Año 480 A.C del 17 de Agosto, principios de otoño, los gritos de guerra comienzan a sonar haciendo temblar el suelo, junto a esa gran intimidación de oír todos los escudos chocar en sintonía formando una barrera que no dejaba ni un punto débil.
-¡Espartanos al frente!, ¡Levanten sus escudos! -grita Leonidas.
De entre los 7.000 Griegos, los 300 espartanos se posicionan al frente de la formación junto con Leonidas también en el frente en el muro de escudos.
-¡Nosotros aguantaremos las primeras oleadas!, !Por los Dioses y la patria!
Uno de los Persas intérpretes(1) de Jerjes se acerca y se queda a unos largos pasos de la fila de escudos Griegos.
-¡Es vuestra última oportunidad de tirar las armas, sino moriréis todos aquí en vano y seréis borrados de la historia! -grita el intérprete persa.
-Molon labe(2). -Responde Leonidas mientras coge su lanza y la lanza con gran fuerza atravesándole el pecho.
Los persas al presenciar ese mortal lanzamiento, se sienten atemorizados por los griegos siendo encabezados por Leonidas que se ve tan implacable, pero no pueden echarse atrás y creen que ganarán a los griegos por tener un mayor número de ejército, así que se lanzan a la batalla gritando para intentar subir su moral.
La batalla comenzó y los espartanos junto con Leonidas al frente aguantaron todas las oleadas desde la mañana hasta el mediodía sin sufrir ni una sola baja, siendo así el ejercito persa incapaz de avanzar ni un poco y humillado.
-¡Cambien formación, tespios al frente! -grita Leonidas antes de que llegue la siguiente oleada.
Todos a la orden de Leonidas cambian la formación, formando una nueva barrera de escudos y lanzas algo más numerosa.
Aunque los tespios no contaban con la misma reputación y entrenamiento que los espartanos, contaban también con la misma voluntad que ellos y un gran potencial, además de tener un número mayor de tropas.
Demófilo forma al frente de la formación, al lado de Leonidas, escudo con escudo, lanza con lanza.
-Con tú escudo o sobre el -le dice Demófilo a Lelonidas.
-Si es sobre nuestro escudo, la muerte es dulce para los valientes -contesta Leonidas con su imponente voz.
-Leonidas, confío en ti y moriré por nuestra patria y los dioses si es necesario, pero si no ganamos al menos quiero que nuestra batalla tenga algún sentido.
-Calma viejo amigo, esta batalla tiene un gran sentido y responsabilidad, de nuestras manos depende el futuro de todos los griegos. Nosotros no somos cobardes y tampoco débiles, hay débiles valientes y fuertes cobardes. Nosotros no somos débiles y tampoco cobardes, solo nos espera la gloria y la victoria -responde Leonidas con un tono de confianza y seguridad absoluta.
-En ese caso... ¡Por Tespias!- grita Demófilo seguro de sus palabras depositando su confianza en Leonidas, mientras Leonidas saca una leve sonrisa con su mirada al frente.
-¡Por Tespias! ¡Por Tespias! ¡Por Tespias! -gritaban todos los soldados en sintonía, su grito era igual que su barrera de escudos. Su barrera de escudos impenetrable y su moral inquebrantable.
La siguiente oleada llega, y continúa la batalla, los 700 tespios logran soportar la oleada sin heridos ni muertos, y continúan las oleadas una tras otra, lluvias de flechas, caballería, infantería pesada, lograron soportar cada una de las oleadas hasta el anochecer, a causa de esa ardua resistencia acabaron exhaustos al completo, y aunque no hubo víctimas si tuvieron varios heridos al final de la batalla, incluso se notaba el cansancio en el gran Leonidas.
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The Teen Bloods: La Expiación
VampireAhora leemos los libros de historia, y nos quedamos fascinados por descubrir como fueron los hechos que marcaron la historia del día de hoy. Es fascinante ver cómo se dieron las batallas, las traiciones, las victorias, las derrotas, las uniones, la...