Final
Harry se encontraba nervioso mientras Zayn le daba instrucciones con la voz ronca, cargada de deseo:
—Arrodíllate entre sus piernas. Chúpasela. Hace tiempo que nadie se la mama, y a ti te encanta sentir una polla profunda en tu garganta, ¿verdad?
El tono sucio de Louis lo hizo estremecer. Con una mezcla de excitación y nervios, Harry descendió del regazo de Zayn, quien lo observaba fijamente, sin perder detalle. Zayn abrió un poco más las piernas, ofreciéndole espacio para acomodarse, mientras Harry se lamía los labios al ver la erección imponente de su compañero.
En lugar de comenzar por la punta, como probablemente Zayn esperaba, Harry decidió ir por otro camino. Se inclinó y comenzó a lamer suavemente las pelotas, provocando un gemido involuntario de su compañero, quien arqueó la espalda al sentir las caricias húmedas y precisas de Harry en esa zona tan sensible. La lengua de Harry ascendió lentamente, recorriendo cada vena prominente de la polla de Zayn, hasta llegar a la punta, de donde brotaba una gota de líquido pre-seminal que Harry no dudó en chupar con avidez.
—Joder, sí, eso es... —Zayn dejó escapar entre jadeos—. Chúpamela fuerte, Harry.
Harry sonrió ante la reacción de Zayn, mientras escuchaba a Louis moverse detrás de él. La sensación de su mano grande y firme acariciándole el culo lo hizo tensarse momentáneamente, pero pronto se relajó, anticipando lo que vendría.
—Ponte en manos y rodillas —ordenó Louis, su voz cargada de dominación.
Harry obedeció, apoyando las manos sobre la suave alfombra mientras mantenía la polla de Zayn en su boca. Sintió cómo Louis le bajaba lentamente los boxers, dejando expuesto su trasero, y no pudo evitar gemir cuando Louis comenzó a acariciar su entrada con un pulgar firme, rozando su piel con destreza. Zayn maldijo entre dientes, atrapado entre la sensación de la boca de Harry y el espectáculo que se desarrollaba frente a él.
—Vas a hacer que me corra —gruñó Zayn, con la respiración entrecortada.
—¿Quieres correrte en su boca o dentro de él? —preguntó Louis, introduciendo un dedo en Harry mientras este se estremecía y seguía succionando a Louis.
Harry gimió, empujando ligeramente sus caderas hacia atrás, buscando más contacto, lo que le valió una palmada de Louis.
—No te muevas hasta que te lo diga —dijo Louis con autoridad—. Estás tan mojado, Harry...
Louis y Zayn intercambiaron una mirada. Zayn asintió con una sonrisa cómplice, y Louis sacó a Harry de su trance.
—Vamos, Harry, súbete de nuevo al regazo de Zayn.
Harry soltó la polla de Zayn, aunque de mala gana, y se acomodó nuevamente en su regazo, pero esta vez no llevaba nada que lo cubriera. Miró hacia abajo y notó que Zayn había tenido tiempo para ponerse un condón, pero no pudo ignorar lo gruesa que era su erección. Tragó saliva, preparándose mentalmente para lo que venía.
—Dime si no quieres seguir —susurró Zayn, sujetando a Harry por las caderas con firmeza—. Porque una vez que esté dentro, no voy a poder parar.
Harry lo miró a los ojos, y en ese momento supo que no podía negarse. Zayn necesitaba aquello tanto como él. Asintió ligeramente, temblando cuando Zayn acarició su entrada antes de posicionar su polla en la puerta de su cuerpo. Con un movimiento decidido, Harry presionó hacia abajo, permitiendo que Zayn lo invadiera lenta pero profundamente.
—Dios, eres enorme —dijo Harry entre jadeos, sorprendido por lo llenado que se sentía.
Louis rió suavemente, sus manos apretándose con más fuerza en las caderas de Harry, dejando pequeñas marcas que Harry sabía que durarían un par de días. Louis, quien estaba detrás, no perdió tiempo en continuar con su parte del plan.
—Inclínate hacia adelante, Harry —ordenó Louis, colocando una mano firme entre sus omóplatos, empujándolo suavemente.
Harry comenzó a entender lo que Louis planeaba. El pensamiento lo llenó de una mezcla de excitación y miedo, pero decidió confiar en ellos. Louis aplicó una generosa cantidad de lubricante en su entrada, masajeando su roseta con delicadeza antes de deslizar un dedo, y luego dos, en su interior juntoba a la polla de Zayn. Harry gimió, recordando lo bien que se sintió la última vez que habían jugado así, aunque esta vez la situación era más intensa.
Zayn comenzó a moverse dentro de él, estableciendo un ritmo lento y profundo, mientras Louis continuaba preparándolo con sus dedos.
—Te sientes perfecto —jadeó Zayn, su voz ronca por el placer.
Harry apenas podía pensar, su cuerpo lleno de sensaciones. Cada empuje de Zayn lo hacía temblar, y cuando Louis finalmente presionó la punta de su polla contra su entrada, Harry supo que estaba al borde de perder el control. Lentamente, Louis comenzó a entrar, llenando a Harry aún más.
El dolor inicial fue intenso, pero a medida que ambos hombres sincronizaban sus movimientos, el placer comenzó a inundar a Harry, haciéndolo gemir y arquearse entre ellos.
—Dios, Harry, eres increíble —susurró Louis, jadeando mientras aumentaba la intensidad de sus embestidas.
Zayn tomó el rostro de Harry y lo obligó a mirarlo mientras sus movimientos se volvían más rápidos, más frenéticos. Los dedos de Louis encontraron los pezones de Harry, tironeando de ellos, arrancándole gemidos que resonaban en la habitación. Harry apretó sus músculos internos, envolviendo las pollas de Louis y Zayn con fuerza, provocando gruñidos de ambos.
—Quiero que se corran dentro de mí, los dos —gimió Harry, sus palabras saliendo entre jadeos.
Ambos hombres obedecieron. Louis aceleró su ritmo, golpeando el punto exacto dentro de Harry que lo hacía ver estrellas, mientras Zayn también alcanzaba su límite.
—¡Oh, sí! —gritó Harry, sintiendo cómo el orgasmo lo envolvía con una fuerza arrolladora.
Los tres se perdieron en el momento, sus cuerpos moviéndose al unísono hasta que finalmente Louis y Zayn explotaron dentro de él, llenándolo por completo.
