¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-¿Enserio crees que sea buena idea que la madre de Lizzy venga también? -pregunto Dylan a él rey Ben quien estaba en su oficina revisando algunos papeles.
-Si, ¿Porqué no? Todos merecen una oportunidad -habló en tono amable el castaño.
-Si ocurre algo será tu culpa Ben -regañó Amelia mientras lo apuntaba con su dedo.
-Tranquilos, ¿que podríasalirmal?
-Eso mismo dijiste cuando trajiste a Mal, Jay, Evie y Carlos -recordó ella.
Ben mordió su labio inferior nervioso y se rasco la nuca -eso no va a volver a pasar, lo prometo -llevó una mano a su pecho y la otra la alzo, indicando que lo juraba.
Dylan y Amelia se voltearon a ver y suspiraron en forma de rendición.
-Nunca me escuchas -hablo Amelia para finalmente salir de la oficina de su mejor amigo.
Por otro lado, en un reino no tan lejano, se hallaba una reina de melena blanca, junto con Tarrant, mejor conocido como el sombrerero loco.
-Aún no entiendo porque sigues sirviéndole a Bridget -reclamo Mirana- ella ya no es tu reina, yo lo soy, no tienes porque seguir órdenes de ella.
Tarrant suspiro y se rasco la nuca -no sigo ordenes de ella, lo hago por Red, ella es una niña dulce que no merece tener una madre como ella -explico el- Red no es como su madre, e intento ayudarla para que nunca sea así.
Mirana rodó los ojos y suspiro -¿Por qué te interesa tanto esa niña?
-Porque me recuerda a Amelia -soltó el hombre- es solo una niña que busca la felicidad, ¿es tanto pedir eso?
La Reina hizo una mueca, pues jamás se había puesto a pensar en la felicidad de su propia hija, ¿Amelia no era feliz?
Rápidamente quitó cualquier pensamiento sobre ella y posó su vista en su amigo -Jamás vuelvas a decir eso.
-¿Qué cosa? -pregunto Tarrant confundido.
-Que Amelia no es feliz -dijo para después dejar solo al hombre.
Tarrant sabía perfectamente lo que le pasaba a Amelia, sabía que no era feliz, el estaba más al pendiente de ella que su propia madre, pues era como una hija para el, y le dolía verla tan infeliz.
Mirana no siempre fue buena madre con Amelia, y eso lo sabía Tarrant.
-Ah por cierto -habló Mirana desde las escaleras del castillo- mañana iré a Auradon, cualquier cosa que pase me mandas una carta, no quiero que Bridget se apodere de todo el reino sin mi ausencia.
La Reina sonrió ligeramente y camino hacia su habitación.
Tarrant estaba decepcionado de Mirana, ¿Porqué cambió tanto? Se preguntó a si mismo, ella no era así antes de que tuviera a Amelia...
