CAPITULO 1

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Hace tan solo unas horas el padre de Kira, el rey Adon,   ha llamado a su joven hija Kira para decirle que  el Rey de BIAKKO, le ha enviado una nota comunicando que  un grupo de Cíclopes ha  atacado el pueblo de Palamenta matando a varias personas. Uno de los sobrevivientes le ha contado a su lacayo que uno de ellos ha dicho estar sirviéndole a Alkehiem, quien les había puesto un hechizo a fin de hacerlos atacar. Además,  el hechicero atacaría los cuatro reinos durante el próximo Solsticio.

En el lejano reino de Valoria, la capital del Reino  del Norte, la joven descendiente del fénix, Kira, con su cabello corto, lacio y color rojo oscuro, se preparaba en su cuarto para una misión de gran importancia. Sus ojos dorados  de color miel, transmitían serenidad y sabiduría.

Kira  portaba una armadura plateada, que le protegía el cuerpo entero y el símbolo del fénix dorado, que simbolizaba la resurrección del ave, estaba incrustado en su capa roja, que colgaba de su espalda.

Llevaba un arco con flechas en el lado izquierdo de su cuerpo. En su bolsa, puso algunos suministros esenciales: un mapa, una botella de agua, algunas raciones y su cuchillo de caza fiel.

La espada de Kira, un regalo de su padre, le había sido entregada cuando cumplió con la edad de 15 años.

Kira bajó las escaleras del palacio en dirección a la reja principal en donde sus padres le esperaban junto a su yegua Serafina. Al llegar, Adon le informa que los demás Guardianes la esperan en la puerta de la ciudad.

Su madre, la Reina Ealia, una mujer de ojos azules y cabello rubio le entrega una bolsa con comida  extra y le dice que estarían rezando por ella.

Adon, un hombre de pocas palabras, simplemente levanto su pulgar en señal de darle ánimos.

Su  pequeño hermano Teo sollozaba, pero Kira le prometió que regresaría, aunque dudaba de poder cumplir esa promesa.

El sol estaba en lo alto para cuando Kira detuvo a Serafina frente a un grupo de muchachos y una chica. Uno de ellos de piel oscura y sin cabello la saludó de manera solemne como Princesa Kira.

Un hombre de cabello azul y tez bronceada se introdujo como  Lycan el escolta personal del Rey Tanem, el Rey del Oeste. Sus palabras inmediatamente crearon curiosidad en Kira, ya que se suponía que los hijos de los reyes eran quienes habían sido elegidos.

Lycan menciona que los demás se presenten durante la marcha.

Mientras cabalgaban Kira se preguntaba por qué  los otros le habían obedecido, pero sus pensamientos fueron interrumpidos por una chica rubia de ojos verdes quien se presenta como Talia, la hija del Rey Seron, del Oeste.

Alain, el  chico calvo, dijo que tardarían dos días en llegar al pueblo de Talaskan. De acuerdo a las investigaciones que había hecho, los campesinos rumoreaban que la mítica batalla ocurrió en los Altos Picos de Damascar porque allí hay un enorme cráter.

Al mediodía detienen sus caballos junto a un arroyo y Talia exclama que al fin podrán comer la deliciosa comida de Lycan. Kira aprovechó el momento para preguntar si ellos ya se conocían a lo que ella responde afirmativamnte durante el Campamento de la Unión Real, un centro de entrenamiento común para los cuatro Reinos.

Kira había oído de ello, siempre había querido ir, pero para entonces  carecía de la edad necesaria. Dicho campamento se realizaba cada verano con el objetivo de reafirmar la amistad entre los Reinos.

Una vez sentados sobre unos manteles que Talia trajo consigo Lycan les sirvió una sopa de cerdo en un cuenco que  Kira jamás había visto. Su sabor era inigualable, un caldo agridulce con sabor a Piña.

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⏰ Última actualización: Oct 13 ⏰

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