Hoy era un nuevo y tranquilo día. El príncipe Roberto se despertó por el rudio que causaban los pajaritos picoteando su gran ventana. Se sentó en la cama, estirándose un poco, para luego levantarse y dirigirse a su balcón, le gustaba sentir el aire fresco.
Se apoyó en los barandales, cerrando los ojos para poder sentir el cálido sol mañanero en el rostro. Todo estaba muy silencioso, pero era un silencio cómodo y relajante...eso no duró mucho ya que abrieron la puerta del cuarto del príncipe, provocando que el vaya a revisar quien era.
Y era su sirvienta, esta se sorprendió por la repentina aparición del caballero, para ella no era muy común que el príncipe este despierto tan temprano, porque siempre cuando venía a la misma hora el joven se encontraba durmiendo.
─¡Oh, príncipe Roberto! No sabía qué estaba despierto, lo siento.─ La doncella agachó la cabeza, en forma de disculpa.
─Mhm, tranquila...no tienes que disculparte.─ Se acercó a la sirvienta, apoyando su mano en el hombro de la mujer.
El era muy querido en el reino, por como trababa a los empleados, ya que el resto de la familia real los trababa como basura.
─Esta bien...─ La mucama suspiró aliviada y levantó lentamente la cabeza. ─Su familia lo esta esperando abajo, el desayuno ya esta servido.─
─Diles que en un instante bajo, porfavor.─ Respondió alejándose de aquella mujer y yendo a su armario, para poder cambiarse.
─Claro, ya mismo se los digo.─ Asintió con la cabeza y una pequeña sonrisa aparecio en sus labios y se fue por donde había entrado hace unos minutos.
Después de elegir su ropa, se cambió y finalmente bajo de su habitación para luego ir al comedor familiar.
─Buenos días familia...─ Hizo una pequeña reverencia y se sentó al lado de su hermano Ricardo.
─Buenos días hijo.─ Correspondieron al unísono sus padres.
─Buenos días bella durmiente.─ Dijo su hermano soltando una risa, pero justo fue callado por una patada que le pegó su hermana menor que estaba sentada al frente de él.
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🜲𝒫𝓇𝑜𝒽𝒾𝒷𝒾𝒹𝑜𝓈 𝓅𝒶𝓇𝒶 𝓈𝒾𝑒𝓂𝓅𝓇𝑒♥︎
Romance༶•┈┈⛧┈♛👑♛┈⛧┈┈•༶ Roberto era hijo del poderoso rey Musso. Al igual qué sus otros dos hermanos, tendrían que cumplir varias reglas y una de esas era: no convivir con ningún campesino, pero Roberto no hizo caso, un día fue a la aldea y eso provoco que...