletransportarlos fuera del campo de batalla.

Mientras Evan Rui dormía, su rostro demoniaco, lleno de cicatrices y rabia, comenzó a suavizarse, mostrando la fragilidad oculta debajo de su monstruosa forma. Enmu se acercó con cuidado, susurrando suavemente mientras lo vigilaba. Sabía que, a pesar de todo su poder, Evan Rui era profundamente vulnerable en su mente.

"Recuerda lo que sucedió antes...", murmuró Enmu. "Estabas encadenado, atrapado en la oscuridad. Pero no tienes que regresar a ese lugar de desesperación. Estoy aquí."