Rebelion Of Roses

Got A Secret,Can You Keep It?

Narración Normal

Era de mañana, bastante fría para cualquiera que intentara salir al exterior, y el ambiente se resumía en un silencio realmente acogedor, y sin ningún motivo de ruido. Hasta que se escucho cierto ruido... El motor de un auto que se estacionaba, enfrente de una hermosa casa de dos pisos.

-Hemos llegado- informo el taxista amablemente.

-Muchas gracias- dijo un joven de cabellos rojizos y hermosos ojos del mismo tono, con la piel apiñada 

Estaban estacionados frente a una casa... De la una chica con los cabellos largos y castaños, de ojos ambar y sonrisa amable.

Ambos -el joven apiñado y la castaña se bajaron del taxi, con varias maletas.

Luego, el silencio retorno al vecindario, algo bastante agradable al juicio de una segunda fémina,la cual era castaña y con las puntas azul celeste, ojos rojizos como los del joven acompañante; sus ojos se posaron en un tejado cercano a el hogar de su princesa, se sentó cómodamente y vigilo el perímetro.

Había seguido a su pequeña desde el aeropuerto de Londres hasta esta casa.

-Gracias por acompañarme- dijo las castaña mirando a su acompañante.

-No hay de qué, Li-san- dijo él.

-Puedes llamarme por mi nombre; Ibaki-kun-

-Muy bien... Nozomi-san- dijo el ojos rojizos.

Ambos entraron a la casa, esa casa se la habian heredado sus padres... Aunque tambien varias cosas de suma importancia.

.

.

.

Habían pasado ya varios meses de su llegada a Japón y ahora la castaña había conseguido un trabajo de medio tiempo en una cafeteria.

En la casa contigua a la de su protegida, habia una extraña presencia para la demonio -ya que desde la llegada de Nozomi y su extraño compañero; había estado vigilando prolongado tiempo del día- cosa que retomó su interes y atencion completa, ella sentia que algo extraño estaba por pasar, por lo que acomodo su chaqueta, limpio sus pantalones y emprendio marcha hacia aquel lugar.

Ya a unos metros fue decifrando el olor tan peculiar que la rodeaba:

-Un- suspiro -An- chasqueo la lengua -gel- se adentro en el territorio.

A pocos metros de la casa, pudo distinguir movimientos apresurados, como el correr y mover objetos que hacian ruido al colocarlos en otro sitio.

-Quede de acompañarla a su trabajo....- decia una voz masculina.

Salió una risa delicada y bastante silenciosa por el tono de frustracion que implemento aquel varón.

Asi se acerco y se sento en una de las ventanas a observar al Sr. Apresurado

-¿llaves?... Si, ¿celular?... Si...- decia el joven llendo de un lado a otro. Hasta que dijo seriamente, mientras seguia con sus apresurados pasos:

-¿Cómo has podido entrar?- dijo sin mirarla, ya que estaba buscando su cartera

-nee, a pesar de que eres un ser tan poderoso... eres algo despistado~-dijo moviendo los pies como niña pequeña.

-oee~ tu cartera esta sobre aquella mesa~- dijo al momento en que se paraba para cogerla y entregarsela en la mano.

Ella no lo vio como una amenaza por lo que actuo amablemente

-Jajaja gracias- dijo amablemente él tomando la cartera negra.