insomio

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—¿Una fiesta? ¡No puedo creerlo! Me golpean y lo primero que se te viene a la cabeza es hacerles una fiesta de bienvenida — bufó con desprecio

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—¿Una fiesta? ¡No puedo creerlo! Me golpean y lo primero que se te viene a la cabeza es hacerles una fiesta de bienvenida — bufó con desprecio.

La tensión en la sala se siente a kilómetros.

Deanna nos pidió venir a su casa por la mañana, ya que tenía una propuesta que contarnos. Planea hacer una fiesta de bienvenida al grupo de Rick, como disculpa después del escándalo de ayer.

—Te guste o no la decisión está tomada.

—Spencer, Eliza, Papá. ¡Por Dios! Uno de ustedes diga algo. — todos permanecemos en silencio. — Nunca andamos festejando la llegada de nadie.

Deanna rueda sus ojos.

Reg mira a todos en el lugar sin decir nada.

—Aiden, ya no lo intentes más. Nuestra madre ya tomo su decisión. Aun que si me lo preguntan, yo considero que es una tontería. — a veces quisiera que no me tomaran tan enserio como miembro de esta familia. Y así me evitaría estos problemas.

—Lo ves madre. Hasta Spencer sabe que estás equivocada. Es que todo es tan fácil para esos idiotas ¿no? Llegan golpean a uno de los lideres y todavía se les va hacer una fiesta — aplaude con burla. — fantástico. ¿Oh tu que dices Eliza?

No, no a mi no me metan. Negué con un movimiento de cabeza.

Pero si soy sincera, Aiden tiene razón.

—¡No me esperen en esa mierda! — Dice el menor antes de salir azotando la puerta.

La mujer masajea su craneo, viendo a su marido.

—Ya se le pasara, en algún momento va a entender que no siempre se va hacer lo que él dice — Reg toma por los hombros a su mujer — vamos a la cocina cariño a hacerte un té

—Elizabeth, por favor habla con él. — asentí — espero que tu lo puedas hacer entrar en razón.

—Claro, hare todo lo que este a mi alcance – le aseguro.

...

"La gran fiesta" se llego en un abrir y cerrar de ojos. A pesar de todos los reclamos de los hermanos Monroe, Deanna no se inmutó ni por un segundo.

La noche estaba muy tranquila. Sin ningún ruido recorriendo las calles, pues la mayor parte de los habitantes ya están en casa de Deanna.

Me pase toda la tarde pensando en si era bueno ir. No estaba segura, no luego de enterarme que Aarón y Eric tampoco vendrían. No quería estar sola. Por que a como son los Monroe, estoy segura de que no van a bajar de sus habitaciones.

Mi nube de imaginación se desvaneció al ver el cuerpo de un hombre a unos metros de la entrada.

—¿No vas a entrar? — Le preguntó al ponerme a su lado. Es alto, cabello largo y barba de días.

Secretos del Pasado (Rick Grimes)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora