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Edward llevaba a Zip y Chip por un taxi. El tuvo que sacrificar la paga que su abuelita acaba de darle solamente para acompañar a Zip, quien seguía desmayada, y su hermano que lo único que hacía era estorbar.

—¿Tienes juegos en tu móvil?—preguntó Chip con su voz infantil.

—Si, ¿Para que lo quieres?—respondió desinteresado.

—¿Puedo jugar?

—No

—¿Por qué?—preguntó triste mientras ponía sus ojos adorables para controlarle la mente.

—No quiero.

—¿Porque no?

—Lo único que harás es bajarme la batería, además, me vas a perder el progreso sin importar cuál juego juegues.—dijo mirando hacía otro lado.

—¡¡Por favor!!—dijo mientras jalaba de la mano de Edward.

—¡Ahh! Está bien...—suspiro frustrado mientras le daba su móvil desbloqueado.

—¡Gracias!—agradeció Chip, el empezaba a buscar algún juego.

Edward volvió a suspirar, dirigió la mirada a Zip, aún estaba con los ojos cerrados. El notó como el móvil de Zip sobresalió de su bolsillo. El decidió ver qué secretos tenía dentro de su móvil, ya se sabía su contraseña, que era "12345" y ya.

Vio como habían muchas notificaciones de su madre llamándola y escribiendo mensajes sobre donde estaba a esas horas, pero decido ignorarlas para que Zip los veía por su cuenta.

Pero una notificación le llamo la atención, y era la de la cuenta de secretos.

Ahí se podía ver un vídeo, como Chip violaba a su hermana mientras ella estaba borracha y medio dormida. Edward miro a Chip traumado por lo que acababa de ver.

—Con esa carita tan inocente... ¿Pudo hacer algo así...?—pensó, Edward borro la cuenta de Instagram de Zip, y también borro la aplicación.—Es por tu bien, Zip.

La cabeza de Zip se tumbo en un hombro de Edward, eso lo hizo sonrojar y envolverlo en un escalofrío al sentir el contacto físico.

Edward decidió volver a dejar el celular de Zip en su bolsillo, mientras imaginaba cosas aún más traumáticas que lo que acababa de ver.

—Ya hemos llegado a vuestro destino.—anuncio el taxista. Edward se asomo por la ventana, pasando por encima de Zip, viendo su escuela afuera.—Ya os podéis marchar.

—Gracias—respondió Edward tratando de ser amable. Edward cargo a Zip encima de su espalda.—Chip, nos vamos.—dijo mientras arrebataba su móvil de las manos de Chip sin previo aviso.

Chip hizo un puchero y frunció el ceño al notar el movimiento de Edward, pero no habló, y salió del vehículo sin decir nada.

—Desagradecido...—murmuró Edward.

La casa de Zip y Chip estaba en frente de ellos, vivía al lado de la escuela. Edward tocó el timbre, esperando a un respuesta.

—"¿Hola?"—preguntó la voz detrás de la máquina, quien probablemente sea la mamá.

—"¡Hola! Soy Edward, el amigo de Zip, y... Aquí tengo a sus dos hijos, digamos que la mayor no está en el mejor estado posible...—en el fondo se escuchaba la voz de Chip diciendo "¡Mamá, mamá!".

Edward miro a la venda que estaba en la cabeza de Zip que el mismo hizo, era papel del baño (de chicos) que se encontró en el suelo que quiso utilizarlos para hacer un experimento, pero ahora está como venda. Quién sabe que cosas debe de estar manchadas ahí.

—¡Oh! ¡Hola cariño!—respondió a Chip.—La madre abrió la puerta.— Entrad, porfavor.

—Gracias...—dijo Edward sin saber muy bien porque. Los tres entraron, Edward presionó el boton del ascensor.

Vivían en el piso 3, por lo que no tardaron demasiado en llegar al piso. Al llegar, se podía ver cómo su madre con la cara preocupada esperando la llegada de sus hijos, ella caminaba rápido hacia la dirección del ascensor, y abrazó a Chip, luego miro a Zip.

—¡¿QUÉ LE PASO?!—dijo refiriéndose a Zip.

—Yo... Mejor que se lo diga Chip...—dijo nervioso, mientras abría lentamente la puerta del ascensor, se sentia incomodo.

Dejo a Zip al lado de su madre y se fue rápidamente al ascensor mientras presionaba la planta baja repetidas veces por lo nervios, mientras agitaba la mano en forma de despedida con una sonrisa torzida.

La madre le miró confundida, mientras hacía el mismo movimiento que el.—¡Adiós!—grio Chip.

Edward suspiro al ver que el ascensor comenzó a estar en movimiento. Cuando llego a su destino, salió del ascensor y se quedó parado por unos segundos, hasta que sintió algo en su pelo.

Era un billete de 10 euros, que estaba pegado a un papel que decía "gracias por traer a Zip :)"

Edward sonrió un poquito, y empezó a pensar las veces que le dijo a Zip que le gustaba su madre mientras caminaba a la salida.

𝗦𝗘𝗖𝗥𝗘𝗧𝗢𝗦 | Zip x Edward | FPEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora