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─ ¡Vuelve aquí, Sasuke!

Y sin más que decir el alfa tira un portazo a la entrada principal de su hogar con la mandíbula tensa y los hombros pesados. Él suspira, desde hace un tiempo el ambiente familiar se convirtió en uno exasperante, o lo suficiente insoportable como para ya no querer poner ni un pie en el escalón.

¿Quién se cree él? Niega con la cabeza, tiene entendido que luego de su salida con Sakura tendrá problemas que asumir, pero eso no le arruinara el día que planeó para su omega, al contrario, debería tener una razón más para pasarla bien.

El nudo en su garganta se desenvuelve poco y toma un respiro yendo a la residencia de su novia, no había problema a recurrir hasta allí dado a que Sasuke había acompañado a su novia miles de veces hacia su respectivo hogar, siempre para asegurarse de que la omega llegue a salvo y sus padres no se preocupen mucho.

También gracias a ello sus suegros quedan maravillados con su comportamiento y le depositan una buena confianza con su hija, eso iba muy a favor a su parecer, al menos iba mejor que los primeros días en donde recién salía con la omega.

Sasuke tiene entendido que se trataban entre ellos como una verdadera familia de seis integrantes, y por la cual llegaron a ser sobreprotectores con su novia, aunque pueden llegar a veces a tratarse de unas personas chifladas, pero el amor caluroso que le reguardan a la menor se invadía desde distancia.

El momento en que se ve parado en la puerta caoba el lobo de Sasuke salta en su interior, al tan solo imaginar que ambos podrán oler el aroma de su omega y sentirla cerca los pone contentos, en realidad, la tan sola presencia de Sakura era un prodigio, prodigio que estaba eternamente agradecido e indispuesto a dejarlo.

Sasuke extendía la mano para tocar el timbre, y hubiera hecho resonar ese típico "ding dong", si no fuera porque la entrada ya había sido abierta por una pequeña pelirosa con un atuendo algo desgastado. Sus cabellos estaban desordenados, aun yacía con el pijama de conejo y con el seño levemente fruncido. El alfa la contempla, no podía creer que aún así ella se veía hermosa.

La omega bosteza como una bebé, y abre los labios con una perfecta "o" luego de divisar a su novio parado al frente con una sonrisa, aquello la hizo ruborizar un poco, ocultando sus manos sobre las mangas rosadas, nerviosa.

─ Uh, ¿Qué haces aquí, Sasuke-kun?─ pregunta tallándose un ojo con su mano, aun recostada en la entrada. Sasuke sonríe ante la imagen de su pequeño gatito, se ve enfadada.

─ Primero dime porqué estas arrugando la nariz de esa manera, Sakura.─ se acerca a la omega quien cambia su semblante haciendo un puchero. Sasuke le deposita un beso en la frente abrazándola enternecido.

Sakura toma un respiro aún debajo del cuello de Sasuke, e intentando sonar serena comienza a relatar.

─ ¡Ahora debo botar la basura tres días a la semana y el tonto de Naruto solo una! ─chilla regalando algunos golpecitos en el rígido pecho del alfa, desquitándose su furia interior. ─ ¡Todo porque el aprovechado de Kiba esta a cargo!─ el alfa expulsa una baja carcajada.─ ¡Son los peores hermanos de todo el mundo, Sasuke-kun, los odio! No, odiar es feo y toma mucho tiempo, los detesto ¡Sí! ¡¿Escuchan bien tontos? Los DETESTO!

De repente los aludidos sacan la cabeza en una de las ventanas al mismo tiempo mofándose de Sakura con una gran sonrisa. Sasuke solo sacude la mano saludándoles con educación aunque ya sean conocidos desde hace unos meses atrás y conlleven confianza filial en el puño, pero de todas formas quiere interferir con respeto. Ambos, alfa y omega, le devuelven el gesto, y uno de ellos coloca las manos en su boca imitando un S sin ocultar la risa jocosa.

─ Esta haciendo un estilo de huelga con su aseo personal y justo ahora estaba haciendo un berrinche ─sentencia Naruto con voz resistente.─, dice que si no le bajamos un día de los turnos que acordamos ella no tomará el baño de manzanilla como mamá nos ordenó a TODOS que lo demos. Si sigue así yo mismo la boto al basurero sin importar si ese día no me toca.

Lo ultimo no le agradó al alfa, el cual aún con Sakura en el pecho iba dispuesto a gruñirle mostrándoles los dientes a Naruto, pero se contuvo al oír un "es broma, no me mates, también tengo una omega por quien vivir."

Muy bien dicen que un alfa hace cualquier cosa por su omega, Sasuke es consciente de ello.

Asiente aun teniendo a la pelirosa aferrada a su pecho, desahogándose con "malas palabras" en el.

─ ¿Es por eso?─ le pregunta y Sakura confirma aun enterrando su cabeza. Sasuke toma una boca nada de aire. ─ ¿Te parece ganar un premio si cumples con tus deberes?─ cuestiona.

Siente su pecho ser abandonado por el rostro de su menor, ella le muestra sus ojos verdes con un brillo en especial y una sonrisa minina mostrándose de oreja a oreja, tan contenta que Sasuke por poco suspira como cualquier fanboy al ver a su idol  sobre el escenario. Su ensoñación se esfuma al escuchar un fino grito ser expulsado por todo el vecindario hasta el punto de que las pobres aves se propongan volar con intensidad de sus árboles.

La pareja giran los cuellos confundidas por el repentino sonido, vislumbrando un Kiba con su teléfono en manos, al parecer grabando la escena de la pareja. Él al ver que interrumpió la conmovedora situación aprieta el punto rojo dejando de hacerlo, tosiendo en el acto.

─ Perdón, tengo que hacer una llamada ─da pasos hacia atras marcando el número de alguien. Ellos se quedan expectantes del como se va yendo el hermano del medio hasta que una voz ronca y adormilada contesta con un murmuro.─ Hola Shino idiota ¿Y SI APRENDES DE SASUKE?─ Kiba toma un respiro camino hacia la cocina.─, ábreme el chat desgraciado y mira el video que te envié.

Él omega bufa de ira y los otros dos se dan una sonrisa complice esperando a que Kiba se vaya totalmente.

Luego de un segundo estallan a carcajadas.

─ Aun asi son lindos juntos, Sasuke-kun ─ canturrea la menor un poco conmocionada. ─ Jamás me dijiste de que regalo se trataría si cumplo mis deberes.

─ Te compraré algo ¿si? Solo ve a alistarte para salir, quiero pasar estos dos días contigo antes de que termine el fin de semana. ─ demanda el alfa y Sakura emocionada solo ensancha su típica sonrisa brillante.

La omega toca el hombro del alfa y se coloca de puntillas colocando sus labios rosas en la mejilla.

─ Esta bien, espera dentro ─la dirige al interior echándose a correr con esmero para apresurar las cosas, sin embargo, ella vuelve de las escaleras recordando que le faltó decir un detalle importante para comenzar la mañana.─ Buenos días ¡Te quiero mucho!

Y se va.

Dejando a un Sasuke más enamorada que ayer y menos de lo que estará mañana.

𝘀𝗼𝗳𝘁 𝘀𝗲𝘅 • 𝘀𝗮𝘀𝘂𝘀𝗮𝗸𝘂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora