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𓍢ִ໋🌷͙֒ ᰔᩚ【Historia en la que el pequeño Michael Kaiser te considera su verdadero padre】𓍢ִ໋🌷͙֒ ᰔᩚ
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— ¡Hermano ya volví! —Alexis se acerca con dos bolsas, una en cada mano en dónde se encuentran las compras. Mientras tanto a Michael se aferra a uno de tus brazos.
— ¿Te sobró dinero? —mencionas alzando una ceja. El peli-magenta se sonroja, rápidamente te diste cuenta que se lo gastó todo.
— Compré dulces.
Sueltas un suspiro. El rubio se mantiene en silencio por su timidez, para él Alexis era muy ruidoso.
— ¿Por lo menos guardaste algunos?
— Me los comí todos...
— ¡Ay Alexis!, ¡¿cuántas veces te he dicho que no debes comer tanto dulce?!, tendrás imperactividad. —el niño solamente te saca la lengua de forma infantil.
— Que egoísta de tu parte. Ven vámonos el clima se pondrá más frío en una horas. —los tres emprenden camino.
— ¿Dónde se encuentra tu casa Michael?, podríamos llevarte para que no te ocurra nada malo. —el rubio guarda silencio unos segundos. En lo único que pensaba era en su padre, recibiendolo con golpes.
— Mi casa... —busca alguna excusa, pero nada llega a la mente del pequeño, no tenía más remedio que decirte alguna que otra mentira— uh, está a unos diez minutos, ¿estás seguro que quieres acompañarme? —su tierna mirada se posa en ti, que asientes con una leve sonrisa.
— ¡Claro!, ¡seamos amigos pequeño! ¿te parece? —el corazón de Kaiser se estruja. Había visto a muchos niños reír con otros. Sobre todo en los parques jugando y corriendo.
Amigos. Sus primeros amigos.
En el transcurso del camino se instala un cómodo silencio. Cómo era de esperarse Alexis era el que más sacaba conversación.
— ¿Hermano cuándo comprarás el telescopio?, quiero ver las estrellas también.
— Ah, en realidad todavía me falta juntar dinero. —dices un poco desanimado, desde hace meses habías empezado a ahorrar dinero. Pero algunas se te era muy complicado juntar algunas monedas ya que también tenías que pagar tu universidad.
Trabajas en una pequeña cafetería como mesero, ya que querías comenzar a ser más independiente. Iniciando por pequeñas cosas.
Tenías el trabajo desde hace un año y medio, ibas los martes, miércoles, viernes y sábados. Tu turno era matutino por lo cual no te afectaba mucho ya que tus clases era en la tarde, estabas estudiando Astronomía.
Y aprovechando que no hacías mucho en las mañanas decidiste comenzar a trabajar. Para luego de salir del turno irte directo a la universidad.
— ¿Te gustan las estrellas? —Michael decide hablar tímidamente como era costumbre en él— ellas están muy lejos...
