única parte

9 2 1
                                    

Ese día, Izuku Midoriya portaba un traje color negro mientras estaba frente a todos sus compañeros.
—Bueno, nunca fui bueno para expresar mis sentimientos, pero creo que la situación de hoy lo amerita, desde muy pequeños siempre me gustó mucho estar con Kacchan, jugar a los héroes, ver a All Might de pequeños, Ground Beta es un lugar muy especial para mí, ese día mi relación con Kacchan empezar a cambiar poco a poco nunca creí que estaría hablando de ti frente a todas estas personas siempre fuiste fuerte, tenías el poder y la determinación para lograr lo que te proponías siempre admire tu valentía aunque a veces no supiera como expresarlo, alguien que nunca se rendía, sabía que serías un gran héroe, que siempre iba hacia adelante din importar quien o que estuviera en su camino, parecías no necesitar de nadie y aunque tu gran orgullo y fuerza siempre eran lo principal, había una persona que se preocupaba por los demás dentro, aun así eso no lo dejaras verlo.

Levantó su mirada y observó el rostro apacible de Katsuki portando un traje color blanco. Sintió lágrimas  bajar por sus mejillas al recordar por qué portaba ese color de traje.

—Mi rival, mi inspiración, mi amigo, mi todo, compartir diferencias, deseos de proteger a los demás y deseos de ser héroe fueron las cosas más hermosas que pude haber vivido en mi vida de estudiante siempre eres y serás la chispa que encienda mi el deseo de nunca rendirme, de nunca quedarme atrás — de sus ojos bajaban lágrimas mientras una sonrisa estaba en sus labios— dije que no lloraría este día, pero me es imposible no hacerlo Kacchan, yo te debo mucho más de lo que llegue a decirte o expresarte, me motivaste, me empujaste a ser mejor me diste coraje, todo lo que soy ahora en gran parte es a ti, a tu forma de enfrentar la vida aunque a veces ese ejemplo me diera miedo, aunque discutimos, aunque no siempre estuvieras de acuerdo, más ayuda de todo lo malo, había una conexión que muchos no podían ver.

—Es difícil imaginar un mundo sin ti, sin tu presencia cálida. Sin tus palabras, las que me daban fuerza, en momentos buenos y en los malos, tu compañía, tu sonrisa, tus ojos, sin tus entrenamientos, sin verte por las mañanas.
Todavía recuerdo verlo tendido en el piso, y todos esos héroes a su alrededor. Su corazón ya no latía y eso me aterró. Me hizo que perdiera el control. Un mundo sin Kacchan no es un mundo para mí y verlo muerto me hizo darme cuenta de mis sentimientos.

Sus manos temblaron, las juntó para tratar de disimularlo un poco, pero notó que no funcionó, ya que el temblor ahora se notaba hasta sus hombros.

—Tú fuiste mi rival, mi inspiración y mi amigo, pasamos por tantas batallas junto al otro, ya sea contra los villanos o contra nuestros sentimientos, yo siempre supe que de alguna manera tú estarías siempre conmigo, lo asumí por qué eras eso que siempre estaba presente en mi vida, lo que nunca cambiaba, mi constante llevándome a ser mejor, hoy estás frente a mí no como un rival, sino como un compañero, un amigo, un amante, hoy quiero hacerte una promesa, siempre estar a tu lado, tal como tú estuviste conmigo, prometo ser tu constante, prometo estar en cada lucha, cada desafío, cada problema, cada celebración, cada día de mi vida, prometo valorarte y respetarte, prometo recordarte que en esta relación estamos los dos para que no solo uno cargue con todo, que estoy para cuando me necesites, amarte en los días tranquilos, en los que nos sintamos invencibles y en los que no lo seamos, para abrazarte y decirte que todo va a estar bien, aunque no lo pidas estaré para ti, porque quiero compartir mi vida juntos, mis alegrías mis tristezas, esta vida y la siguiente y todas las demás, quiero que seas tú también mi todo que quieras que sea yo la persona dueña de tu corazón, quiero despertar y poder sentir tu calor y poder oír los latidos de tu corazón, que cuando cocines yo lave los platos, que cuando vuelva del trabajo pueda relajarme contigo.
Quiero que seas mi todo y por eso prometo seguir luchando contigo, por el bien de nuestro futuro, te amo kacchan y por eso quiero ser tu compañero, tu amigo, tu refugio, tu hogar, tu lugar seguro, quiero ser tu medicina, quiero ser lo que siempre necesites, quiero ser tu inspiración, tu fuerza y tu todo así como tú lo eres para mí.

