Notas: Ya pasaron 2 años desde que se actualizó esta historia. Honestamente no pensaba seguirla, pero me dio algo de pena el final de MHA y la historia sentada en mis drafts desde el 2022. Esto ya estaba escrito, la mayoría no es de mi mano, pero la pondré de cualquier manera supongo, es mejor que nada.
--------------------------------------------
7:00 pm. (Departamento de Bakugo).
Katsuki quería emborracharse un poco, pasarlo bien. A Uraraka no le había costado mucho convencerlo de ir a tomar vodka caro a casa de Yaomomo.
La casa de la azabache era bastante grande así que tenía la esperanza de que invitara a gente de fuera. Quien sabe, tal vez podía conocer a alguien que le llame la atención y por fin salir del espiral de vergüenza en el que se había metido.
El cenizo estaba para emborracharse hasta olvidar su nombre y 100 por 100 mentalizado a salir a cazar a un chico. Tenía esperanzas, él era muy exigente con sus agarres, incluso con las citas. El gran Bakugo Katsuki se moriría antes de salir con cualquier extra mal parecido, tenía estándares. Buscaba alguien interesante, divertido, atrevido; alguien que no temiera desafiarlo. Tal vez era exigente, pero no se conformaría con nada menos, nunca lo había hecho y no pensaba comenzar ahora.
7:15 pm.
Bakugo salió de la ducha con una toalla alrededor de su cintura y con otra se secaba el cabello. Ya en su mente sabía cómo quería lucir, así podía tomar su tiempo para alistarse. Normalmente odiaba llegar tarde, pero sabiendo lo impuntuales que son sus amigos prefería abstenerse de llegar primero.
Su outfit era muy básico, voy no quieria ir demasiado exagerados; solo llevaba con una playera de compresión negra corta, sin magas y cuello alto que le apretaba hasta el alma, si la tuviera, jeans negros que según Jirou resaltan su trasero y unas botas negras. Normalmente no prestaba atención a su cabello, solo dejaba que se secará de forma natural y listo, pero hoy iba con intenciones más impuras de lo normal, así que decidió arreglarlo un poco, se dividió el cabello del lado izquierdo, se puso algo de gel de un lado para que se mantuviera un poco más aplacado y del otro lado dejó que toma su forma habitual.
No quería ser demasiado evidente, así que se conformó con eso. No podía salir de casa sin colocarse todos sus piercings, se había quitado la mayoría antes de ducharse porque suelen enredarse mucho en su cabello. Había comenzado con una argolla en la oreja izquierda y ahora tenía casi 6 perforaciones en total. Su mamá siempre se burlaba diciendo que parecía un colador, pero poco le importaba a estas alturas de su vida. Se decidió por un arte colgante en forma de cruz negra y el resto eran varias arcollas y pequeñas esferas plateadas, el industrial plateado que ya estaba usando lo cambio por uno negro para que combinara con la cruz. Sacó la lengua y dudo un momento si también debería de cambiarse ese, pero esa píldora negra con blanco se veía demasiado genial como para usar cualquier otro, así que se lo dejó. Ver su perforación más reciente lo hizo recordar cuando se la enseñó por primera vez a su amigo.
>flashback<
-Vamos- Kirishima estaba prácticamente acostado en la mesa de estudio, desde el momento en que entró al departamento de Bakugo intento que le mostrará su nuevo piercing. No sabía dónde estaba o de qué tipo era, pero en sus historias de instagram publicó que estaba en un local de perforaciones. Además de un par de fotos de agujas y otros utensilios que daban demasiado de miedo, a pesar de haberle escrito al cenizo para interrogarlo, nunca le respondió ninguno de sus mensajes. Hasta donde le permitía ver la ropa no tenía nada nuevo, eso significaba que la perforación estaba escondida -Dime donde está- Bakugo se limitaba a mantener su atención a sus apuntes de matemáticas, mañana tenían un examen importante y aprobar no era una opción. Ya Kirishima se estaba cansando de rogar así que era momento de su arma secreta; colmar la paciencia de su amigo -No me digas que te perforaste los pezones-
ESTÁS LEYENDO
Colores - [KIRIBAKU] EN EDICIÓN
FanfictionEn este mundo, a los 20 años, los colores de tu sexualidad aparecen marcados en tu muñeca como un tatuaje permanente. Para muchos puede ser una gran conveniencia de la vida, saltarse la etapa del autodescubrimiento y los dolores de cabeza; pero par...