Arrebol.

75 14 1
                                    

— ¡Te encontré! — gritó Jake saltando a la espalda de Sunghoon, tomándolo por sorpresa y haciendo que éste se tambaleara

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— ¡Te encontré! — gritó Jake saltando a la espalda de Sunghoon, tomándolo por sorpresa y haciendo que éste se tambaleara. El mayor bufó irritado y golpeó la pierna de Jake para que se bajara de su espalda. — Eres bueno jugando al escondite, Hoonie. Por poco creí que no te encontraría pero luego vi una mata de cabellos negros correr entre la gente y te seguí hasta aquí.

Sunghoon había dejado a Jake en la taberna, distrayéndolo con alcohol. No se esperaba que el pequeño resultara ser un amante de éste, pero le fue de gran ayuda al tratar de librarse de él.

Había salido por la puerta trasera y se había mezclado entre las personas y según sus terribles y rápidos cálculos, Jake no sería lo suficientemente rápido para alcanzarlo. Que equivocado estaba.

— ¿Qué me gané? — volvió a preguntar, esta vez estando sobre el suelo. ¿Una sonrisa de Hoonie hyung? — preguntó mientras le picaba la mejilla, el mencionado negó lentamente mientras se cruzaba de brazos. — Oh vamos, quiero ver cómo luce sonriendo. Desde que nos conocimos siempre tienes el ceño fruncido y solo refunfuñas. — Sunghoon solo siguió su camino ignorando las palabras del chico de cabello azul. Jake se quedó un momento en silencio y segundos después paró abruptamente, tomando al pálido del brazo. — ¿No te gusta mi presencia, Honnie hyung?

— Eres muy parlanchín — se limitó a decir. Se soltó del agarre del chico y siguió caminando.

Jake abrió la boca indignado mientras veía cómo Sunghoon se alejaba entre la gente. Pateó una piedra y un ligero puchero apareció en sus labios. Sí, él era muy hablador pero no podía evitarlo. Era su naturaleza y siempre creyó que era una muy agradable cualidad, pero había personas que sólo lo veía irritante, como es el caso de Sunghoon.

Pero no podía alejarse de él a esa altura, ya habían avanzado demasiado, mucho más de lo que alguna vez Jake había ido. Así que Sunghoon tendría que soportar su presencia por un tiempo más.

— Soy el color que le hacía falta a su vida, hyung — soltó cuando estuvo a su lado, escuchó bufar a su hyung y rió flojamente. Extrañamente, Sunghoon le había agradado. — Atrévase a negármelo.

— Te lo niego. El único color que necesito en mi vida es el de las monedas — rebatió Sunghoon. Una media sonrisa quiso aparecer en sus labios, pero la escondió con una tos falsa.

— Bueno, pues ahora ese color ya no lo tienes porque se lo di a un vagabundo — informó inocentemente. Cuando Jake se dio cuenta de que Sunghoon ya no estaba en la taberna y fue en busca de él, se encontró con un hombre que pedía dinero para comida y como Jake es de muy buen corazón, le dio todo el dinero que tenía en sus bolsillos.

La mayoría era de Sunghoon.

Sunghoon giró rápidamente su cabeza hacia Jake y vio cómo éste tenía las manos tras la espalda y varias flores regadas por su cabello, que quien sabe cómo habrán llegado ahí. Se veía bonito, sí. Sunghoon no era nadie para negar aquello, pero eso no iba a evitar que se enojara.

𓏲 ๋࣭   ࣪˖ 𝐁𝐨𝐝𝐚 𝐄𝐪𝐮𝐢𝐯𝐨𝐜𝐚𝐝𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora