𝗠𝘆 𝗘𝗻𝗲𝗺𝘆 | 𝘊𝘰𝘣𝘳𝘢 𝘒𝘢𝘪

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   🥋🐉 ─ The arrival ⊹ . ˚  

Feo, eso pensaban los tres primogénitos al ver el lugar en donde se quedarían, no se referían a su nueva casa, más bien era la ciudad en sí, no les gustaba para nada.
Era tan diferente a su antigua ciudad, no había nada que les gustara, por lo menos esperaban encontrar algo entretenido en ese lugar.

— Lindo, perfecto para la gente de Estados Unidos, lastima que seamos de China — Kai fue el primero en hablar, siempre diciendo lo que pensaba.

— Este lugar es tan asqueroso — Tao le siguió, era el más franco de todos.

— No hay buenas tiendas de ropa en este lugar, lo odio — Nuwa finalizo, ella solo quería ir de compras.

Cheng solto un suspiro mirando a sus tres hijos, se esperaba esa reacción por parte de los tres. Si eso habían dicho de lo poco que vieron de camino a su nueva casa, ya se imaginaba lo que dirían cuando vieran la ciudad entera junto a su nuevo instituto. Aunque Kai no iría de todas formas no desaprovecharia la oportunidad de decir sus verdades.

— Dejen de quejarse y ayúdenme a bajar las cosas del camión — Les dijo, viéndolos seriamente.

De inmediato los tres obedecieron, después de todo su padre no era alguien a quien le debías de decir "no".

— Cuando terminemos de acomodar todo, iremos a recorrer un poco — esta vez su expresión se suavizó un poco.

— Podemos ir a algún centro comercial? — La única mujer de la familia preguntó, haciendo que los tres hombres rodaran los ojos divertidos.

— Tu y tú obsesión por las compras — Kai le dijo, empujandola levemente.

— Por lo menos yo tengo una obsesión sana — Su intento de defensa hizo reír a los tres hombres de la casa.

— Eso ni tu te lo crees, Nuwa — Tao tenía razón, ella tenía una obsesión muy grande por las compras.

— Bien, bien. Iremos a un centro comercial y nos dividiremos — Eso pareció gustarles a sus tres hijos, los cuales asistieron satisfechos ante lo dicho por su padre.

Duraron mínimo unas cuatro horas en acomodar y ordenar todo, su casa no era precisamente pequeña. La nueva casa era como la que tenían en China, incluso tenían su pequeño estanque de relajación en el jardín, tenían siete habitaciones, cada una con un baño privado, aparte de dos baños para visitas.

Su casa era de dos pisos, tan increíblemente grande que los vecinos pensaron que jamás la venderían, pero allí estaban ellos, viviendo en la mejor casa de todas.

— Buen trabajo, chicos. Se ganaron la ida al centro comercial — Los felicito, mientras se secaba el sudor de su frente, otra cosa mala de ese lugar era la calor tan insoportable.