𝐋𝐄𝐎𝐏𝐀𝐑𝐃 ╎ ୧ ‧₊˚ 🍮 ⋅ ☆

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- Regresaré en la noche ¿de acuerdo? - luffy preguntó acariciando los cabellos de law.

-Está bien, si dices que vendrás en la noche puedo esperar. - law sonrió ladinamente, notando como la sonrisa de luffy se acercaba a él, así robándole un tímido beso.

-¡Adiós, traffy! - Dijo el azabache corriendo a su camioneta. -¡Y ponte una maldita camisa! -

- ¡Adiós, solecito! - law respondió felízmente.-¡Las obras de arte son para admirar y desear! - luffy se sonrojó notoriamente, apresurándose por salir a la carretera y prender camino rumbo a su trabajo.
Por otro lado, law, se despedía con la mano hasta que la camioneta dejó de verse, dejó de sonreír forzosamente y gruñó.

-Ya baja, eustass. - Pidió Trafalgar. Del árbol, cayó torpemente un gran felino negro, provocando un golpe seco y pájaros volar asustados.

-Joder. - Se quejó entre dientes eustass al estar ahora en su forma humana. - La edad comienza a dar efectos secundarios. -

-Cállate y entra a la casa. - Gruñó law regresando al interior de la mencionada y bostezando.

Kid entre risillas, entró al hogar, observando con burla al leopardo.

-¿Qué? - Preguntó sacando un filete del congelador y comenzar a prepararlo como le enseñó su Solecito.

-Nada - Dijo la pantera sentándose en su sofá, apretaba sus labios para no reír. Law sabía que ese silencio y sonrisa burlona por parte de eustass kid solo significaba un pensamiento principal de todo un plan cruel y malévolo.

-Eres espeluznante actuando así y - Trafalgar calló tras oír el nuevo cascabel de su collar que luffy le colocó al sacudir su cabeza en negación. – Oh... mierda -

- ¡¡Eres un marica!! - kid explotó en risas, observando la cascabel adornando el collar de law. - ¡Puto muerde almohadas! - law solo rodó los ojos y le dió la espalda al chico, a pesar de sentirse avergonzado, sabía que para luffy era "el gatito más adorable del mundo" y se conformaba con ello... porque claro, tras tener una puta pelota ruidosa en el cuello significaba una gran cantidad de besos y mimos..y al leopardo le fascinaban los mimos aunque no lo quiera admitir. Sin embargo, luffy debía entender que lo que tenía en casa no es un gatito... si no un leopardo.  Uno que dejó de verse rudo con él, porque los besos y caricias compraron toda su confianza.

-A ver, marica - kid habló después de reír a carcajadas. - Cómo le hacen? Ambos son muerde almohadas y es difícil entender cómo se dan placer ¿usan el mismo dil. -

-No. - Dijo secamente el leopardo. - No soy muerde almohadas y no comparto dildo con luffy.

Kid asintió. -Es difícil verte imponente con ese puto collar con lunitas y un cascabel. – Confesó el
pelirrojo. - Lo peor de todo actúas como un gatito frente a él. -