PRÓLOGO

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7 AÑOS ATRÁS...

En un pequeño reino en lo más profundo de Hallownest podemos ver a un pequeño avispon de 10 años de edad que se encuentra entrenando con su aguijón golpeando a un muñeco de entrenamiento mientras sus tres maestros observaban su progreso con los ataques básicos y las artes del aguijón, fundamentos que debe aprender un futuro guerrero para proteger el reino que se le va a heredar, golpe tras golpe, progreso tras progreso, se le veía emocionado nuestro joven protagonista tras golpear al maniquí y sus maestros lo ayudaban a orientarse de forma verbal y física

Sheo: Muy bien, Chico. Pero recuerda que el ataque no lo es todo...

Mato: Así es, la defensa también es crucial en momentos de combate...

Oro: No siempre estarás peleando contra un maniquí, pronto llegará el momento de luchar contra verdaderos oponentes

T/N: Muchas gracias por sus consejos, Maestros del aguijón 

Dijo nuestro protagonista con emoción y alegría al detener sus ataques por un momento, tal vez sea un niño inocente y animado, pero no debemos olvidar de su fijado destino como futuro Rey de la Colmena, gran parte de su infancia fue alegre, sentia que el entrenar diariamente con sus tres maestros era una divertida actividad desde su punto de vista, siempre risas, diversión y libertad dentro y fuera de su colmena, nada podría salir mal... ¿Verdad?

...Lo dudo...

Nuestro protagonista estaría caminando normalmente andante y sonante por la colmena como si de un día normal se tratace, saludando subditos, guardianes y cualquier abeja que se le cruzara en su camino, siempre sonriendo demostrando su alegría como cualquier niño de edad juvenil, siguío con su día normalmente hasta que al atardecer caminó devuelta a la zona de la realeza para descansar un poco por el largo día que tuvo hasta que oyó murmuros proveniente de una puerta entreabierta, la curiosidad le ganó y se acerco a la puerta para escuchar sin que lo noten, creyó que hablarían cosas normales de su reino, producción de miel o cosas así, pero la razón de los murmuros le borro su inocente sonrisa...

Guardia 1: ¿Que haremos ahora sin ella? nuestra especie no puede regirse sola, se supone que somos trabajadores de equipo, sin una reina no somos nada

Guardia 2: No te alteres, recuerda que dejó un heredero al trono, estoy seguro que hará un buen trabajo al igual  que ella...

Guardia 1: El es solo un niño ¿que sabe el sobre liderar todo un reino? literalmente cree que su entrenamiento es solo un estupido juego

Guardia 2: Tienes razón, quizas no está del todo bien formado pero lo estará, solo debemos mantenerlo seguro y evitarle el mismo destino que su madre hasta que tenga una edad aceptable para cederle el trono

G.C: Yo puedo mantenerlo seguro junto a la reliquía de la reina sin ningún problema

Guardia 2: Estoy de acuerdo con ello, eres el mejor guardian que tiene nuestra colmena, pero ¿Donde resguardaremos al principe?

Guardia 1: Debemos mantenerlo junto a aquella reliquía, Solo nosotros debemos saber donde está

G.C: Sabes que eso es cautiverio ¿No?

Guardia 1: Creeme, es lo mejor...

El joven herdero estaba en estado de shock por lo que escuchó. Su madre muerta, la repentina forma de tener responsabilidades Reales, y sobre todo el hecho de estar encerrado por años... No supo reaccionar ante ello y solo se quedo con lagrimas en los ojos por lo que escuchó hasta que los guardias salieron y notaron su presencia, ya sospechaban que el pequeño y futuro rey escuchó la conversación y sus decisiones, se miraron entre ellos y el Guardian de la Colmena fué quien se puso de rodillas delante de nuestro protagonista para estar a su altura, poso su mano sobre su hombro en un intento de consuelo y le habló con voz tranquila manteniendo su disciplina

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⏰ Última actualización: Oct 02 ⏰

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