Tomo entre sus dedos el anillo, sus manos todavía temblaban, agarró el anillo con más fuerza para que no callera y dijo con determinación.

-Yo, Izuku Midoriya, te tomo a ti, Katsuki Bakugou, como mi legítimo esposo. Hoy, frente a todos, y más importante aún, frente a ti, prometo amarte con todo lo que soy. Prometo respetarte, incluso cuando el camino sea difícil, porque sé que juntos somos más fuertes. Cuidarte será mi mayor honor, ser tu refugio en la tormenta, y tu compañero en la calma. Seré fiel a ti, no solo en los buenos momentos, sino en los días más oscuros, cuando las pruebas nos desafíen. En la riqueza o en la pobreza, en la salud o en la enfermedad, caminaré a tu lado. No solo por esta vida, sino por todas las vidas que me queden, siempre te elegiré a ti.

Su voz tembló levemente al final, pero sus palabras fueron firmes, cargadas de todo el amor y la admiración que sentía. Con cuidado, deslizó el anillo en el dedo de Katsuki, sintiendo cómo el momento sellaba algo más grande que cualquier promesa.

Katsuki lo miró en silencio por un segundo, su típico semblante duró suavizándose al ver los ojos brillantes de Izuku. Él, que siempre había sido un torbellino de emociones intensas, ahora sentía algo más profundo, más sereno. Tomó el anillo entre sus dedos, su mirada nunca dejando la de Izuku.

—Yo, Katsuki Bakugou — comentó, su voz baja y firme, pero cargada de una intensidad que solo Izuku conocía—. Te tomo a ti, Izuku Midoriya, como mi legítimo esposo. Desde el primer día, siempre has estado ahí, empujándome, retándome, haciéndome mejor... y ahora, aquí estamos. Prometo amarte de la única manera que sé: con todo lo que tengo. Prometo respetarte, incluso cuando nuestras llamas choquen, porque sé que juntos forjaremos algo más fuerte que cualquier desafío. Cuidarte no será una tarea, será mi decisión, cada día, incluso cuando no me lo pidas. Serte fiel no es una promesa difícil, porque no hay nadie más en este mundo que pueda ocupar tu lugar.
Su voz se tornó más suave, casi vulnerable. —En la salud, en la enfermedad, en la riqueza o en la pobreza... estaré contigo. Pero más que eso, te prometo estar a tu lado, incluso cuando me alejes, incluso cuando las cosas se pongan jodidamente difíciles. En vida, en muerte, y en todo lo que venga después, yo te elijo, Izuku.

Con un gesto firme, pero delicado, deslizó el anillo en el dedo anular de Izuku, luego se inclinó para besar sus nudillos, un gesto lleno de cariño, algo que contrastaba con su naturaleza normalmente explosiva.

Izuku sintió sus ojos humedecerse, pero la sonrisa en su rostro lo decía todo. Era un momento que ambos sabían, no necesitaba más palabras.

—Estos anillos representan más que un simple compromiso —dijo el celebrante con una sonrisa en los labios— son el reflejo de todo lo que han vivido juntos y lo que aún está por venir. Son el símbolo de una alianza que los une, cuerpo y alma, desde este día en adelante. Por la autoridad que me ha sido conferida, los declaro esposos. Pueden besarse.

Katsuki tomó a Izuku por la cintura, sin esperar ni un segundo más, y lo besó con una intensidad que parecía querer demostrar todo lo que las palabras no podían decir. Izuku le correspondió, con muchas más lágrimas en sus ojos, levantó su mano enredando sus dedos en el cabello de Katsuki, en un beso que sellaba no solo su amor, sino la vida que habían decidido construir juntos. Al separarse, ambos compartieron una sonrisa cómplice, sabiendo que, pase lo que pase, habían encontrado el hogar el uno en el otro.

—Ahora soy completamente tuyo — dijo katsuki mientras con una sonrisa colocaba su barbilla en la cabeza de Izuku

—Yo también soy tuyo, Kacchan, gracias por hacerme tan feliz —en un pequeño movimiento escondió su rostro en el cuello de más alto.

Coming Back To YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora