Capitulo 1

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Narrador omnisciente

-¡Mami!- gritaba una niña pequeña de aproximadamente 7 años, corría hacia una mujer de mechas rubias, cabello rubio, quien a verla correr hacia esta, solamente la empujo con brusquedad haciendo caer a la infante hacia la alfombra roja de aquella habitación  –mami…-

La mujer solo se dignó a verla con cierto y notable desagrado, se incorporo, alcanzando su estatura que en ese momento era en el suelo –Ya te dije que no soy tu madre, niña inepta, no quiero ser madre de un monstruo quien fue culpable de la muerte de su madre y próximamente de su padre, eres un horror y un error- La expresión de la niña cambio repentinamente a una de tristeza, mezclada con miedo, la niña lloraba en el suelo desconsolada, sin nadie que la apoyara en esos momentos, al contrario; sombras cernían sobre ella, abrumándola y dejándola sin aire. Escuchaba susurros, algunos inaudibles y otros claros. Eran frases breves, pero profundas que siempre habían marcado etapas que no quería recordar de su vida.

-No… no lo soy… ¡YO NO PUEDO SERLO! ¡PAPI!, ¿¡DONDE ESTÁS!?- Con miedo solo logro acurrucarse en el suelo rogando que sesen aquellas voces, tenía tanto miedo que sus uñas se clavaban en su piel para intentar disminuir aquel sufrimiento, pero el dolor solo aumentaba haciéndose más dañó. -¡NO! ¡NO¡ ¡DÉJENME! ¡SE LOS SUPLICO! ¡DÉJENME! ¡DEJENME!.

De repente un sonido la despertó; su alarma, haciendo que abriese los ojos, desorientada miro a su alrededor para lograr ubicarse, recordó que estaba en su habitación. Miro sus brazos con marcas rojas y rasguños que parecían ser de algunos minutos antes. -Que patético...  Teniendo pesadillas a esta edad…-Hablo para si misma.

Se dispuso a poner uno de sus pies descalzos sobre el frío piso, haciéndole sentir un escalofrío de manera inmediata. Aún con lo pies descalzos camino hacia su tocador mirando su cara con grandes manchas oscuras debajo de sus párpados, ojeras. Rodó los ojos acercándose a su armario para escoger su vestimenta del día. No tardó tanto, al final escogió un vestido de color rojo carmesí, su color favorito; se dispuso a ponérselo, peinarse y pasar poco maquillaje que solo lo usaba para ocultar las ojeras.

-¡HIJA! ¿¡YA DESPERTASTE!?- se oyó una voz a lo lejos, a lo que la chica que estaba terminando por ponerse unos zapatos rápidamente respondio. -¡SI TÍA! ¡YA BAJO!- unos minutos después se escucharon pasos bajando las escaleras, la de mechas negras se dirigió a la cocina, en donde se encontraba una señora, de edad madura.

-Hola tía- se acerco a la señora que en ese momento estana enfrente de la estufa. La joven la saludo amablemente con una sonrisa bastante agradable que rápidamente fue remplazada por un gran abrazo de la mayor. La china, incómoda bajo esa situación, solo se quedó quieta esperando que pronto acabará aquel abrazo. No paso mucho tiempo para que la mayor deshiciera el abrazo.

-Eli, ¿Como dormiste? Recuerda que si te sientes incómoda podemos cambiar el colchón o si no…- rápidamente fue callada por las palabras de la mas chica quien hablo rápidamente -Tía, estoy bien, no se preocupe por eso ¿Le ayudo en algo?-

La mayor solo le dio una risa en forma de respuesta -No hay necesidad hija, siéntate- Asintió, para después sentarse en una mesa adornada con un manteles de color blanco y en el centro una maseta con flores, algunos minutos después la mayor le sirvió un plato con comida, después se sentó frente a ella. -Hija…-hablo su tía con algo de vergüenza, la chica solo la miro confundida esperando que hablará -Se que no quieres, pero… Falta casi un mes para tu cumpleaños… y quería preguntarte qué es lo que-

Nuevamente la más chica la callo hablando nuevamente, ahora con un rostro serio y algo de dolor. -No tía, gracias por acordarse de mi cumpleaños, pero nunca lo celebro. No es adecuado celebrar un día, como lo es la muerte de tu madre- Dijo con un tono melancólico pero al mismo tiempo serio. La señora quiso volver a hablar de nuevo, sin embargo la chica se adelantó. -Aparte mi padre falleció hace menos de mes y medio, no quisiera hacer semejante cosa, por respeto a ambos.- La mayor dio un gran suspiro y siguió comiendo normal, no fue hasta que en un punto Eliza volvió a hablar.-Ahora que lo pienso… no entiendo-

-¿Qué pasa hija?- hablo la señora.

