trece.

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Había pasado una semana desde que Jisoo se fue a vivir con Jennie, quien la cuidaba y mimaba mucho, porque no quería que se deprimiera después de todo lo que pasó en casa de sus padres

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Había pasado una semana desde que Jisoo se fue a vivir con Jennie, quien la cuidaba y mimaba mucho, porque no quería que se deprimiera después de todo lo que pasó en casa de sus padres.

Era fin de semana y Jisoo despertó más temprano de lo habitual, bostezó, notando que el sol apenas comenzaba a asomarse; así que pensó en volver a dormir, porque no tenía nada importante que hacer.

Cerró los ojos, pero volvió a abrirlos cuando sintió la entrepierna de la alfa chocando con su trasero, mientras la tenía tomada por la cintura con un agarre flojo.

Las orejas de la conejita se pusieron alertas, cuando pudo escuchar los murmullos de la morena, quien seguía perdidamente dormida —Jisoo...— la alfa tenía su nariz pegada a la nuca de la omega, quien sonrió divertida por la linda chica.

—Lento... así...— las caderas de la morena se movieron un poco de adelante hacia atrás y el rostro de Jisoo enrojeció hasta las orejas, cuando sintió la dureza de la alfa por debajo de la pijama.

El bulto se frotaba contra su culo, haciendo que su cuerpo comience a calentarse, al darse cuenta de que Jennie estaba teniendo sueños húmedos con ella.

La omega chilló cuando la alfa comenzó a gemir un poco contra su nuca —Conejita... te mueves tan bien...— los murmullos eran algo innentendibles, pero el contexto hacía que Jisoo se diera una idea de lo que estaba soñando.

Con la vergüenza y el deseo invadiendola, se dio la vuelta, quedando cara a cara con el tranquilo rostro durmiente de su novia. Se veía tierna, tenía unos cuantos mechones revueltos esparcidos por su rostro y la boca un poco abierta.

La azabache sonrió con ternura, hasta que volvió a percibir el ligero movimiento de caderas, esta vez contra la nada. Bajó la mirada y se encontró el gran bulto que pedía atención, así que Jisoo decidió que podría darle los buenos días a Jennie de una forma más placentera, al fin y al cabo, su gatita estaba deseosa de sentirla.

Llevó la mano hacia el bulto y lo tomó con firmeza, esperando por la reacción de la alfa, quien pareció relajar un poco más el rostro.

La omega bajó con cuidado los pantalones y calzoncillos, dejando libre a la erección erguida y dura. Mordió su labio inferior y la rodeó con la derecha, comenzando a subir y bajar de a poco.

La alfa comenzó a gemir un poco más —Mhm Soo...— la omega se quedó quieta un momento y reanudó su trabajo poco después.

Inhaló el delicioso aroma de su novia —Por primera vez la loba no se come a la conejita— dijo en voz baja y juguetona, burlándose un poco de la situación.

Jennie comenzó a abrir los ojos un poco, mientras movía las caderas contra el delicioso calor que rodeaba su polla.

Jisoo se mordió el labio inferior cuando se topó con la hermosa mirada de su alfa —Buenos días— su mano se movió más rápido, provocando que la alfa tenga que aguantar los gemidos de placer que comenzaban a sobrepasarla.

little bunny ♡ jensoo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora