26/SEP/2024

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No lo pondré todo en una parte, pero bueno, sigamos, comencé a tener amigos otras personas que también eran rechazos como yo, éramos familia, obvio nos separamos al terminar la escuela y gracias a la pandemia.

Durante la pandemia comencé a tener interés por la lectura y la escritura, no soy bueno escribiendo pero hago el es algo, comencé a vestir diferente.

La pandemia seso, ya muchos salían, mi abuelo comenzó con un estado deteriodante en salud, mi abuelo era alcohólico, se hizo estudios pero el siempre dijo estar bien, hasta que comenzó a vomitar sangre, el último día que lo vi, esa última vez que le dije adiós, hubiera querido poder abrazar lo, pero bueno sorpresa fui un idiota por no saber demostrar cariño solo lo vi ir se.

A los dos días mientras yo estaba en clases virtuales llamaron a mi abuela diciéndole que a mi abuelo solo le quedaban cinco horas de vida, no le dije ni adiós a la maestra cuando había salido de clases y apagado todo, a la hora volvieron a llamar mi familia ya reunida en casa recibimos la noticia que él había fallecido, adivinen quien no puedo llorar con sinceridad.

Exacto, yo.

La única persona que me dejaba y daba ropa de hombre, como a mi me gustaba, la única persona que parecía apoyar me había muerto.

Oh, Dios que iba a hacer, todo el funeral me mantuve arrinconado en una esquina, mi madre llega y me dice que si quiero asar a ver lo, lo dude pero en verdad quería ver lo, me acerque a la caja y ahí estaba él descansando tan sereno, sin saber que había muerto posiblemente, sin saber que lo estábamos viendo en el estado que el prometió que no lo veríamos, me derrumbe, pude llorar con sinceridad, el ver su boca cocida, sus ojos, su nariz hizo que me diera una punzada en el corazón, había algo que hubiese podido hacer par que él no acase así.

Me deprimi, si, descuide mi carrera pos dos meses, casi no me recuperaba pero logré pasar el año, a mis 16 años decidí tirar toda mi ropa de color, mi clóset se basa en negro, blanco, gris, verdes y azules. Me corté el cabello, le dije a mi madre que solo serían las puntas y no saben el infarto que le iba a dar.

Y ahí es donde mate a Adamaris y me convertí en Gael, soy Gael el chico trans que lucha hoy en día contra sus ataques de disforia, ansiedad, una posible depresión o bloqueo emocional.

La verdad no sé qué tengo la única vez que dije querer ir al psicólogo mi familia me trató de loco, hasta ahora mejor me quedo callado, pero bueno nada malo me ha pasado considero yo.

EL DIARIO DE GAEL CANELLELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora