Say You Hate Me- Hyunin

• CAPÍTULO 3 •

Seúl, Corea. Septiembre 2021.

Había pasado un poco más de un mes desde que Félix y Jeongin se conocieron y luego de ello, Félix decidió presentarlo con Jisung, volviéndose desde entonces un trío demasiado unido, realmente no había nada que los separara; se la pasaban juntos en la escuela, salían juntos a fiestas o de compras, se juntaban en el hogar del pelirosa, e inclusive, luego del gran problema que tuvo Jisung con sus padres después de confesarles que le gustaban los chicos, Jeongin le ofreció ser su roomate, por lo que actualmente también vivían juntos y con mayor razón, pasaban todo el tiempo en el departamento compartido.

Luego de lo sucedido con Hyunjin, tanto Jisung cómo Jeongin intentaron hacer que Félix se olvidara de él, que evitara tener el mayor contacto posible, sin embargo, la suerte no estaba de su lado, pues en muchas de las fiestas a las que solían ir juntos, él también solía estar; siempre con una nueva chica o chico, y siempre con un Félix conteniendo sus lágrimas al sentir la presión en su pecho.

Verdaderamente Jeongin no comprendía cómo podía seguir enamorado de él luego de cómo lo había tratado.

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Era viernes, un maldito viernes en la mañana, y si bien faltaba poco para el fin de semana, para Jeongin y Jisung se estaba haciendo eterno, por lo que para intentar hacer que el tiempo pasara más rápido, decidieron comprar unos cafés mientras esperaban a que su amigo de pecas llegara y así poder entrar juntos a sus clases.

-¡Hey, chicos!-Llamó el rubio en cuanto llegó a dónde estaban sus amigos, bastante sonriente, lo cual llamó la atención de los otros dos.

-Hola, Félix. ¿Alguna razón especial para tu destellante alegría?- Preguntó el mayor de los tres.

-¡Claro, que la hay, Han!- Mencionó entusiasmado.- Como saben, pronto será Halloween, entonces escuché por ahí que Lee Minho organizaría una fiesta de disfraces en su casa, pero una semana antes organizará otra, ¿y saben lo que eso significa?- Preguntó esperando a que sus amigos adivinaran.

El mayor y el menor del grupo se miraron con confusión y quizás con un poco de temor por lo que sea que su otro amigo estuviese tramando.

-¡Significa que Hyunjin irá!- Chilló emocionado.- Entonces, tenemos que hacer que nos inviten a ambas fiestas, estoy seguro de que esta puede ser finalmente mi oportunidad para estar con él; realmente me gustaría tener mi primera vez con él.- Susurró hacia sus amigos.

-Por su puesto que no, Félix. No iremos a esa fiesta sólo por ese chico tan idiota y mucho menos si es para lo que dices que quieres. Sol, entiende que él no merece tu atención, vales mucho más que eso.- Respondió Jeongin, acariciando la mano del pecoso.- Además, ¿cómo pretendes que nos inviten? Somos menores que ellos y además, podrían hasta catalogarnos como marginados.- Siguió, intentando hacer entrar en razón a su amigo.

-Jeongin tiene razón, Félix. Sabes que te he apoyado con tu enamoramiento hacia Hyunjin por mucho tiempo, pero luego de lo que te hizo no merece tu perdón, esto es demasiado. Y efectivamente, ninguno de los tres ha mantenido una conversación larga y amistosa con alguno de ellos para lograr que nos inviten.- Apoyó el peliazul.

-Bueno... Quizás estaba pensando en que alguno de ustedes podría convencer a Minho.- Susurró, bajando su mirada y jugando con sus dedos, a lo que sus amigos le miraron a punto de negarse.- Ya saben, coquetearle un poco sólo para lograr que nos invite también, no tiene que llegar a algo más.

-Honestamente, Félix. Yo te adoro, pero me niego completamente a pretender que me agrada un idiota más como Hyunjin sólo para entregarte en bandeja de plata al hombre más egoísta e insensible que ha pisado el planeta.- Le dijo serio el de cabello rosa.

Félix sabía que Jeongin estaba realmente molesto, por ende, no lograría convencerlo... Pero aún le quedaba una opción.

-¿Y tú, Jisung? ¿Podrías hacerlo? ¿Por mí? Sólo está vez, prometo que no volveré a pedirte nada más.- Pidió juntando sus manos en señal de súplica mientras hacía un pequeño puchero, sabía que no resistiría.

Jisung no sabía qué hacer, sabía que si aceptaba, Jeongin se molestaría demasiado con él por permitir que Félix se acerque tanto al pelinegro y echar a la borda todo el progreso (que por lo visto no había sido demasiado) que habían tenido el último mes; pero si no lo hacía, sabía que Félix se pondría demasiado triste, probablemente dejando de dirigirles la palabra por algunos días, lo que los haría sentir demasiado culpables. Suspiró.

-Está bien, Félix. Lo haré, pero te juro que es la última vez. Si te hace algo, no saldrá vivo.- Le advirtió.- Ahora dime, ¿exactamente qué tengo que hacer?- Cuestionó al de pecas.

Félix simplemente chilló emocionado, arrojándose a su amigo de hebras azules, mientras Jeongin soltaba un suspiro resignado. Sólo esperaba que las cosas no terminaran mal.

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Pequeña actualización!