Menú para dos: Kenji x Lectora [Brawl Stars]

Capítulo 1

Recuerdo los días de mi juventud, cuando empuñaba mi katana con orgullo y honor. Era el siguiente samurái de mi familia, destinado a proteger Japón de la sombra de aquellos que querían destruir todo de mi país. Pero mi corazón latía por otro propósito.

Mi pasión por la cocina y el sushi, heredada de mi abuelo, era vista como una debilidad por mi padre. 'Un samurái no cocina', decía. Nuestras discusiones se intensificaron, y mi padre me exigió que eligiera entre mi deber y mi pasión.

Pero hubo otro momento que cambió todo. Durante una batalla, recibí un golpe que me dejó esta cicatriz y me robó parte de mi visión. Aunque no importaba dar mi vida por mi país, la realidad es que ya no era el samurái que un día fui.

Mi padre me consideró un fracaso, un samurái imperfecto. Eso fue el golpe final. Dejé atrás mi familia, mi país y mi título de samurái. Mi madre, aunque destrozada por mi partida, entendió mi necesidad de buscar mi sueño.

En Estados Unidos, abrí mi restaurante de sushi en Star Park. Cada pieza es una obra de arte, un reflejo de mi alma y mi pasado. Pero a veces, cuando el sol se pone y los clientes se van, me siento solo.

Echo de menos la conexión con mi familia, la camaradería de mis hermanos samuráis, la presencia de mi madre y las palabras de aliento de mi abuelo. Pero sobre todo, echo de menos compartir mi pasión con alguien especial.

Mi katana ahora es un cuchillo de sushi, mi armadura es un delantal blanco, y mi batalla es la búsqueda de la perfección en cada plato. Pero en las noches solitarias, me pregunto: ¿encontraré a alguien que comprenda mi alma de samurái y cocinero?

Quizás, en este lugar tan lejano a mi hogar, encuentre un nuevo propósito, una nueva familia y un amor que entienda mi historia.

Recuerdo el día que mi vida cambió para siempre. El señor 'Supercell', dueño de Star Park, me anunció que me enviaría una asistente y aprendiz. 'Su nombre es ____', dijo con una sonrisa enigmática.

No sabía qué esperar, pero cuando _____ entró por primera vez en mi restaurante, me sorprendió su bajita estatura. Pensé que podría ser una desventaja en la cocina, donde la velocidad y la eficiencia eran clave.

Su cabello negro y liso caía sobre sus hombros, y su rostro era dulce y serio. No era la típica asistente que esperaba, pero algo en ella me llamó la atención. Me pregunté qué fue eso que me llamó la atención a primera vista, pero por alguna razón, no pude precisarlo. Todo fue más cálido y tranquilo de repente, me sentía como en mi país por alguna extraña razón. La presencia de aquella chica parecía traer un aire de serenidad que no había sentido en mucho tiempo.

Su forma de moverse con seguridad y delicadeza, su sonrisa amable... todo parecía envolverme en una sensación de calma y familiaridad. Era como si hubiera encontrado un pedazo de mi hogar en este lugar tan lejano.

Me sentí aliviado de tener a alguien que podría ayudarme a llevar el restaurante, alguien que entendiera la importancia de la tradición y la pasión por la cocina.