Las decisiones de Ben y Saanvi los llevarán lejos, sus vidas tomarán otros rumbos, aunque ellos no lo saben, sus vidas están destinadas a encontrarse en cualquiera de los tiempos o en cualquier momento. sin importar el tiempo ni la distancia porque...
Desde que entramos a este cuarto, no he podido apartar la vista de la pantalla. Las imágenes son mucho más claras que las que vimos antes en emergencias, y el latido del bebé... es tan fuerte. Cada vez que lo escucho, siento cómo algo se revuelve dentro de mí, una mezcla de asombro y alivio. Hemos estado aquí casi una hora, pero el tiempo parece detenerse mientras observo cada detalle.
Miro a Saanvi; su rostro está iluminado por la suave luz de la pantalla. Aunque su expresión es tranquila, sé que también está procesando todo esto. Hemos pasado de la confusión al asombro y ahora a esta especie de calma. Mi mano sigue sobre la suya, como si al sostenerla pudiera mantenernos conectados en esta experiencia. No puedo evitar pensar en lo que dijo el médico: dieciocho semanas. Dieciocho semanas de un bebé creciendo dentro de ella y nosotros sin saberlo. Y lo más sorprendente es que no se le nota en absoluto. Pero aquí estamos, viendo a nuestro hijo o hija moverse en esa pantalla, tan pequeño, pero tan real.
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Cada latido del corazón que se escucha en la sala hace que el mío lata con más fuerza. ¿Cómo es posible que algo tan pequeño, que ni siquiera sabíamos que estaba ahí, haya cambiado tanto en tan poco tiempo? Quiero saberlo todo: cómo se moverá, cuándo sentiremos las pataditas, qué nombre le daremos... Pero, sobre todo, quiero estar aquí en cada uno de esos momentos.
La técnica de ecografía se inclina hacia la pantalla con una leve expresión de concentración, observando los detalles con atención. No puedo evitar sentir un leve pinchazo de preocupación.
¿Pasa algo? _le pregunto, tratando de mantener la calma, aunque mi voz traiciona mi inquietud.
La técnica levanta la vista y sacude la cabeza con una sonrisa tranquilizadora.
No, no se preocupen. Todo está bien. Solo que el bebé es un poquito más pequeño para su edad gestacional _responde, sin dejar de mirar la pantalla.
Miro a Saanvi, buscando alguna señal de que esto la inquieta, pero ella parece tranquila, aunque sus ojos están fijos en la pantalla.
¿Es algo de lo que debamos preocuparnos? _insisto, porque quiero estar seguro; no quiero que nada le pase.
La técnica niega con la cabeza otra vez, su tono sigue siendo calmado.
No necesariamente. A veces pasa. Lo monitorearemos de cerca para asegurarnos, pero por ahora no parece haber nada fuera de lo normal _nos asegura mientras termina de tomar las últimas imágenes.
Sus palabras me calman un poco, pero aún mantengo mi atención en Saanvi. Ella me mira y me ofrece una pequeña sonrisa que me ayuda a relajarme un poco más. Lo más importante es que nuestro bebé está aquí, y aunque sea un poquito más pequeño, parece estar bien.
La enfermera finalmente apaga la máquina y comienza a limpiar el gel del abdomen de Saanvi. Me doy cuenta de que he estado tan absorto en las imágenes que ni siquiera me di cuenta de cuánto tiempo ha pasado. Entonces, el sonido de mi celular rompe el silencio de la sala. Lo saco del bolsillo y veo el nombre de mis padres en la pantalla. Me acuerdo de que están en casa cuidando a los chicos.
