La Familia Alberdi había decidido pasar el fin de semana en su casa de campo en las afueras de Barcelona, Nadia, su hija estaba muy emocionada, a ella le gustaba mucho su casa de campo porque podía correr al aire libre y podía jugar con su padre a las cosquillas.
Cuando llegaron a la casa, Nadia salto del auto emocionada y salió corriendo a las escaleras, sin darse cuenta que había dos personas paradas al comienzo de ellas, una mujer rubia y un niño de ojos azules.
― ¡Hola Cariño! ―saludo la señora, muy alegre ―Yo soy Laura ¿Y tú?
―Me llamo Nadia ―respondió ella.
― ¡Hola, soy Chayla y él es Diego, Somos sus padres! ―grito desde el auto, la mama de Nadia.
―Un Placer, somos sus nuevos vecinos y venimos a presentarnos ―dijo la rubia.
― ¡Hola Pequeño! ―dijo una voz gruesa, era el padre de Nadia ― ¿Porque no vas a jugar con Nadia? ―pregunto. Señalando a Nadia.
― ¡Claro! Ven, te mostrare algo ―dice el niño tomando a Nadia de la mano, ella sorprendida lo sigue hasta la parte trasera de la casa donde Nadia pensaba que había solamente árboles, pero el niño salto sobre un pequeño arbusto, y le hizo señas de que hiciera ella lo mismo.
Nadia confundida salto el arbusto, y encontró al niño frente a un camino de hojas, ambos caminaron sobre el camino unos cuantos minutos.
―Te mostrare un lugar secreto ―dijo el niño. Deteniéndose y mirando a Nadia a los ojos ―No podrás decirle a nadie, esta es mi guarida y nadie puede saberlo ¡Me Oyes!
―Sss...si no se lo diré a nadie ―respondió Nadia, despreocupada.
Después de un rato llegaron a un lugar que para Nadia era hermoso, no lo había visto jamás, "es un lugar mágico", pensó ella. Tenía flores muchas flores de todos los colores, tenía una pequeña choza un poco vieja pero para Nadia era hermosa, y justo enfrente tenía un pequeño lago, su agua era cristalina podía verse el fondo del lago, su arena y sus piedras, para Nadia todo ese lugar era hermoso.
― Aquí planeo todo mis movimientos ―susurro el niño, sacando a Nadia de sus pensamientos ―Si quieres este también puede ser tu lugar secreto ―continuo diciendo él. Entrando a la choza y encogiendo los hombros.
― Es muy bonito ―fue lo único que pudo decir Nadia, pues estaba tan sorprendida de la hermosura de aquel lugar.
― ¡Nadia! ¡Aaron! Vengan, pronto se hará de noche ―escucharon al padre de Nadia, gritar desde lejos.
―Tenemos que irnos ― el niño ―No pueden saber que estamos aquí ―siguió diciendo, mientras corría hacia el camino, tropezando con una rama.
― Claro ―dijo Nadia, riendo.
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Tu Luz
RomanceTras un incidente con su casa, Nadia Tendrá que enfrentarse a una nueva vida. Encontrará al amor, de la manera menos impensada, pero, ¿será cierto eso de "LO QUE FACIL BIENE, FACIL SE VA"? o ¿su amor sera diferente?