Sergio se estaba alistando en los vestidores para la carrera de Baku, emocionado por volver a ganar. Podía sentir el podio corriendo en sus venas. Sonrió al pensar en eso, y su lobo interior también parecía feliz.
Al salir del vestuario, se topó con Max, quien estaba parado en la salida, mirándolo seriamente.
— ¿Qué hacías con Sainz? — preguntó Max. — ¿Por qué permitiste que te abrazara? — agregó, su tono acusatorio.
Sergio se mostró confundido.
— De qué hablas, Max? No tengo que darte explicaciones — respondió Sergio.
— Sí, las tienes — gruñó Max, su alfa molesto—. No terminamos de hablar. Odio que te abracen, eres mío, mi alfa, solo mío.
Sergio se molestó.
— Max, no soy tu alfa, somos solo compañeros de equipo — dijo Sergio, liberando feromonas defensivas.
— No puedes decirme qué hacer — añadió Sergio, mientras se alejaba del vestuario, molesto.
El aroma de ambos alfas llenaba el vestidor. Sergio intentaba mantener la calma, pero su aroma lo delataba. Odiaba cuando Max se comportaba así, como un niño celoso que no quería compartir su golosina. Esta vez, Sergio no cumpliría su capricho, no hoy.
Sergio sentía su cuerpo sin control, su lobo gruñía y ronroneaba con los toques de Max. No entendía cómo habían llegado a esto.
— Hmm, Maxie~ ¡Más rápido! — Sergio se aferró a la espalda de Max, dejando pequeños rasguños. — Alfa~ ¡Necesito tu nudo! Me portaré bien, lo juro.
Sergio era tan estrecho y caliente que Max deseaba ser el primero y último en follar ese delicioso hoyo. Escucharlo gemir mientras embestía su culo era como si estuviera en celo.
Max llevó su boca al pezón de Sergio mientras sentía cómo se formaba un nudo dentro de él. Sonrió y siguió chupando como si fuera un cachorro hambriento.
Max había probado a Sergio y esta vez se aseguraría de que fuera suyo y que nadie se lo quitara. Se acercó al cuello de su compañero, dejando varias marcas acompañadas de dulces besos.
Después de haber bajado el nudo, seguía embistiendo a Sergio como un verdadero león. Tomó la cara de su compañero y besó sus dulces labios rojos e hinchados por las mordidas.
Embestida tras embestida, el mexicano se sentía sobreestimulado. Max se vino dentro del pecoso, no resistió más y mordió a su compañero, creando una unión entre ambos alfas.
Lamió y repartió besos en la marca recién hecha, tratando de calmar el lloriqueo de su compañero mientras esperaba que el nudo bajara para salir dentro de él.
El pecoso cayó rendido en el cuello de Max. El holandés le dio caricias en el pelo, pasó una mano en la cintura del pecoso y tocó su vientre hinchado.
Max sonrió satisfecho de haber hecho al pecoso su alfa.
Los amo, mua
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Mio Por Derecho / Chestappen
फैनफिक्शनA max le desagrada que otros omegas y/o alfas vean a 𝘀𝘂 𝗮𝗹𝗳𝗮, ya que detesta que vean lo que considera suyo por derecho. AlfaxAlfa Max Top Checo Bottom One Short