-Usted me debería odiar… Sin embargo me tiene aquí… me recibió con los brazos abiertos.-Sin darse cuenta la mayor ya había acabado, y ella apenas llevaba mitad de platillo a lo que empezó a comer más rápido. La contraria la miro confundida haciendo el plato alado a lo cual Eliza entendió que la mayor no había entendido, por lo que se dispuso a volver a hablar.-Digo… por mi, mi madre está muerta… Yo soy la culpable…- Agacho la cabeza mordiéndose el labio inferior esperando que la mujer no se enojase, sin embargo segundos después sintió unas manos calidad que tomaron las de ellas. Alzo la cabeza.

-No tienes por qué sentirte culpable Eliza, fue una decisión que se tuvo que tomar de repente, no fuiste tu quien decidió nacer o no; fue tu padre. Te sere sincera, cuando recibí la carta de tu papá sobre el fallecimiento de tu mamá llegué a tenerle algo de rencor a tu padre, pero después entendí que en ese momento tu padre estaba solo y no tenía a alguien de apoyo, te saco adelante por mucho tiempo. El de verdad te quería, igual que a tú mamá. Siempre quise conocerte y ahora que tengo la dicha, no me arrepiento.-

La chica solo respondió con una sonrisa cálida, junto los ambos platos y los llevo al lavadero en donde se apuro a lavarlos en un silencio algo incómodo hasta que la menor decidió romper el silencio.-Voy a salir tía…-La tía de Eliza solo contesto con un asentamiento de rostro, pero su voz se hizo presente nuevamente-¡ELIZA!...- la nombrada alarmada miro hacia donde la mujer.- Cuidate, recuerda que hay un asesino suelto- Asintió con una sonrisa y después hablo -Si tía, no se preocupe-. Dicho esto, salio de la casa.


Narra Eliza

*Caminaba por las calles de New Orleans, entrando y saliendo de locales en busca de un trabajo, sin éxito alguno. Cansada me senté en un banco, cerca del parque, eso hasta que mi mirada se enfoco en una cafetería, semi llena, aunque eso no me importo, lo que me llamo la atención eran dos chicas las cuales se miraban por la ventana. Se notaba como estaban trabajando apuradas por la cantidad de clientes, eran muchos para dos pobre chicas. Después de una discusión mental de si entrar o no, entre, dirigiendome a dónde las chicas, las cuales me miraron cansadas*

-Ahorita la atendemos, espere un minuto- Llegó un punto en el que una de las chicas dio un pequeño grito el cual dejo desconcertados a mas de uno de los presentes, incluyéndome.-Yo de hecho... Venia en busca de trabajo...- reze para que mi pedido sea tomado en cuenta y tan siquiera fuera una chica de prueba o algo por el estilo, mis esperanzas se elevaron cuando vi a una de las chicas feliz de aquella noticia.

-¡No sabes cuánto hemos tardado en buscar una empleada!... Solo, esperanos un momento- La chica nuevamente volvio con sus clientes mientras yo me quede sentada esperando que atendieran a todos. Después de varios minutos de espera ambas chicas se acercaron a mi. -Bien... ¿Tu nombre?- Pregunto una chica de pelo ondulado, algo costaño y recogido en una coleta con una altura de aproximadamente 1.60.

-Eliza... Eliza Wrisley- La otra chica solo se notaba feliz, casi eufórica hasta un punto.

-Bien, Eliza- Hablo la chica que mas contenta se notaba, una chica de pelo lacio, largo, y café.- Me llamo Sarah y mi compañera Britanny, mucho gusto... Dinos.. ¿tienes experiencia en ser mesera?- Negue con mi cabeza, esperando que aun asi fuera aceptada. -Creo que aprenderas con el tiempo... ¿Que tal te parece si regresas el martes?-...

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¡Hola! Aquí estoy el siguiente capítulo, se que tal vez me tarde... Pero aquí está, quiero agradecer un montón a Ross_m1 ya que ella es mi escritora favorita y aparte que me da el valor para seguir escribiendo.

Les sugiero leer sus historias, muy buenas por cierto.

Cualquier corrección háganmela saber, recuerden que apenas empiezo con lo de escribir. 😭

¡Muchas gracias!, espera la siguiente actualización.

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⏰ Última actualización: Oct 17 ⏰

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𝒜𝓁𝒶𝓈𝓉𝑜𝓇 𝓍 𝑅𝑒𝒶𝒹𝑒𝓇 𝒻𝑒𝓂 Dos jugadores; una victoriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora