Fuego y hielo Bloom x icy

Capítulo 4

"¡Ay!" Icy grita ahora libre de sus heridas. "¡Cuidado!" le grita a Ofelia mientras la enfermera trata las heridas de Bloom.

"Ella está haciendo lo mejor que puede, Icy", dice Bloom intentando calmar a la bruja. La bruja resopla y gira la cabeza.

"No hace que duela menos. ¿No veo por qué no pudiste curarte como lo hiciste conmigo?" "No funciona así, Icy", dice Bloom mientras ella y la bruja chillan cuando Ofelia coloca un ungüento sobre un corte en el brazo del Hada, provocando que la herida le arda. "No puedo curarme a mí misma. Si fuera tan fácil, probablemente habría sido más imprudente en nuestras peleas", luego se dirige a la enfermera. "Gracias, Ofelia".

"Es mi trabajo, querida", sonríe la mujer antes de separarse de los dos. Icy se ríe ante la idea. "¿Tú? ¿Más imprudente? He visto lo que tú y tus amigos están dispuestos a hacer en una pelea. No veo cómo podrías ser más imprudente".

La pelirroja levanta una ceja. "¿Se supone que eso es un cumplido o un insulto?" La bruja va a decir algo pero se detiene. "Yo ... no, Lo sé", luego sacude la cabeza. Luego, sus ojos bajan a las manos enrojecidas de Bloom y Icy recuerda algo. "Espera", busca en uno de los bolsillos de la chaqueta. "Te compré esto", y saca un par de guantes azul claro.

"Gracias, ¿supongo?"

"Está hecho de algún material que no causa irritación de la piel. Eso debería ayudarte a dejar de rascarte todo el tiempo".

"¿Enserio?" Bloom se los pone y ya puede sentir las diferencias que hace en su piel. "Gracias, Icy. Es un regalo muy considerado".

La bruja se encoge de hombros. "Realmente no puedo llamarlo un regalo. Lo compré con tu dinero".

"Dinero que te di para comprar lo que quieras. Pero elegiste gastarlo en mí", el Hada de la Llama del Dragón le da a la bruja una brillante sonrisa. "Yo lo llamaría un regalo."

Icy de repente siente que su rostro se calienta y Bloom se ríe. "¿¡Qué!?" espeta la chica de pelo blanco.

"Creo que entiendo por qué te gusta burlarte de mí". Luego el hada abraza a su pareja.

La bruja nunca lo admitiría activamente, pero este momento se sentía bien. El momento es entonces interrumpido por alguien que se aclara la garganta.

"¡Ejem!" Griselda está parada en la puerta de la enfermería. "Vengan conmigo."

Más tarde

Griselda lleva a las dos niñas a la oficina de Faragonda. Allí encuentran no sólo a Faragonda, sino también a Griffin y Saladino y las Winx. Aunque no son los únicos.

Icy se estremece visiblemente al ver a los tres hombres del centro comercial. Estaba a punto de salir corriendo de allí cuando Bloom coloca una mano en su hombro para consolarla.

Griffin se acerca a ellos y mira a la bruja más joven de arriba abajo. "Pareces diferente, Icy."

"Es la chaqueta, ¿no?"

"¡No seas ridícula!" la bruja mayor regaña a la más joven. "Todavía tienes ese corazón vil por el que te admiraba a ti y a las otras Trix. Pero eres... más brillante".

"Bueno, no me siento diferente", luego Icy mira a sus agresores y sus ojos se oscurecen mientras imágenes de lo que pasó pasan por su mente.

Esto no pasó desapercibido para todos. Bloom la envuelve en un abrazo para intentar calmarla.

Saladino se gira para mirar a los tres chicos. "Realmente le hicieron demasiado daño. Nunca me he sentido más decepcionado con ninguno de mis estudiantes".