𝒞𝑜𝓇𝒶𝓏𝑜𝓃𝑒𝓈 𝑒𝓃 𝒿𝓊𝑒𝑔𝑜 - 𝐿𝑒𝒶𝓃𝒹𝓇𝑜 𝒫𝒶𝓇𝑒𝒹𝑒𝓈 𝑜 𝒫𝒶𝓊𝓁𝑜 𝒟𝓎𝒷𝒶𝓁𝒶?

𝙾𝚗𝚎

11-11-23 /Buenos Aires

"El primer encuentro"

Ailen

Media hora había transcurrido desde que aquel moreno me observaba con su mirada profunda y fría, lo que provocaba que cada una de mis acciones se tornara torpe y nerviosa. No todos los días tienes a Leandro Paredes acostado en una camilla, mirándote fijamente mientras firmas unos papeles.

Estaba realizando el chequeo mensual a todos los jugadores de la selección argentina por primera vez y ya había avanzado por la mitad. A pesar de mis esfuerzos por mantener la calma, las palabras en el formulario comenzaron a desdibujarse ante mi mirada.

El corazón me latía con fuerza, como si quisiera escapar de mi pecho. Leandro seguía mirándome, y su presencia era increíble y a la vez un tormento.

"¿Todo bien, doctora?" preguntó, su voz suave rompiendo el silencio y sacándome de mi trance. Me obligue a sonreír, intentando disimular el nerviosismo que me invadía. "Sí, solo... un chequeo de rutina", respondí, tratando de sonar profesional y evitando lo más posible tartamudear, mientras me concentraba en el siguiente formulario que se me estaba imposibilitando un poco.

Pero, mientras escribía, no podía evitar mirarlo. Su cabello oscuro estaba despeinado, y el sudor brilloso sobre su frente tras un entrenamiento intenso. Había algo en su mirada que me hacía sentir vulnerable, como si pudiera ver más allá de mi físico y captar mis pensamientos más profundos, era una sensación que nunca antes había sentido.

Terminé el formulario y me senté en la silla frente a él, sintiendo cómo la tensión aumentaba en el aire. "Tienes que dejar de mirarme así," murmuré, con una ligera risa nerviosa, esperando que la broma alivianara un poco la tensión que estaba reinando la habitación convirtiendo el momento un poco incómodo.

"¿Y vos como crees que debería mirarte?", contestó, arqueando una ceja con una sonrisa traviesa que me dejó sin palabras.

Atrevido

"Quizás... como si estuvieras en un chequeo médico," le dije tratando de sonar obvia, y manteniendo la ligereza, aunque mi voz traicionó mi nerviosismo.

La sonrisa de Leandro se amplió aún más. "No puedo prometer eso. Hay algo en ti que me llama la atención." Termino de decir el futbolista.

Sus palabras me dejaron completamente paralizada. Sabía que no debía dejarme llevar por las emociones, pero como era posible que este siendo nuestro primer encuentro y sea así? El siendo mi crush de hace 2 años atrás, nunca pensé que estaría viviendo las historias de mi cabeza, en vida propia.

Claramente se que él tenía una familia y responsabilidades. Pero en ese instante, entre la luz suave de la habitación y la mirada intensa de Leandro, todo lo que había planeado decir o hacer se desvaneció.

"Bueno, ¿y qué tal si empezamos el examen?" sugerí, obligándome a retomar el control y intentado borrar lo que pasó anteriormente de mi cabeza.

Él asintió, pero su mirada seguía fija en mí, como si pudiera leer mis pensamientos. Comencé con los chequeos habituales: Evaluación de movilidad, Pruebas de fuerza, Valoración de postura, Análisis de la técnica deportiva, mientras intentaba recordar que, aunque era un futbolista famoso, también era solo un hombre. Pero ese pensamiento no ayudaba a calmar la tensión que crecía en mí.

Cuando terminé, ambos parecíamos darnos cuenta de que había algo más en el aire. Una chispa que ninguno de los dos podía ignorar, a pesar de lo que significaba.