𝑻𝑫𝑶𝑺

4 0 0
                                    


"A veces, lo que más tememos es exactamente lo que necesitamos enfrentar." 

— Brandon Sanderson.

— Brandon Sanderson

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Desde el momento en que Aradia Black abrió los ojos por primera vez en la gran mansión de Grimmauld Place, su vida estuvo marcada por la sombra de su linaje. Sin embargo, su infancia no estuvo completamente definida por el peso de la familia Black; al contrario, sus primeros años estuvieron llenos de momentos de inocencia y alegría, especialmente junto a sus primos, Sirius y Regulus. Juntos, formaban un trío inseparable, explorando cada rincón del antiguo hogar, desde las polvorientas bibliotecas hasta los jardines desmoronados, donde sus risas resonaban como música en la penumbra de la herencia familiar.

Aradia era la menor de los tres, pero su espíritu indomable siempre brillaba con fuerza. Los tres pasaban horas jugando a las escondidas y a crear historias de magia y aventuras en sus propios mundos. A menudo, Aradia admiraba a Sirius, su primo carismático, cuyo desprecio por las normas familiares la hacía sentir viva. Regulus, más reservado, siempre la protegía, asegurándose de que nunca se sintiera sola en medio del caos que rodeaba a los Black. Eran felices en su burbuja de niñez, ignorando lo que se avecinaba.

Sin embargo, todo cambió cuando el tren de Hogwarts llevó a Aradia y a sus primos hacia un nuevo destino. La llegada a la escuela mágica fue un punto de inflexión. Para Aradia, el primer año significó una mezcla de emoción y temor, pero el momento que marcó el comienzo de la ruptura fue cuando Sirius fue seleccionado para Gryffindor.

La alegría que emanaba de Sirius cuando recibió su túnica roja y dorada fue como un rayo de luz. Sin embargo, para Aradia, ese brillo se apagó rápidamente. En los días y semanas que siguieron, la distancia entre ellos comenzó a crecer. Gryffindor y Slytherin eran casas separadas por más que solo colores; eran dos mundos que se oponían en cada rincón de Hogwarts. Mientras Sirius se llenaba de nuevas amistades y aventuras en Gryffindor, Aradia se encontraba atrapada en la fría realidad de Slytherin, un hogar que se volvía más opresivo con cada día que pasaba.

La risa que una vez unió a los tres se desvaneció en un susurro. Aradia observaba a su primo transformarse en alguien que parecía pertenecer a un mundo que no la incluía. Su corazón se encogía cada vez que escuchaba las historias de sus hazañas en el Gran Comedor, la camaradería que había encontrado entre sus nuevos amigos. En los pasillos, Sirius se movía con confianza, riendo y compartiendo historias mientras Aradia se sentía como un espectador, atrapada entre las paredes del legado familiar que parecía consumirla.

Regulus, por su parte, también comenzó a cambiar. Aunque intentaba mantener el vínculo con Aradia, la lealtad que había jurado a su familia comenzaba a arrastrarlo hacia el lado oscuro de la historia familiar. La presión de ser un Black, la constante necesidad de cumplir con las expectativas, lo alejaba de su prima. Aradia lo notaba; la calidez de su presencia se enfriaba a medida que se sumergía más en el mundo de Slytherin.

𝑻𝑫𝑶𝑺- 𝑹𝑬𝑴𝑼𝑺 𝑳𝑼𝑷𝑰𝑵Donde viven las historias. Descúbrelo ahora